Mi Apostolado también es una obra de la Cruz. La Cruz será el Altar perpetuo de mi Corazón Eucarístico, en la cual me ofrecí, me ofrezco, y eternamente me ofreceré a mi Padre por ustedes. La Cruz es el Altar de mi Corazón y mi Madre está al pie de este Altar adorando, consolidando y preparando, sin cesar, por la humanidad. Es también por esto que he revelado a través de mi Apostolado a todo el mundo la Cruz Gloriosa de Nuestros Sagrados Corazones Unidos. Cruz que es el Altar de la Sagrada Eucaristía y Trono de los Sagrados Corazones de la Madre y del Hijo. Cruz que ahuyenta a Satanás. Cruz que bendice el lugar donde se exponga. Cruz que protegerá ciudades de desastres naturales y de la Ira del Padre. En esta Cruz Gloriosa de los Sagrados Corazones Unidos he concentrado todas las Espiritualidades de la Cruz. ¡Que la Cruz Gloriosa de Nuestros Sagrados Corazones sea amada y sembrada en el mundo entero! Y con esta Cruz que es mi Altar y mi Trono los bendigo; con esta Cruz que mi Padre ha pedido que se entronizara en el Jardín de María: en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén.
Cruz Gloriosa de los Sagrados Corazones Unidos en el Jardín de Gracia