CENÁCULO DE CONSAGRACIÓN AL PURÍSIMO E INMACULADO VIENTRE DE MARÍA
Día 1
Día 1
26 de febrero del 2014
Para penetrar en mi Inmaculado Corazón es también necesario comprender el Misterio de mi Purísimo Vientre, Primer Sagrario de Jesús: el Hombre-Dios, el Dios-Pan, el PanSacramento, Sacramento de Amor y amor por las almas, en mi Vientre se forma DIOS.
Para penetrar en mi Inmaculado Corazón es también necesario comprender el Misterio de mi Purísimo Vientre, Primer Sagrario de Jesús: el Hombre-Dios, el Dios-Pan, el PanSacramento, Sacramento de Amor y amor por las almas, en mi Vientre se forma DIOS.
La Santísima Madre:
El Hijo de DIOS tomó mi carne y mi sangre, materia humana, carne humana que el pecado, hijitos míos, los ha contaminado. Y, ¿cómo iba a ser posible que el Hijo de DIOS, santo, poderoso, pero sobre todo misericordioso y amoroso, tomara mi carne y mi sangre ¿estando Yo contaminada por el pecado? Por eso canto las grandezas del Señor, maravillas ha hecho en Mí el que todo lo puede.
Para mi Padre no hay nada imposible, sería su Madre, a la vez que su Hija y su Esposa, a la vez que su Tabernáculo.
Yo soy el Primer Sagrario, sólo en mi vientre, y formándose en él, entrando, hijitos míos, en mi Vientre Materno, Puro e Inmaculado, ustedes pueden asemejarse a Jesús.
En mi Vientre, mi pequeño, está la moldura para hacer nuevos Cristos.
Por eso, el Espíritu Santo, mi Divino y Casto Esposo, que antes de ser mi Esposo es mi Dios, me colmó de su santidad y gracias necesarias para mi vocación de Madre, Madre de Dios-Hombre, Madre de todos ustedes, los pecadores, desde la Cruz.
Para mi Padre no hay nada imposible, sería su Madre, a la vez que su Hija y su Esposa, a la vez que su Tabernáculo.
Yo soy el Primer Sagrario, sólo en mi vientre, y formándose en él, entrando, hijitos míos, en mi Vientre Materno, Puro e Inmaculado, ustedes pueden asemejarse a Jesús.
En mi Vientre, mi pequeño, está la moldura para hacer nuevos Cristos.
Por eso, el Espíritu Santo, mi Divino y Casto Esposo, que antes de ser mi Esposo es mi Dios, me colmó de su santidad y gracias necesarias para mi vocación de Madre, Madre de Dios-Hombre, Madre de todos ustedes, los pecadores, desde la Cruz.