El instrumento: La Madre María está como se apareció en Fátima y en Su Mano tiene Su Corazón Inmaculado rodeado de fuego y espinas. En el lado izquierdo de Nuestra Señora, hay un alma bendita del purgatorio (es una mujer). Nuestra Mamá Celestial dice:
La Santísima Virgen: Mis pequeños hijos, hoy les muestro Mi Corazón Inmaculado encendido de Amor por los hombres, por la salvación de toda la humanidad, pero rodeado de espinas; que son los pecados y la falta de amor de los hombres para con Dios y de los hombres para con sus mismos hermanos. La causa del mal y del pecado consiste en la falta de amor a Dios y al prójimo; pero en la Era de Paz, el Amor de Mi Corazón, que es el Amor perfecto, reinará.
Mis queridos hijos, quiero que se entreguen a Mi Corazón Inmaculado, Mi Corazón que también es traspasado diariamente por todos los pecados del mundo. Unos de los grandes dolores de Mi Corazón son causados por la ignorancia, el rechazo y la indiferencia a la Palabra de Dios. Están viviendo, Mis pequeños apóstoles, el Reinado de la Palabra de Dios; el tiempo del anuncio, del mensaje, de las profecías y el cumplimiento de ellas, para ser purificados a la Luz de la Palabra de Mi Hijo y entrar al Reino Eucarístico de Jesús por la Puerta de Gracia de Mi Corazón Inmaculado.
Pequeños, Mi Corazón Inmaculado, es el Refugio de todas las almas que aman a Nuestros Sagrados Corazones y, al igual que San José, se entregan totalmente a amarles y servirles. En el Cielo, en el Purgatorio, en la Tierra, estoy formando al Ejército de Dios.
Y tu pequeño, como el Profeta Elías que cuido de la huérfana y de la viuda, víctimas en su tiempo, ahora acompaña con tu oración a todas las almas víctimas de todos los tiempos que también son parte importante de esta Obra final de Nuestros Sagrados Corazones.
Les doy Mi Bendición Maternal con Mi Corazón Inmaculado. En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén.