
DÍA 8:

La justicia restaura la comunión
Lecturas
Sal 82,1-4 Haced justicia al huérfano y al pobre, defended al humilde y al necesitado
Lc 18,1-8 ¿No hará Dios justicia a sus elegidos, que claman a él día y noche?
Reflexión
El Libro de los Salmos es una compilación de oraciones, alabanzas, lamentaciones y enseñanzas de Dios para nosotros. En el Salmo 82, Dios reclama una justicia que defienda los derechos humanos básicos, propios de toda persona: libertad, seguridad, dignidad, salud, igualdad y amor. El Salmo también hace una llamada a derogar los sistemas de disparidad y opresión, y corregir cualquier tipo de injusticia, corrupción o explotación. Esta es la justicia que nosotros, como cristianos, estamos llamados a promover. Como comunidad cristiana, hemos de unir nuestras voluntades y nuestras acciones a las de Dios, al tiempo que él realiza su salvación en la creación. La división, incluida la que se da entre los cristianos, siempre tiene su raíz en el pecado, y la redención, por el contrario, siempre restaura la comunión.
Dios nos llama a encarnar nuestra fe cristiana para actuar tomando conciencia de una verdad esencial: que cada persona es valiosa, que las personas son más importantes que las cosas, y que la consideración de cada estructura institucional en la sociedad está en función de si supone una amenaza para la dignidad de las personas, o si, por el contrario, promueve su dignidad. Toda persona tiene el derecho y la responsabilidad de participar en la sociedad, buscando juntos el bien común y el bienestar de todos, especialmente de los humildes y los indigentes.
En Jesús y los desheredados, el Revdo. Dr. Howard Thurman, que fue consejero espiritual del Revdo. Dr. Martin Luther King Jr. afirma que: “Debemos proclamar la verdad de que toda vida es una y que todos estamos unidos. Por lo tanto, es obligatorio que trabajemos por una sociedad en la que la persona más insignificante pueda encontrar refugio y descanso. Debéis poner vuestras vidas sobre el altar del cambio social para que dondequiera que estéis, allí esté cerca el Reino de Dios”.
Unidad de los cristianos
Jesús narra la parábola de la viuda y del juez injusto para enseñar al pueblo a “orar en cualquier circunstancia, sin jamás desanimarse” (Lc 18,1). Jesús ha ganado una victoria decisiva sobre la injusticia, el pecado y la división, y, como cristianos, nuestra tarea es acoger esta victoria, en primer lugar, en nuestros propios corazones a través de la oración y, en segundo lugar, en nuestras vidas a través de la acción. Que nunca nos desanimemos, sino que sigamos pidiendo en oración el don de la unidad de Dios y que manifestemos esta unidad en nuestras vidas.
Desafío
Como pueblo de Dios, ¿cómo deben comprometerse nuestras iglesias en la justicia que nos une amando y sirviendo a toda la familia de Dios?
Oración
Dios, Creador y Redentor de todas las cosas,
enséñanos a mirarnos internamente para vivir arraigados en tu Espíritu de amor, para que podamos salir con sabiduría y valentía optando siempre por el camino del amor y la justicia.
Te lo pedimos en el Nombre de tu Hijo, Jesucristo, en la unidad del Espíritu Santo. Amén.

TEXTO BÍBLICO PARA LAS REFLEXIONES DIARIAS DURANTE LA SEMANA DE ORACIÓN PARA LA UNIDAD DE LOS CRISTIANOS Y PARA LA REPARACIÓN POR LA DIVISIÓN
AÑO 2023
Isaías 1,12-18
Cuando entráis en mi presencia y penetráis por mis atrios, ¿quién os exige esas cosas? No traigáis más ofrendas injustas, el humo de su cremación me resulta insoportable. Novilunio, sábado, asamblea… no soporto reuniones de malvados. Odio novilunios y fiestas, me resultan ya insoportables, intento en vano aguantarlos. Cuando tendéis las manos suplicantes, aparto mi vista de vosotros; por más que aumentéis las oraciones, no pienso darles oído; vuestras manos están llenas de sangre. Lavaos, purificaos; apartad de mi vista todas vuestras fechorías; dejad ya de hacer el mal. Aprended a hacer el bien, tomad decisiones justas, restableced al oprimido, haced justicia al huérfano, defended la causa de la viuda.
Venid y discutamos esto, dice el Señor. Aunque sean vuestros pecados tan rojos como la grana, blanquearán como la nieve; aunque sean como la púrpura, como lana quedarán.