Pequeño rebaño de mi Sagrado Corazón Eucarístico:
Les pido que abran, en este Retiro, el Corazón. Con este primer Retiro que, oficialmente, nuestros Sagrados Corazones quieren establecer la unidad, el orden, la caridad y la centralidad de esta Obra Magna de mi Corazón. La Divina Providencia espera una respuesta de todos ustedes, que repitan el Fiat de mi Santa Mamá.
Fíat a nuestros Llamados de Amor y de Conversión.
Fíat a las Devociones que hemos revelado.
Fíat a la extensión de los Cenáculos de Oración por todo el mundo.
Fíat a vivir los Estatutos del Apostolado.
Porque nuevamente, como mi Madre y Yo les hemos dicho ya, los Estatutos del Apostolado son la santa Regla de Vida que deben regirlos, sobre todo en cuanto a la misión, para que toda misión del Apostolado se haga en comunión, en obediencia, en unidad, en caridad, para que toda misión del Apostolado dé frutos.
En este Primer Retiro del Apostolado, deseo que se haga la publicación Oficial del Devocionario del Apostolado completado.
En este Primer Retiro del Apostolado, deseo que se haga la publicación oficial del Tratado de nuestros Sagrados Corazones; también completado con el nuevo Ministerio de Servicio: La Alianza de los Dos Corazones.
Deseo que todos los que están participando en el Retiro, sobre todo aquellos que llevan a cabo misiones, pero que no pertenecen a una Rama, a una Cruzada, a una Fraternidad o a un Ministerio, sean oficialmente adheridos por la Coordinación. Pido a la Coordinación de mi Apostolado que, a esos hermanos que misionan, pero que no pertenecen a alguna Rama del Apostolado, sean oficialmente adheridos a una, de modo de que puedan misionar en orden, en obediencia y en comunión.
También espero de este Retiro que las Ramas, Cruzadas, Fraternidades, Ministerios, los cuales no tienen equipo de Coordinación; o países donde no hay una Coordinación formalmente establecida, en este Retiro y en estos tres días, todo eso se organice, se formalice, se concretice.
También hago una invitación especial a mis amados sacerdotes. Los amo con mi Corazón Eucarístico y soy Yo mismo quien los ha llevado a vivir este Retiro. Deseo que, como fruto de vivir este encuentro, se comprometan, por el Amor, a ser parte de mi Obra Magna.
Son muchos los grupos, e incluso, son muchos los países que no cuentan con Directores Espirituales que ayuden a mis pequeños apóstoles a vivir los sacramentos y a escuchar la enseñanza de la Iglesia. Deseo que cada sacerdote participante de su Fiat, y también se haga parte de los equipos de coordinación.
Yo espero, pequeño rebaño mío, que este retiro sea un retiro para formalizar el Apostolado en toda su estructura. El fruto de este retiro será la sanación de cada uno de los participantes, la sanación de cada una de sus familias, la conversión y la santidad de vida a todos aquellos que traen escritos en el corazón y en el pensamiento. Todas las gracias que piden durante este retiro les serán concedidas también de acuerdo a la apertura de sus corazones. Pero todo les será escuchado.
Y quiero que ordenen juntos, ahora que están todos juntos, que ordenen mi Obra Magna. Que formen Equipos de Coordinación donde no los hay, que agreguen a los hermanos que misionan sin ser parte aún de un ministerio concreto. Que mis sacerdotes sean Directores Espirituales de la Obra Magna.
Espero de ustedes, amados apóstoles de nuestros Dos Corazones, que, ahora que están juntos, organicen todo el Apostolado, formalicen su estructura; y el Apostolado, al igual que ustedes, también nazca del Vientre de mi Madre nuevo, renovado, ordenado, unido.
Me urge que en este retiro abran sus corazones a la unidad. Eso es lo que les pido. Eso es lo que espero y deseo de este maravilloso encuentro con mi Sagrado Corazón Eucarístico.
Los bendigo en el Nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén. Ave María Purísima, sin pecado original concebida.