Madre Victoriosa
He aquí, querido hijo, el Corazón de Tu Madre que tanto ama, Vuestra Madre Victoriosa que ha aplastado la cabeza de la serpiente y ha vencido (con las Gracias) el pecado.
Mi querido niño, hoy deseo revelar a tu corazón las gracias de Mi Presencia de Santa María de las Victorias. Cuando me presenté a mi hijo Bernardo, fue Mi Corazón quien quiso quedarse con este pueblo tan sufrido y necesitado de la Misericordia del Señor.
Les pido que ingresen a Dios y confiesen su fe para que el pueblo pueda volver a amar a la Iglesia y lo Sagrado. Yo crucé la puerta para representar, que Yo, con Mi Amor de Madre, quiero atravesar las puertas espiritualmente cerradas de este pueblo y de muchas almas que sufren, pero aun así, no desean alcanzar el Amor de Mi Hijo Jesús a quien se los presenté herido por tanto rechazo, indiferencia y negación a Su Amor Redentor.
Abran sus corazones para que Nuestros Sagrados Corazones Unidos puedan ingresar a su interior y hacer allí Nuestro Templo. Porque el Reino de Dios está en ustedes pero aún es necesario que lo descubran con la oración, el sacrificio y la penitencia.
Pidiendo el auxilio del Espíritu Santo lograrán discernir y entrar en Nuestra Presencia recibiendo siempre a Jesús en el Santísimo Sacramento del Altar en estado de gracia. En el Nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.