CENÁCULO DE CONSAGRACIÓN AL PURÍSIMO E INMACULADO VIENTRE DE MARÍA
Día 9
Día 9
4 de abril del 2014
Amor y dolor en el Purísimo Vientre de la Santa Madre
Amor y dolor en el Purísimo Vientre de la Santa Madre
Santa Josefina Bakhita:
Queridos hermanos y hermanas, hoy me envía la Santa Madre Amorosa para decirles que la mejor escuela y centro de aprendizaje espiritual es el Vientre Purísimo, consagrado desde el principio por la Divina Voluntad. En este Vientre nos formamos con dolor y amor para renacer a la nueva vida en Cristo.
Hermanos, el proceso es doloroso y difícil, yo también pase por él, porque es nuestra imperfección lo que el Señor, en este Purísimo Vientre, destruye; solo así se alcanzará la santidad, por el camino del dolor y del amor porque María es el camino, ejemplo, imagen viva del dolor y del amor. Acojan al Purísimo Vientre y pidan, deseen, ser moldeados por Él. Amén.
Cuenten con mi oración intercesora.
Hermanos, el proceso es doloroso y difícil, yo también pase por él, porque es nuestra imperfección lo que el Señor, en este Purísimo Vientre, destruye; solo así se alcanzará la santidad, por el camino del dolor y del amor porque María es el camino, ejemplo, imagen viva del dolor y del amor. Acojan al Purísimo Vientre y pidan, deseen, ser moldeados por Él. Amén.
Cuenten con mi oración intercesora.
Comentario de Manuel de Jesús:
Cada alma debe ser moldeada a imagen de Dios pues, desde el pecado de nuestros primeros padres, nuestra vida y nuestros anhelos se han desviado del Cielo, por eso el Señor nos pide santidad, lucha y renuncia, que todo implica un dolor, es decir: crucificarme yo para resucitar en Cristo.
El Padre nos pide ser perfectos como Él es perfecto, no mediocres, ni tibios en el camino de la piedad, oración y alabanza al Padre.
Por tanto, sean ustedes perfectos como su Padre Celestial es perfecto (San Mateo 5; 48).
El Padre nos pide ser perfectos como Él es perfecto, no mediocres, ni tibios en el camino de la piedad, oración y alabanza al Padre.
Por tanto, sean ustedes perfectos como su Padre Celestial es perfecto (San Mateo 5; 48).