Reina de la Paz
Querido hijo, hoy me presento a tu alma como Reina de la Paz. Vengo al mundo y vengo a tu alma, santuario de mi Corazón.
Es muy fuerte la lucha para mantener cerrado este Santuario cerrado al ruido de los mercaderes, al mundo, al ruido, a la tecnología mal usada, la ciencia que se desvía de su propósito y el hombre que vive sin amor, ni temor a Dios (Romanos 3, 17-19). ¿Verdad que es dura Manuelito?, pero nunca nada hay más valioso que el sufrimiento, la alegría, la pena y el dolor, esto quiere decir la vida misma del hombre que sea solamente para Dios.
Hijos, hoy abro al mundo las puertas del Reino Celestial y les pido que ingresen a la Casa de mi Padre Celestial, limpios, por eso les digo, ayunen, oren, sacrificio y penitencia, les pide hoy su Madre, como Madre derramo gracias sobre el mundo, sobre la Iglesia de mi Hijo, sobre el Papa y todos mis predilectos. Oren, oren, oren, por sus pastores para que sean santos, guíen bien a mis hijos.
Del norte, del sur, del este y oeste, hoy les bendice la Dama Blanca y Señora Purísima: María, Reina de la Paz.
En el Nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Ave María Purísima, sin pecado concebida.