Queridos hijos, deseo invitarlos a que, en sus corazones, siempre vivan el Tiempo del Adviento. El Adviento, hijos míos, significa advenimiento, es decir; la esperanza, la espera de una Venida, de un Rey y Mesías por venir.
Queridos hijos, todas las almas a Mí consagradas deben vivir un eterno Tiempo de Adviento. Siempre en sus corazones, queridos hijos, deben estar vigilantes, preparados, esperando la Venida de Mi Hijo. Queridos hijos, siempre esperen en el Señor, siempre clamen por Su Venida, estén vigilantes en la oración. Soy la Madre que espera junto a Sus hijos la Venida del Redentor para que, a través de Mi Corazón, Él establezca en sus corazones Su Reino de Amor.
Hijos, vivan en Adviento, en espera, toda vuestra vida. Estén siempre vigilantes en la oración y fortalecidos con el ayuno y el sacrificio.
Hijos les doy Mi Bendición Maternal, les anuncio que Mi Hijo está por llegar. En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén.