Devoción de la Visita de los Siete Templos del Apostolado

Devoción de la Visita de los Siete Templos del Apostolado

adaptado de los Llamados de Amor y de Conversión por Manuel de Jesús

La visita a los 7 Templos el Jueves Santo es una tradición muy antigua, se trata de  que los fieles católicos peregrinan por 7 Iglesias (donde no se pueda, se pueden hacer las 7 visitas en la misma Iglesia) para adorar al Sagrado Corazón Eucarístico de Jesús presente verdaderamente, real, substancialmente, en la Hostia Consagrada; la cual se guarda en cada Iglesia, en un sagrario adornado en el Monumento de la Reserva del Santísimo Sacramento, y embellecido con flores, en recuerdo de la institución de la Eucaristía el día Jueves Santo. Y así acompañar, afectiva y devotamente a Jesús, en los pasos de su Pasión hasta el Viernes Santo en que recordamos su Muerte Gloriosa.

En este ejercicio piadoso se puede ganar una indulgencia plenaria, confesando y comulgando en la Semana Santa o en la siguiente semana.

“¡Está tan callado y tan quieto el Señor en el Sagrario, que parece que en el no pide otro homenaje que el de nuestra adoración en silencio!”

(San Manuel González, Obispo)

Devoción de la Visita de los Siete Templos del Apostolado

(para orar cada jueves de cuaresma y en jueves santo)

¡Ave María Purísima, sin pecado original concebida!

Por la señal de la Santa Cruz

de nuestros enemigos

líbranos, Señor, Dios nuestro.

† En el Nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Abre Señor mis labios y mi boca proclamará tus alabanzas.

Ven ¡Oh, Dios! en mi ayuda. Señor, date prisa en socorrerme.

Acto de Contrición

Señor mío, Jesucristo, Dios y hombre verdadero, Creador, Padre y Redentor mío; por ser Tú quién eres y porque te amo sobre todas las cosas, me arrepiento de todo corazón de todo lo malo que he hecho y de todo lo bueno que he dejado de hacer, porque pecando te he ofendido a Ti, que eres el Sumo Bien y digno de ser amado sobre todas las cosas.

Ofrezco mi vida, obras y trabajos en satisfacción de mis pecados. Propongo firmemente, con la ayuda de tu gracia, hacer penitencia, no volver a pecar y huir de las ocasiones de pecado. Señor, por los méritos de tu Pasión y Muerte, con los cuales Tú expiaste por mis pecados, ofreciendo un dolor tan grande e intenso que te hizo sudar Sangre, apiádate de mí. 

Madre mía del Cielo, alcánzame de Jesús este suspirado perdón. Amén.

Oración de Invocación al Espíritu Santo (dictada el 28 de octubre de 2014)

Ven, mi Dios Espíritu Santo, a través de la poderosa intercesión del Corazón Doloroso e Inmaculado de María, tu amadísima Esposa.

Ven, mi Dios Espíritu Santo, a través de la poderosa intercesión del Corazón Doloroso e Inmaculado de María, tu amadísima Esposa. 

Ven, mi Dios Espíritu Santo, a través de la poderosa intercesión del Corazón Doloroso e Inmaculado de María, tu amadísima Esposa. 

Oración

Ven, Espíritu Santo, llena los corazones de tus fieles y enciende en ellos el Fuego de tu Amor.    

V/. Envía tu Espíritu y todo será creado. R/. Y renovarás la faz de la tierra. 

Oración

¡Oh, Dios! que iluminaste los corazones de tus hijos con la Luz del Espíritu Santo, haznos dóciles a sus inspiraciones para gustar siempre el bien y gozar de su consuelo, por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.

Oración al Divino Espíritu Santo (dictada el 15 de agosto de 2014)

Divino Esposo de María Santísima, mi Dios y Señor Espíritu Santo, enciende en cada alma el Fuego de un Nuevo Pentecostés, para que nos consagres como apóstoles del Corazón Doloroso e Inmaculado de María y apóstoles de los Últimos Tiempos, protege con tu sombra a la Iglesia católica, salva a las almas del mundo y realiza el reino Inflamado de amor de los Corazones Unidos de Jesús y María. Amén.

Credo de los Apóstoles

Creo en Dios, Padre Todopoderoso, Creador del Cielo y de la tierra. Creo en Jesucristo, su único Hijo, nuestro Señor, que fue concebido por obra y gracia del Espíritu Santo, nació de Santa María Virgen, padeció bajo el poder de Poncio Pilato, fue crucificado, muerto y sepultado, descendió a los infiernos, al tercer día resucitó de entre los muertos, subió a los cielos y está sentado a la derecha de Dios, Padre Todopoderoso. Desde allí ha de venir a juzgar a vivos y muertos.

Creo en el Espíritu Santo, la santa Iglesia católica, la comunión de los santos, el perdón de los pecados, la resurrección de la carne y la vida eterna. Amén.

Primer Templo:

La Agonía de Jesús en el Huerto de los Olivos

Del Evangelio según San Marcos 14, 32-36

Llegaron a una propiedad, cuyo nombre es Getsemaní, y dice a sus discípulos: “Siéntense aquí, mientras yo hago oración”. Toma consigo a Pedro, Santiago y Juan, y comenzó a sentir pavor y angustia. Y les dice: “Mi alma está triste hasta el punto de morir; quédense aquí y velen”. Y adelantándose un poco, caía en tierra y suplicaba que a ser posible pasara de Él aquella hora. Y decía: “¡Abbá, Padre!; todo es posible para ti; aparta de mí esta copa; pero no sea lo que Yo quiero, sino lo que quieras Tú”.

Oración

Sagrado Corazón Eucarístico de Jesús, dirijo mi corazón hacía el Huerto de Getsemaní, consuelo y acompaño tu Sagrado Corazón Eucarístico lleno de angustia. Te contemplo, Redentor Mío, postrado en tierra con el Rostro bañado en Sangre y tu Corazón exprimido como el olivo, dando el suave fruto del perdón.

Jesús, te amo por todos los hombres, te pido perdón por todos los pecados de la humanidad, y quiero consolar y reparar tu Sagrado Corazón Eucarístico y al Doloroso e Inmaculado Corazón de María, mi Dulce Mamá Dolorosa, en la Agonía del Huerto.

Ofrezco al Padre sus lágrimas, sus dolores, sus mismos sacratísimos Corazones Agonizantes, por la venida del Nuevo Reino Eucarístico. Amén, Fiat.

Padre Nuestro

Padre nuestro que estás en el cielo, santificado sea tu Nombre; venga a nosotros tu Reino; hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo.

Danos hoy nuestro pan de cada día; perdona nuestras deudas, como nosotros perdonamos a nuestros deudores; no nos dejes caer en la tentación, y líbranos del maligno. Amén.

Ave María de los Últimos Tiempos:

Dios te salve, María, llena eres de Gracia, el Señor está contigo. Bendita Tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el Fruto de tu Vientre, Jesús.

Santa María, Madre de Dios y Madre nuestra, Corredentora de las almas, ruega por nosotros pecadores, y derrama el efecto de Gracia de tu Llama de Amor, de tu Doloroso e Inmaculado Corazón, sobre toda la humanidad, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.

Jaculatoria

Sagrado Corazón Eucarístico de Jesús, perdónanos y salva al mundo, Amén.

Corazón Doloroso e Inmaculado de María, ruega por nosotros que nos refugiamos en Ti, Amén.

SEGUNDO Templo:

Jesús en casa de Anas

Del Evangelio según San Juan 18,12-24

«Entonces la cohorte, el tribuno y los guardias de los judíos prendieron a Jesús, le ataron y le llevaron primero a casa de Anás, pues era el suegro de Caifás, el Sumo Sacerdote de aquel año.

Seguían a Jesús Simón Pedro y otro discípulo. El discípulo era conocido del Sumo Sacerdote y entró con Jesús en el atrio del Sumo Sacerdote, mientras Pedro se quedaba fuera, junto a la puerta.

Entonces salió el otro discípulo, el conocido del Sumo Sacerdote, habló a la portera e hizo pasar a Pedro.

El Sumo Sacerdote interrogó a Jesús sobre sus discípulos y su doctrina. Jesús le respondió: He hablado abiertamente ante todo el mundo. he enseñado siempre en la sinagoga y en el Templo, donde se reúnen todos los judíos, y no he hablado nada a ocultas. ¿Por qué me preguntas? Pregunta a los que me han oído lo que les he hablado, ellos saben lo que he dicho.

Apenas dijo esto, uno de los guardias que allí estaba, dio una bofetada a Jesús, diciendo: ¿Así contestas al Sumo Sacerdote?

Jesús le respondió: Si he hablado mal, declara lo que está mal; pero si he hablado bien ¿por qué pegas?

Anás entonces le envió atado al Sumo Sacerdote Caifás.»

Oración

Mi Divino Prisionero, te amo, te adoro, te bendigo, te reparo, te consuelo en tu Sufrimiento durante el juicio del Sanedrín.

Tomo tus dolores, tu angustia, tus lágrimas y los ofrezco al Padre Tierno y Misericordioso en reparación. Tomo la solemnidad del momento cuando declaraste tu divinidad como Hijo del Dios viviente, para amarte a ti Mismo con tu Misma Majestad y Divinidad. Amén, Fiat.

Padre Nuestro

Padre nuestro que estás en el cielo, santificado sea tu Nombre; venga a nosotros tu Reino; hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo.

Danos hoy nuestro pan de cada día; perdona nuestras deudas, como nosotros perdonamos a nuestros deudores; no nos dejes caer en la tentación, y líbranos del maligno. Amén.

Ave María de los Últimos Tiempos:

Dios te salve, María, llena eres de Gracia, el Señor está contigo. Bendita Tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el Fruto de tu Vientre, Jesús.

Santa María, Madre de Dios y Madre nuestra, Corredentora de las almas, ruega por nosotros pecadores, y derrama el efecto de Gracia de tu Llama de Amor, de tu Doloroso e Inmaculado Corazón, sobre toda la humanidad, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.

Jaculatoria

Sagrado Corazón Eucarístico de Jesús, perdónanos y salva al mundo, Amén.

Corazón Doloroso e Inmaculado de María, ruega por nosotros que nos refugiamos en Ti, Amén.

TERCER Templo:

Jesús en casa de Caifas

Del Evangelio según San Juan 18, 24-28

Anás entonces le envió atado a Caifás el sumo sacerdote. Simón Pedro estaba de pie, calentándose; entonces le dijeron: ¿No eres tú también uno de sus discípulos? El lo negó y dijo: No lo soy. Uno de los siervos del sumo sacerdote, que era pariente de aquel a quien Pedro le había cortado la oreja, dijo: ¿No te vi yo en el huerto con El? Y Pedro lo negó otra vez, y al instante cantó un gallo. Entonces llevaron a Jesús de casa de Caifás al Pretorio. Era muy de mañana. Y ellos no entraron al Pretorio para no contaminarse y poder comer la Pascua.

Oración

Reparo y consuelo tu Sagrado Corazón Eucarístico por los hombres que suplican Misericordia, en cualquier tipo de esclavitud y prisión en el mundo.

Jesús, solo pronuncia:  ̈Yo Soy ̈ , para que la humanidad vuelva a Ti y seamos transformados en el Reino Nuevo Eucarístico, por el Doloroso e Inmaculado Corazón de María. Amén, Fiat.

Padre Nuestro

Padre nuestro que estás en el cielo, santificado sea tu Nombre; venga a nosotros tu Reino; hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo. 

Danos hoy nuestro pan de cada día; perdona nuestras deudas, como nosotros perdonamos a nuestros deudores; no nos dejes caer en la tentación, y líbranos del maligno. Amén.

Ave María de los Últimos Tiempos:

Dios te salve, María, llena eres de Gracia, el Señor está contigo. Bendita Tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el Fruto de tu Vientre, Jesús.

Santa María, Madre de Dios y Madre nuestra, Corredentora de las almas, ruega por nosotros pecadores, y derrama el efecto de Gracia de tu Llama de Amor, de tu Doloroso e Inmaculado Corazón, sobre toda la humanidad, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.

Jaculatoria

Sagrado Corazón Eucarístico de Jesús, perdónanos y salva al mundo, Amén.

Corazón Doloroso e Inmaculado de María, ruega por nosotros que nos refugiamos en Ti, Amén.

CUARTO Templo:

Jesús frente a Pilato

Del Evangelio según San Lucas 23, 1-7

Se levantaron todos ellos y le llevaron ante Pilato.

Comenzaron a acusarle diciendo: «Hemos encontrado a éste alborotando a nuestro pueblo, prohibiendo pagar tributos al César y diciendo que él es Cristo rey.»

Pilato le preguntó: «¿Eres tú el rey de los judíos?» Él le respondió: «Sí, tú lo dices.»

Pilato dijo a los sumos sacerdotes y a la gente: «Ningún delito encuentro en este hombre.»

Pero ellos insistían diciendo: «Solivianta al pueblo con sus enseñanzas por toda Judea, desde Galilea, donde comenzó, hasta aquí.»

Al oír esto, Pilato preguntó si aquel hombre era galileo.

Y, al saber que era de la jurisdicción de Herodes, le remitió a Herodes, que por aquellos días estaba también en Jerusalén.

Oración

Jesús, te amo, te adoro, te reparo, te consuelo, te bendigo, en tus juicios ante Pilato y Herodes.

Por tus juicios Jesús, Divino Prisionero, líbranos de la indiferencia, líbranos de lavarnos las manos ante la injusticia de los derechos de la Iglesia y de Dios. Amén, Fiat.

Padre Nuestro

Padre nuestro que estás en el cielo, santificado sea tu Nombre; venga a nosotros tu Reino; hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo. 

Danos hoy nuestro pan de cada día; perdona nuestras deudas, como nosotros perdonamos a nuestros deudores; no nos dejes caer en la tentación, y líbranos del maligno. Amén.

Ave María de los Últimos Tiempos:

Dios te salve, María, llena eres de Gracia, el Señor está contigo. Bendita Tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el Fruto de tu Vientre, Jesús.

Santa María, Madre de Dios y Madre nuestra, Corredentora de las almas, ruega por nosotros pecadores, y derrama el efecto de Gracia de tu Llama de Amor, de tu Doloroso e Inmaculado Corazón, sobre toda la humanidad, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.

Jaculatoria

Sagrado Corazón Eucarístico de Jesús, perdónanos y salva al mundo, Amén.

Corazón Doloroso e Inmaculado de María, ruega por nosotros que nos refugiamos en Ti, Amén.

QUINTO Templo:

Jesús frente a Herodes

Del Evangelio según San Lucas 23, 8-11

Cuando Herodes vio a Jesús se alegró mucho, pues hacía largo tiempo que deseaba verle por las cosas que oía de él, y esperaba que hiciera algún signo en su presencia.

Le hizo numerosas preguntas, pero él no respondió nada.

Estaban allí los sumos sacerdotes y los escribas acusándole con insistencia.

Pero Herodes con su guardia, después de despreciarle y burlarse de él, le puso un espléndido vestido y le remitió a Pilato.

Oración

Concede al corazón del mundo la humildad. Para que reconociéndose pecador se convierta. Para que en el mundo se haga la realidad del Reino de la paz y de la reconciliación. Reino, que vendrá por medio del Triunfo del Corazón Doloroso e Inmaculado de María. Amén, Fiat.

Padre Nuestro

Padre nuestro que estás en el cielo, santificado sea tu Nombre; venga a nosotros tu Reino; hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo. 

Danos hoy nuestro pan de cada día; perdona nuestras deudas, como nosotros perdonamos a nuestros deudores; no nos dejes caer en la tentación, y líbranos del maligno. Amén.

Ave María de los Últimos Tiempos:

Dios te salve, María, llena eres de Gracia, el Señor está contigo. Bendita Tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el Fruto de tu Vientre, Jesús.

Santa María, Madre de Dios y Madre nuestra, Corredentora de las almas, ruega por nosotros pecadores, y derrama el efecto de Gracia de tu Llama de Amor, de tu Doloroso e Inmaculado Corazón, sobre toda la humanidad, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.

Jaculatoria

Sagrado Corazón Eucarístico de Jesús, perdónanos y salva al mundo, Amén.

Corazón Doloroso e Inmaculado de María, ruega por nosotros que nos refugiamos en Ti, Amén.

SEXTO Templo:

Jesús nuevamente frente a Pilato

Del Evangelio según San Lucas 23, 12-24

Aquel día Herodes y Pilato se hicieron amigos, pues antes estaban enemistados.

Pilato convocó a los sumos sacerdotes, a los magistrados y al pueblo y les dijo: «Me habéis traído a este hombre como alborotador del pueblo, pero yo le he interrogado delante de vosotros y no he hallado en él ninguno de los delitos de que le acusáis. Ni tampoco Herodes, porque nos lo ha remitido. Nada ha hecho, pues, que merezca la muerte.

Así que le daré un escarmiento y le soltaré.»

Toda la muchedumbre se puso a gritar a una: «¡Fuera ése, suéltanos a Barrabás!» Éste había sido encarcelado por un motín que hubo en la ciudad y por asesinato.

Pilato les habló de nuevo, con la intención de librar a Jesús, pero ellos seguían gritando: «¡Crucifícale, crucifícale!»

Por tercera vez les dijo: «Pero ¿qué mal ha hecho éste? No encuentro en él ningún delito que merezca la muerte; así que le dare un escarmiento y le soltaré.»

Pero ellos insistían pidiendo a grandes voces que fuera crucificado y arreciaban en sus gritos.

Pilato sentenció que se cumpliera su demanda.

Oración

Jesús, te amo, te adoro, te consuelo, te reparo, te bendigo, te acompaño en tu Vía Dolorosa por mí y por todos.

Tomo tu Obediencia total al Padre Tierno y Misericordioso en el momento de tu Fiat, al tomar sobre Ti la Cruz para redimirnos.

Jesús a tus apóstoles eucarísticos dáles la gracia de compartir tus sufrimientos, tus Dolores en la vida cotidiana. Con la Cruz Gloriosa en nuestro pecho ayúdanos a ser instrumentos de paz y de amor.

Jesús, quiero consolar y reparar tu Sagrado Corazón, cargando la Cruz, y con tu Santísimo Rostro Cansado, por medio del Corazón Doloroso e Inmaculado de María y por el sufrimiento de tu condenación a muerte en Cruz, tráenos el Reino Eucarístico de tu Sagrado Corazón. Amén, Fiat.

Padre Nuestro

Padre nuestro que estás en el cielo, santificado sea tu Nombre; venga a nosotros tu Reino; hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo. 

Danos hoy nuestro pan de cada día; perdona nuestras deudas, como nosotros perdonamos a nuestros deudores; no nos dejes caer en la tentación, y líbranos del maligno. Amén.

Ave María de los Últimos Tiempos:

Dios te salve, María, llena eres de Gracia, el Señor está contigo. Bendita Tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el Fruto de tu Vientre, Jesús.

Santa María, Madre de Dios y Madre nuestra, Corredentora de las almas, ruega por nosotros pecadores, y derrama el efecto de Gracia de tu Llama de Amor, de tu Doloroso e Inmaculado Corazón, sobre toda la humanidad, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.

Jaculatoria

Sagrado Corazón Eucarístico de Jesús, perdónanos y salva al mundo, Amén.

Corazón Doloroso e Inmaculado de María, ruega por nosotros que nos refugiamos en Ti, Amén.

SÉPTIMO Templo:

Jesús es Sepultado

Del Evangelio según San Mateo 27, 59-61

José, tomando el cuerpo de Jesús, lo envolvió en una sábana limpia, lo puso en el sepulcro nuevo que se había excavado en una roca, rodó una piedra grande a la entrada del sepulcro y se marchó. María Magdalena y la otra María se quedaron allí sentadas enfrente del sepulcro.

Oración

Jesús mío, muerto y sepultado, te amo, te adoro, te bendigo, te beso, te consuelo, te reparo, te abrazo en Divina Voluntad, y por medio del Corazón Doloroso e Inmaculado de Mi Mamá en su soledad.

Jesús, Tú te has hecho el más pequeño entre los hombres, te has dejado caer en la tierra como un grano de trigo. Ahora, de este grano ha germinado el árbol de la Vida, que abraza el universo.

Sagrado Corazón Eucarístico de Jesús muerto y sepultado, en todos los Tabernáculos del mundo haz que, así como las piadosas mujeres fueron temprano a tu tumba con bálsamo y ungüentos, también nosotros, apóstoles de tu Sagrado Corazón, vengamos hacía Ti, con los aromas y perfumes de nuestro pobre amor, reparación y sincera conversión.

Jesús, en los Tabernáculos de las iglesias Tú esperas, esperas anhelante a alguien que sepa hacerse pequeño y humilde como Tú en la Eucaristía, adorarte y testimoniar, como auténtico apóstol, tu amor delante de los hombres, reconocerte en el pobre y en el que sufre. Haz que cada uno de nosotros se convierta en apóstol adorador y testigo tuyo, en el Misterio del Sagrario y en el sacramento del hombre hambriento, sediento, enfermo.

A Ti, Jesús del Rostro Sereno, en la rígida solemnidad de la muerte, nuestro amor reparador y nuestra adoración, por medio del Corazón Doloroso e Inmaculado de María, en esta hora tardía de los Últimos Tiempos y en el día que no conoce ocaso. Amén, Fiat.

Padre Nuestro

Padre nuestro que estás en el cielo, santificado sea tu Nombre; venga a nosotros tu Reino; hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo. 

Danos hoy nuestro pan de cada día; perdona nuestras deudas, como nosotros perdonamos a nuestros deudores; no nos dejes caer en la tentación, y líbranos del maligno. Amén.

Ave María de los Últimos Tiempos:

Dios te salve, María, llena eres de Gracia, el Señor está contigo. Bendita Tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el Fruto de tu Vientre, Jesús.

Santa María, Madre de Dios y Madre nuestra, Corredentora de las almas, ruega por nosotros pecadores, y derrama el efecto de Gracia de tu Llama de Amor, de tu Doloroso e Inmaculado Corazón, sobre toda la humanidad, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.

Jaculatoria

Sagrado Corazón Eucarístico de Jesús, perdónanos y salva al mundo, Amén.

Corazón Doloroso e Inmaculado de María, ruega por nosotros que nos refugiamos en Ti, Amén.

Antífona

Bendito y alabado sea el Sagrado Corazón de Jesús, verdaderamente presente en el Santísimo Sacramento del Altar.

R: Sea por siempre bendito y alabado.

Alabanzas en Reparación de las Blasfemias

Bendito sea Dios.

Bendito sea su santo Nombre.

Bendito sea Jesucristo verdadero Dios y verdadero Hombre.

Bendito sea el Nombre de Jesús.

Bendito sea su Sacratísimo Corazón.

Bendita sea su Preciosísima Sangre.

Bendito sea Jesús en el Santísimo Sacramento del Altar.

Bendito sea el Espíritu Santo Paráclito.

Bendita sea la excelsa Madre de Dios, María Santísima.

Bendita sea su Santa e Inmaculada Concepción.

Bendita sea su Gloriosa Asunción.

Bendito sea el Nombre de María, Virgen y Madre

Bendito sea San José, su castísimo Esposo.

Bendito sea Dios, en sus ángeles y en sus santos.

Oración

Oh Dios, que nos dejaste en este admirable Sacramento el memorial de tu Pasión, concédenos la gracia de venerar de tal manera estos sagrados misterios de tu Cuerpo y de tu Sangre, que experimentemos constantemente en nosotros los frutos de tu Redención. Tú que vives y reinas por los siglos de los siglos. Amén.

Stabat Mater Dolorosa

Estaba la Madre dolorosa,
llorando junto a la Cruz,
de la que pendía su Hijo.

Su alma quejumbrosa,
apésadumbrada y gimiente,
atravesada por una espada.

¡Qué triste y afligida,
estaba la bendita Madre
del Hijo unigénito!

Se lamentaba y afligía
y temblaba viendo sufrir
a su Divino Hijo.

¿Qué hombre no lloraría
viendo a la Madre de Cristo
en tan gran suplicio?

¿Quién no se entristecería,
al contemplar a la querida Madre,
sufriendo con su Hijo?

Por los pecados de su pueblo,
vio a Jesús en el tormento,
y sometido a azotes.

Ella vio a su dulce Hijo
entregar el espirítu
y morir desamparado.

¡Madre, fuente de amor,
hazme sentir todo tu dolor
para que llore contigo!

Haz que arda mi corazónen
el amor a Cristo Señor,
para que así le complazca.

¡Santa María, hazlo así!
Graba las heridas del Cruficicado
profundamente en mi corazón.

Comparte conmigo las penas de tu Hijo querido,
que se ha dignado
a sufrir la pasión por mi.

Haz que llore contigo,
que sufra con el Crucificado
mientras viva.

Deseo permanecer contigo,
cerca de la Cruz,
y compartir tu dolor.

Virgen excelsa entre las virgines,
no seas amarga conmigo,
haz que contigo me lamente.

Haz que soporte la muerte de Cristo,
haz que comparta Su pasión
y contemple Sus heridas.

Haz que sus heridas me hieran,
embriagadas por esta Cruz,
y por el amor de tu Hijo.
Inflamado y ardiendo,
que sea por ti defendido, oh Virgen,
en el día del Juicio.

Haz que sea protegido por la Cruz,
fortificado por la muerte de Cristo,
fortalecido por la gracia.

Cuando muera mi cuerpo,
haz que se conceda a mi alma
la gloria del paraíso.
Amén.

† En el Nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.