Los José de la Biblia
¡Vayan a José!
“En la antigüedad se decía a todos los necesitados y a la gente sufriendo en el reino de Egipto: ‘¡Vayan a José! y hagan todo lo que él les diga.’ (Génesis 41: 55).
Así, dijo el soberano Pontífice a todos los que están en necesidad y a toda la gente sufriendo en el Reino de la iglesia: ‘¡Vayan a José!’
Todo lo que verdaderamente se dice del primer José, en cuanto se refiere a su futuro, como a su bondad, su castidad, su paciencia, su sabiduría, su influencia con el rey, su poder sobre la gente, y su amor por sus semejantes, está verificado de una manera mucho más perfecta y aún hasta la actualidad, en el segundo José, el Casto y Amante Corazón.
Así, dijo el soberano Pontífice a todos los que están en necesidad y a toda la gente sufriendo en el Reino de la iglesia: ‘¡Vayan a José!’
Todo lo que verdaderamente se dice del primer José, en cuanto se refiere a su futuro, como a su bondad, su castidad, su paciencia, su sabiduría, su influencia con el rey, su poder sobre la gente, y su amor por sus semejantes, está verificado de una manera mucho más perfecta y aún hasta la actualidad, en el segundo José, el Casto y Amante Corazón.
Festividades de San José, el Casto y Amante Corazón.
San José en la vida e historia de la Iglesia
La tradición en el culto a San José remonta a principios del siglo IV cuando ya comenzaba a aparecer el culto a San José entre los coptos (egipcios de fe cristiana), apareciendo su festividad en el día 20 de julio del calendario copto.
En el mundo occidental aparecen las primeras referencias a su culto en el año 1129, donde se encuentra una Iglesia dedicada a su nombre en Bolonia (Italia).
Los padres Carmelitas fueron los primeros en trasladar su culto desde Oriente hasta Occidente, aparece en el calendario Dominico, diseminándose.
En el pontificado de Sixto IV, San José fue introducido en el calendario romano, que es el que ha llegado hasta nuestros días, en el día del 19 de marzo.
Esto fue fundamental y a partir de ese momento se convirtió en fiesta simple, pasando luego a fiesta doble por Inocencio VIII, fiesta doble de segunda clase por Clemente XI.
Finalmente, Pío IX le nombró Patrono de la Iglesia Católica, con decreto Apostólico del 10 de septiembre de 1847, extendió a toda la Iglesia Universal la fiesta del Patrocinio de San José. En caso de que la fiesta caiga en Semana Santa, se desplaza al sábado anterior. El Papa Pío IX no se detuvo ahí, en la alocución con motivo de la canonización de los Santos Mártires del Japón, al implorar el auxilio divino, luego de la invocación a la Virgen María y antes de invocar a los apóstoles Pedro y Pablo, por primera vez en la historia de la Iglesia se invoca al Padre San José. En diciembre 8 de 1870 el Papa Pío IX ordenó que esta celebración sea celebrada a través de toda la iglesia como una doble fiesta de primera clase.
El mes de marzo, en su totalidad, se considera mes de San José y en adición existe la piadosa costumbre de dedicarle los miércoles de cada semana en su honor.
El Papa Pío XII en 1955, estableció la fiesta de San José Labrador el 1 de mayo, la fecha fue escogida para coincidir con la fecha del día del trabajo que se observa en muchos países, para de esa manera elevar y santificar esa observancia.
Existe una solemnidad de los de esponsales de San José y la Virgen María que se celebra en enero 23.
El Papa Francisco convoca a un «Año de San José», con la Carta apostólica Patris corde (Con corazón de padre), el Pontífice recuerda el 150 aniversario de la declaración de San José como Patrono de la Iglesia Universal y, con motivo de esta ocasión, a partir del 8 de diciembre de 2020 y hasta el 8 de diciembre de 2021 se celebrará un año dedicado especialmente a él.
En el mundo occidental aparecen las primeras referencias a su culto en el año 1129, donde se encuentra una Iglesia dedicada a su nombre en Bolonia (Italia).
Los padres Carmelitas fueron los primeros en trasladar su culto desde Oriente hasta Occidente, aparece en el calendario Dominico, diseminándose.
En el pontificado de Sixto IV, San José fue introducido en el calendario romano, que es el que ha llegado hasta nuestros días, en el día del 19 de marzo.
Esto fue fundamental y a partir de ese momento se convirtió en fiesta simple, pasando luego a fiesta doble por Inocencio VIII, fiesta doble de segunda clase por Clemente XI.
Finalmente, Pío IX le nombró Patrono de la Iglesia Católica, con decreto Apostólico del 10 de septiembre de 1847, extendió a toda la Iglesia Universal la fiesta del Patrocinio de San José. En caso de que la fiesta caiga en Semana Santa, se desplaza al sábado anterior. El Papa Pío IX no se detuvo ahí, en la alocución con motivo de la canonización de los Santos Mártires del Japón, al implorar el auxilio divino, luego de la invocación a la Virgen María y antes de invocar a los apóstoles Pedro y Pablo, por primera vez en la historia de la Iglesia se invoca al Padre San José. En diciembre 8 de 1870 el Papa Pío IX ordenó que esta celebración sea celebrada a través de toda la iglesia como una doble fiesta de primera clase.
El mes de marzo, en su totalidad, se considera mes de San José y en adición existe la piadosa costumbre de dedicarle los miércoles de cada semana en su honor.
El Papa Pío XII en 1955, estableció la fiesta de San José Labrador el 1 de mayo, la fecha fue escogida para coincidir con la fecha del día del trabajo que se observa en muchos países, para de esa manera elevar y santificar esa observancia.
Existe una solemnidad de los de esponsales de San José y la Virgen María que se celebra en enero 23.
El Papa Francisco convoca a un «Año de San José», con la Carta apostólica Patris corde (Con corazón de padre), el Pontífice recuerda el 150 aniversario de la declaración de San José como Patrono de la Iglesia Universal y, con motivo de esta ocasión, a partir del 8 de diciembre de 2020 y hasta el 8 de diciembre de 2021 se celebrará un año dedicado especialmente a él.
Indulgencia plenaria para el "Año de San José"
Junto a la publicación de la Carta apostólica Patris corde, se ha publicado el Decreto de la Penitenciaría Apostólica que anuncia el «Año de San José» especial convocado por el Papa y la relativa concesión del «don de indulgencias especiales». Se dan indicaciones específicas para los días tradicionalmente dedicados a la memoria del Esposo de María, como el 19 de marzo y el 1 de mayo, y para los enfermos y ancianos «en el contexto actual de la emergencia sanitaria».
San José en Fátima
Día 13 de septiembre de 1917.
“Continuad rezando el Rosario, para alcanzar el fin de la guerra. En octubre vendrá́ también Nuestro Señor, Nuestra Señora de los Dolores y del Carmen y S. José con el Niño Jesús para bendecir al mundo.”
Día 13 de octubre de 1917.
Desaparecida Nuestra Señora en la inmensa lejanía del firmamento, vimos al lado del sol, a S. José con el Niño y a Nuestra Señora vestida de blanco, con un manto azul. S. José con el Niño parecían bendecir al mundo, con unos gestos que hacían con la mano en forma de cruz.
Poco después desvanecida esta aparición, vimos a Nuestro Señor y a Nuestra Señora, que me daba idea de ser Nuestra Señora de los Dolores. Nuestro Señor parecía bendecir el mundo de la misma forma que S. José.
Al desvanecerse esta aparición me pareció́ ver todavía a Nuestra Señora en forma parecida a Nuestra Señora del Carmen.
“Continuad rezando el Rosario, para alcanzar el fin de la guerra. En octubre vendrá́ también Nuestro Señor, Nuestra Señora de los Dolores y del Carmen y S. José con el Niño Jesús para bendecir al mundo.”
Día 13 de octubre de 1917.
Desaparecida Nuestra Señora en la inmensa lejanía del firmamento, vimos al lado del sol, a S. José con el Niño y a Nuestra Señora vestida de blanco, con un manto azul. S. José con el Niño parecían bendecir al mundo, con unos gestos que hacían con la mano en forma de cruz.
Poco después desvanecida esta aparición, vimos a Nuestro Señor y a Nuestra Señora, que me daba idea de ser Nuestra Señora de los Dolores. Nuestro Señor parecía bendecir el mundo de la misma forma que S. José.
Al desvanecerse esta aparición me pareció́ ver todavía a Nuestra Señora en forma parecida a Nuestra Señora del Carmen.
Los Siete Dolores y Gozos y la Espiritualidad de San José
Toda la espiritualidad que Dios ha ido mostrando en honor a su Padre San José, Dios la está mostrando, en plenitud, en mi Casto y Amante Corazón.
Queridos apóstoles de los Sagrados Corazones Unidos, los invitamos a meditar y a vivir esta enseñanza de nuestro Santo Protector, San José, incursionando en la historia de la espiritualidad de la Devoción a los Siete Dolores y Gozos de San José, y entender porqué Dios, en la advocación del Casto y Amante Corazón, muestra en plenitud el poder y la gracia que este fidelísimo santo adquirió al compartir los misterios de nuestra Redención con los Sagrados Corazones Unidos.
San José amaba mucho a Dios, pero fue afligido con grandes sufrimientos que soportó con una maravillosa fortaleza.
-San José Sebastián Pelezar
La Plenitud de la Espiritualidad a San José, el Casto y Amante Corazón.
San José se revela a Manuel de Jesús como el Casto y Amante Corazón, por primera vez en marzo 1º del 2015.
A través de estas revelaciones el Casto y Amante Corazón explica sobre la Verdadera Devoción a su Corazón.
En el transcurso del año 2017, el Casto y Amante Corazón de San José revela a Manuel del Jesús los Llamados de Amor y de Conversión que expanden la Devoción de los Siete Dolores y Gozos de San José a otro nivel.
A través de estas revelaciones el Casto y Amante Corazón explica sobre la Verdadera Devoción a su Corazón.
En el transcurso del año 2017, el Casto y Amante Corazón de San José revela a Manuel del Jesús los Llamados de Amor y de Conversión que expanden la Devoción de los Siete Dolores y Gozos de San José a otro nivel.
¿Cómo Debemos Vivir estos Llamados de Amor Y Conversión?
Siendo fieles a la oración del Cenáculo del Casto y Amante Corazón de San José, en especial los Primeros Miércoles de cada mes.
Recordando que somos un Apostolado Reparador del Dolor de los Sagrados Corazones Unidos y por eso, orar con gran fervor esas Intenciones Reparadoras con las que Él ha adornado su poderosa Devoción.
Imitando a nuestro Padre Protector y siguiéndolo, silenciosos, en su Camino Josefino de fidelidad, amor incondicional, en su adoración Eucarística, que lo llevaron a ser Terror de los Demonios.
Recordando que somos un Apostolado Reparador del Dolor de los Sagrados Corazones Unidos y por eso, orar con gran fervor esas Intenciones Reparadoras con las que Él ha adornado su poderosa Devoción.
Imitando a nuestro Padre Protector y siguiéndolo, silenciosos, en su Camino Josefino de fidelidad, amor incondicional, en su adoración Eucarística, que lo llevaron a ser Terror de los Demonios.