10 Julio 2015 – Llamado de Amor y Conversión del Corazón Doloroso e Inmaculado de María

10 Julio 2015 – Llamado de Amor y Conversión del Corazón Doloroso e Inmaculado de María
Tres espiritualidades. 
Mis queridos hijos, hoy los invito a la oración, al sacrificio y a la penitencia. Estas tres espiritualidades reúnen toda la vida cristiana. Vivir en la oración, sacrificarse y en penitencia, es decir, cumplir sus deberes para con Dios. Pero todo lo que hagan para Gloria de Dios, háganlo por amor a Dios. Todo lo que hagan, ofrézcanlo por la conversión de los pobres pecadores, por la paz del mundo por el Santo padre y por toda la iglesia universal. 

Queridos hijos, muchos aún siguen durmiendo, ya es hora de que despierten de su letargo, porque el tiempo que se aproxima son tiempos terribles porque ustedes, queridos hijos, no comprenden lo que el cielo debe de hacer para limpiar el mundo, para purificar al mundo, para sanar al mundo… pero para eso es necesario una purificación del mundo. Muchos de ustedes, como madres, sufren al ver a sus hijos en mal estado y Yo queridos hijos, veo a millares de almas condenándose. Por eso, consuélenme con sus oraciones. Muchas almas se están condenando, muchas almas se están perdiendo, porque no hay quienes oren, se sacrifiquen y sufran por ellas, porque les gusta la comodidad y la falta de compromiso. 

Queridos hijos, encontrarse con Cristo es comprometerse con Cristo, no ser cristianos de vida dormida sino cristianos que ofrecen toda su vida en expiación, en sacrificio, al pie de la Cruz. Por eso queridos hijos, conviértanse de verdad porque el tiempo que se aproxima, son tiempos de grandes batallas espirituales. Cambien, recen, amen y busquen entregarse de verdad al Señor por aquellos que no lo glorifican. Entréguense de verdad al Señor por aquellos que nos se entregan. Consuelen al Señor por aquellos que no le consuelan. Oren y ayunen por aquellos que no lo hacen. Todos, queridos hijos, pueden ayunar, entregarse, darse sin egoísmo por la salvación de las almas. Dar su tiempo sin egoísmo para orar por el mundo. 

Queridos hijos, les invito al amor, al amor que les llevará al Amor a amar de verdad a Dios, a amar con firmeza a Dios y al prójimo.

Yo soy María, Reina de la oración, del sacrificio y de la penitencia, y les invita a vivir estas tres rosas.

Les amo y les bendigo. Nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén. 
Ave María Purísima, sin pecado concebida.