CORONA ANGÉLICA DE SAN MIGUEL ARCÁNGEL
(cada martes)
CORONA ANGÉLICA DE SAN MIGUEL ARCÁNGEL
¡Ave María Purísima, sin pecado original concebida!
† Por la señal de la Santa Cruz
† de nuestros enemigos
† líbranos, Señor, Dios nuestro.
† En el Nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Abre Señor mis labios y mi boca proclamará tus alabanzas.
Ven ¡Oh, Dios! en mi ayuda. Señor, date prisa en socorrerme.
Acto de Contrición
Señor mío, Jesucristo, Dios y hombre verdadero, Creador, Padre y Redentor mío; por ser Tú quién eres y porque te amo sobre todas las cosas, me arrepiento de todo corazón de todo lo malo que he hecho y de todo lo bueno que he dejado de hacer, porque pecando te he ofendido a Ti, que eres el Sumo Bien y digno de ser amado sobre todas las cosas.
Ofrezco mi vida, obras y trabajos en satisfacción de mis pecados. Propongo firmemente, con la ayuda de tu gracia, hacer penitencia, no volver a pecar y huir de las ocasiones de pecado. Señor, por los méritos de tu Pasión y Muerte, con los cuales Tú expiaste por mis pecados, ofreciendo un dolor tan grande e intenso que te hizo sudar Sangre, apiádate de mí.
Madre mía del Cielo, alcánzame de Jesús este suspirado perdón. Amén.
Oración de Invocación al Espíritu Santo (dictada el 28 de octubre de 2014)
Ven, mi Dios Espíritu Santo, a través de la poderosa intercesión del Corazón Doloroso e Inmaculado de María, tu amadísima Esposa.
Ven, mi Dios Espíritu Santo, a través de la poderosa intercesión del Corazón Doloroso e Inmaculado de María, tu amadísima Esposa.
Ven, mi Dios Espíritu Santo, a través de la poderosa intercesión del Corazón Doloroso e Inmaculado de María, tu amadísima Esposa.
Oración
Ven, Espíritu Santo, llena los corazones de tus fieles y enciende en ellos el Fuego de tu Amor.
V/. Envía tu Espíritu y todo será creado. R/. Y renovarás la faz de la tierra.
Oración
¡Oh, Dios! que iluminaste los corazones de tus hijos con la Luz del Espíritu Santo, haznos dóciles a sus inspiraciones para gustar siempre el bien y gozar de su consuelo, por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
Oración al Divino Espíritu Santo (dictada el 15 de agosto de 2014)
Divino Esposo de María Santísima, mi Dios y Señor Espíritu Santo, enciende en cada alma el Fuego de un Nuevo Pentecostés, para que nos consagres como apóstoles del Corazón Doloroso e Inmaculado de María y apóstoles de los Últimos Tiempos, protege con tu sombra a la Iglesia católica, salva a las almas del mundo y realiza el reino Inflamado de amor de los Corazones Unidos de Jesús y María. Amén.
Oración al Corazón Doloroso e Inmaculado de María
Doloroso e Inmaculado Corazón de María, habitación pura y santa, cobijad mi alma con vuestra maternal protección. Por este medio, permaneceré fiel a la Voz de Jesús y mi alma podrá corresponder a su amor, y obedecer su Divina Voluntad.
¡Oh, Madre mía!, mi deseo es mantener ante mi vista, sin cesar, vuestra participación de Corredentora. Con este recuerdo viviré íntimamente unido a vuestro Corazón Doloroso e Inmaculado, que siempre permanece totalmente unido al Sagrado Corazón Eucarístico de vuestro Divino Hijo.
Por los méritos de vuestras virtudes y angustias, clavadme a este Divino Corazón, protegedme ahora y siempre. Amén.
Primera Salutación
En honor del 1º Coro Angélico
¡Dios mío! Por la intercesión de San Miguel Arcángel y del Coro Celestial de los SERAFINES, enciende en nuestros corazones una llama de perfecta CARIDAD. Amén.
Un Padre Nuestro, tres Ave María de los Últimos Tiempos y Gloria.
Segunda Salutación
En honor del 2º Coro Angélico
¡Dios mío! por la intercesión de San Miguel Arcángel y del Coro Celestial de los QUERUBINES, danos una verdadera HUMILDAD de corazón. Amén.
Un Padre Nuestro, tres Ave María de los Últimos Tiempos y Gloria.
Tercera Salutación
En honor del 3º Coro Angélico
¡Dios mío! por la intercesión de San Miguel Arcángel y del Coro Celestial de los TRONOS, aumenta en nosotros la FE. Amén.
Un Padre Nuestro, tres Ave María de los Últimos Tiempos y Gloria.
Cuarta Salutación
En honor del 4º Coro Angélico
¡Dios mío! por la intercesión de San Miguel Arcángel y del Coro Celestial de las DOMINACIONES, aviva en nosotros la ESPERANZA. Amén.
Un Padre Nuestro, tres Ave María de los Últimos Tiempos y Gloria.
Quinta Salutación
En honor del 5º Coro Angélico
¡Dios mío! por la intercesión de San Miguel Arcángel y del Coro Celestial de las VIRTUDES, danos el don de la PIEDAD. Amén.
Un Padre Nuestro, tres Ave María de los Últimos Tiempos y Gloria.
Sexta Salutación
En honor del 6º Coro Angélico
¡Dios mío! por la intercesión de San Miguel Arcángel y del Coro Celestial de las POTESTADES, danos el don de CONSEJO. Amén.
Un Padre Nuestro, tres Ave María de los Últimos Tiempos y Gloria.
Séptima Salutación
En honor del 7º Coro Angélico
¡Dios mío! por la intercesión de San Miguel Arcángel y del Coro Celestial de los PRINCIPADOS, danos la PUREZA del alma y del cuerpo. Amén.
Un Padre Nuestro, tres Ave María de los Últimos Tiempos y Gloria.
Octava Salutación
En honor del 8º Coro Angélico
¡Dios mío! por la intercesión de San Miguel Arcángel y del Coro Celestial de los ARCÁNGELES, danos el don de la ORACIÓN. Amén.
Un Padre Nuestro, tres Ave María de los Últimos Tiempos y Gloria.
Novena Salutación
En honor del 9º Coro Angélico
¡Dios mío! por la intercesión de San Miguel Arcángel y del Coro Celestial de los ÁNGELES, danos el don de la PERSEVERANCIA en el bien, hasta la muerte. Amén.
Un Padre Nuestro, tres Ave María de los Últimos Tiempos y Gloria.
Cuatro Padre Nuestro
1ºen honor de San Miguel.
2º en honor de San Gabriel.
3º en honor de San Rafael.
4º en honor del Ángel de la Guarda
Oración:
¡Oh, Glorioso Príncipe San Miguel Arcángel, Jefe Principal de la Milicia Celestial, guardián fidelísimo de las almas, vencedor eficaz de los espíritus rebeldes, ¡fiel servidor en el Palacio del Rey Divino! Eres nuestro admirable vigilante y protector. Tú, que brillas con excelente resplandor y con virtud sobrehumana, líbranos de todo mal.
Con plena confianza recurrimos a ti, asístenos con tu amable protección, para que seamos más y más fieles al servicio de Dios, todos los días de nuestra vida. Amén.
V/. Ruega por nosotros, ¡Oh, Glorioso San Miguel,¡Príncipe de la Iglesia de Jesucristo!
R/. Para que seamos dignos de alcanzar sus promesas. Amén.
¡Omnipotente y Eterno Dios! te adoramos y bendecimos, porque en tu maravillosa bondad y con el misericordioso deseo de salvar a las almas del género humano, has escogido al glorioso Arcángel San Miguel, como Príncipe de tu Iglesia.
Humildemente te suplicamos, Padre Celestial, que por su intervención nos libres de nuestros enemigos, y en la hora de la muerte no permitas que ningún espíritu maligno se nos acerque para perjudicar nuestras almas. ¡Oh, Dios y Señor nuestro! guíanos por medio de este mismo Arcángel. Envíale a que nos conduzca a la presencia de tu Excelsa y Divina Majestad.
Te lo pedimos por los méritos de Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
Una Salve por las Intenciones de Nuestra Señora
Dios te salve, Reina y Madre de misericordia, vida, dulzura y esperanza nuestra. Dios te salve. A Ti clamamos los desterrados hijos de Eva, a Ti suspiramos, gimiendo y llorando en este valle de lágrimas.
Ea, pues, Señora, Abogada Nuestra, vuelve a nosotros tus ojos misericordiosos, y después de este destierro, muéstranos a Jesús, fruto bendito de tu Vientre.
¡Oh, Clemente! ¡Oh, Piadosa! ¡Oh, Dulce Virgen María! Ruega por nosotros, Santa Madre de Dios, para que seamos dignos de alcanzar las promesas de nuestro Señor Jesucristo. Amén.
LETANÍA DE SAN MIGUEL ARCÁNGEL
Señor, ten piedad de nosotros. R. se repite
Jesucristo, ten piedad de nosotros.
Señor, ten piedad de nosotros.
Jesucristo, óyenos. R. se repite
Jesucristo, escúchanos,
Dios Padre celestial, ten piedad de nosotros.
Dios Hijo, Redentor del mundo, ten piedad de nosotros.
Dios Espíritu Santo, ten piedad de nosotros.
Santísima Trinidad, que eres un solo Dios, ten piedad de nosotros.
Santa María, Reina de los Ángeles, R. ruega por nosotros
San Miguel,
San Miguel, lleno de la gracia de Dios,
San Miguel, Vencedor de Lucifer,
San Miguel, Ángel de la fe y de la humildad,
San Miguel, perfecto adorador del Verbo Divino,
San Miguel, coronado de honor y gloria,
San Miguel, poderoso Príncipe de los ejércitos del Señor,
San Miguel, portaestandarte de la Santísima Trinidad,
San Miguel, guardián del Paraíso,
San Miguel, guía y consolador del pueblo israelita,
San Miguel, esplendor y fortaleza de la Iglesia militante,
San Miguel, honra y alegría de la Iglesia triunfante,
San Miguel, luz de los ángeles,
San Miguel, baluarte de los cristianos,
San Miguel, fuerza de los que combaten bajo el estandarte de la Cruz,
San Miguel, luz y confianza de las almas en el último momento de la vida,
San Miguel, socorro seguro,
San Miguel, nuestro auxilio en todas las adversidades,
San Miguel, Patrono de los moribundos,
San Miguel, Compañero de las almas de los difuntos,
San Miguel, Preservador de la santa unción,
San Miguel, heraldo de la sentencia eterna,
San Miguel, consolador de las almas que están en el Purgatorio,
San Miguel, a quien el Señor encomendó recibir las almas después de la muerte,
San Miguel, nuestro Príncipe,
San Miguel, nuestro Abogado,
Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo, perdónanos, Señor.
Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo, escúchanos, Señor.
Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo, ten misericordia de nosotros.
Oremos:
Señor Jesús, santifícanos con una bendición siempre nueva y concédenos, por la intercesión de San Miguel, aquella sabiduría que nos enseña a juntar riquezas en el cielo, y cambiar los bienes temporales por los de la eternidad.
Tú, que vives y reinas por todos los siglos de los siglos. Amén.
Oremos:
¡Oh, San Miguel Arcángel! Patrono del Apostolado de los Sagrados Corazones Unidos de Jesús y de María, ruega por los apóstoles de los Últimos Tiempos, Ejército de María, para que seamos dignos de las promesas del Sagrado Corazón Eucarístico de Jesús y del Doloroso e Inmaculado Corazón de María. Amén.
Oración al Arcángel San Miguel
San Miguel Arcángel, defiéndenos en la batalla, sé nuestro amparo contra la perversidad y asechanzas del demonio. Reprímale, Dios, pedimos suplicantes, y tú, Príncipe de la Milicia Celestial, arroja al infierno, con el Divino Poder, a satanás y a los otros espíritus malignos que andan dispersos por el mundo para la perdición de las almas. Amén.
¡Glorioso San Miguel Arcángel protégenos!
¡Glorioso San Miguel Arcángel!
Con tu luz ilumínanos
Con tus alas protégenos
Con tu espada defiéndenos En la Divina Voluntad
Consagraciones a San Miguel Arcángel Consagración de la Persona
Yo (…), me consagro a San Miguel Arcángel y a los Coros Angélicos, de parte de Dios Padre, Hijo y Espíritu Santo y María Santísima. San Miguel, Jefe Principal de la Milicia Celestial, toma posesión de mí, represéntame, protégeme, defiéndeme, bajo tu mando quedo. ¿Quién como Dios? Me pongo bajo tu protección por mi propia voluntad hasta la eternidad.
Consagración a los Santos Ángeles
Santos Ángeles de Dios, en la presencia de Dios Uno y Trino y en el amor de Jesucristo, mi Señor y Redentor, yo (…) pobre pecador, quiero establecer hoy una alianza con ustedes, sus siervos, para que, en comunión con ustedes, pueda dedicarme con humildad y fortaleza a la gloria de Dios y a la venida de Su Reino.
Por eso les suplico encarecidamente que me asistan de modo particular:
- en la reverente adoración a Dios y al Santísimo Sacramento del Altar,
- en la contemplación de la Palabra y de las obras salvíficas de Dios,
- en el seguimiento de Cristo y el amor a su Cruz en espíritu de expiación,
- en el fiel cumplimiento de mi misión en la Iglesia, sirviendo a ejemplo de María, mi Madre Celestial y su Reina.
Y tú, mi buen Ángel de la Guarda, que ves continuamente el rostro de nuestro Padre que está en el cielo (cf. Mt 18,10), Dios me ha confiado a ti desde el inicio de mi vida.
Te agradezco de todo corazón por tu amoroso cuidado. A ti me entrego y te prometo mi amor y fidelidad.
Te pido: protégeme contra mi propia debilidad y contra los ataques de los espíritus malignos. Ilumina mi espíritu y mi corazón para que conozca y cumpla siempre la Voluntad de Dios. Y guíame a la unión con Dios, Padre, Hijo y Espíritu Santo. Amén.
† En el Nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.