El Desposorio de la Virgen María y San José

El Desposorio de la Virgen María y San José

23 de enero

Cuando la vida de María y la de José se unen, el culmen de la historia está más próximo que nunca.

Hoy celebramos la unión matrimonial de los padres terrestres del Salvador del Mundo.

El Hijo de Dios hecho hombre, Mesías de Israel y Redentor del mundo, ha de nacer y crecer en el seno de una familia.

El desposorio de San José y María Santísima

«El evangelio de Lucas, al presentar a María como virgen, añade que estaba «desposada con un hombre llamado José, de la casa de David» (Lc1, 27). Estas informaciones parecen, a primera vista, contradictorias».

«Hay que notar que el término griego utilizado en este pasaje no indica la situación de una mujer que ha contraído el matrimonio y por tanto vive en el estado matrimonial, sino la del noviazgo. Pero, a diferencia de cuanto ocurre en las culturas modernas, en la costumbre judaica antigua la institución del noviazgo preveía un contrato y tenía normalmente valor definitivo: efectivamente, introducía a los novios en el estado matrimonial si bien el matrimonio se cumplía plenamente cuando el joven conducía a la muchacha a su casa».

«En el momento de la Anunciación, María se halla, pues, en la situación de esposa prometida. Nos podemos preguntar por qué había aceptado el noviazgo, desde el momento en que tenía el propósito de permanecer virgen para siempre. Lucas es consciente de esta dificultad, pero se limita a registrar la situación sin aportar explicaciones. El hecho de que el evangelista, aun poniendo de relieve el propósito de virginidad de María, la presente igualmente como esposa de José, constituye un signo de que ambas noticias son históricamente dignas de crédito».

«Se puede suponer que, entre José y María, en el momento de comprometerse, existiese un entendimiento sobre el proyecto de vida virginal. Por lo demás, el Espíritu Santo, que había inspirado en María la opción de la virginidad con miras al misterio de la Encarnación y quería que ésta acaeciese en un contexto familiar idóneo para el crecimiento del Niño, pudo muy bien suscitar también en José el ideal de la virginidad».

«El ángel del Señor, apareciéndosele en sueños, le dice: «José, hijo de David, no temas tomar contigo a María tu mujer porque lo engendrado en Ella es del Espíritu Santo» (Mt 1, 20). De esta forma recibe la confirmación de estar llamado a vivir de modo totalmente especial el camino del matrimonio. A través de la comunión virginal con la mujer predestinada para dar a luz a Jesús, Dios lo llama a cooperar en la realización de su designio de salvación».

«El tipo de matrimonio hacia el que el Espíritu Santo orienta a María y a José es comprensible sólo en el contexto del plan salvífico y en el ámbito de una elevada espiritualidad. La realización concreta del misterio de la Encarnación exigía un nacimiento virginal que pusiese de relieve la filiación divina y, al mismo tiempo, una familia que pudiese asegurar el desarrollo normal de la personalidad del Niño».

«José y María, precisamente en vista de su contribución al misterio de la Encarnación del Verbo, recibieron la gracia de vivir juntos el carisma de la virginidad y el don del matrimonio. La comunión de amor virginal de María y José, aun constituyendo un caso especialísimo, vinculado a la realización concreta del misterio de la Encarnación, sin embargo, fue un verdadero matrimonio».

«La dificultad de acercarse al misterio sublime de su comunión esponsal ha inducido a algunos, ya desde el siglo II, a atribuir a José una edad avanzada y a considerarlo el custodio de María, más que su esposo. Es el caso de suponer, en cambio, que no fuese entonces un hombre anciano, sino que su perfección interior, fruto de la gracia, lo llevase a vivir con afecto virginal la relación esponsal con María».

«La cooperación de José en el misterio de la Encarnación comprende también el ejercicio del papel paterno respecto de Jesús. Dicha función le es reconocida por el ángel que, apareciéndosele en sueños, le invita a poner el nombre al Niño: «Dará a luz un hijo y tú le pondrás por nombre Jesús, porque él salvará a su pueblo de sus pecados» (Mt 1, 21)».

Juan Pablo II (siglo XX), Catequesis mariana en la audiencia del 21-VIII-1996.

LAC Desposorio de San Jose y la Virgen Maria

23 de enero de 2023 – LLAMADO DE AMOR Y CONVERSIÓN DE DIOS PADRE TIERNO Y MISERICORDIOSO

Pequeño esposo Trinitario:

El origen de este desposorio místico es la unión total del alma con su Creador, pero este Don del desposorio Trinitario solamente lo había otorgado a la Inmaculada Virgen y, después, fue reservado para estos Últimos Tiempos. Está Gracia de la alianza esponsal con la Santísima Trinidad te ha sido concedida en Misericordia y como primicia.

Pequeño Jesús-María, alma esposa nuestra, deseo hablar sobre el cumplimiento de la profecía ––dada también a ti en el secreto, como el Triunfo de la Palabra de Dios. El Santo Padre instituyendo el Domingo de la Palabra confirma mis Llamados de Amor, pues el Evangelio triunfará, el triunfo de Jesús y de María también es el triunfo definitivo del Evangelio.

Todos los apóstoles de los Sagrados Corazones Unidos deben meditar y amar la Palabra. Mi Apostolado será un instrumento esencial para el gran triunfo del Evangelio en toda la Iglesia y en toda la tierra.

Te bendigo y te amo, pequeño Jesús-María, alma esposa y ofrenda víctima de los Sagrados Corazones Unidos y de la Santísima Trinidad.

En el Nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Ave María Purísima, sin pecado original concebida.

Anuncio de dos Fechas Importantes que Dios Padre Tierno y Misericordioso ha pedido añadir en nuestro calendario del Apostolado de los Sagrados Corazones Unidos de Jesús y de María:

 ––TERCER DOMINGO ORDINARIO, DOMINGO DE LA PALABRA Y DEL TRIUNFO DEL EVANGELIO

 ––23 DE ENERO, DÍA DEL SANTO DESPOSORIO DE MARÍA Y SAN JOSÉ

22 de marzo de 2023 – LLAMADO DE AMOR Y CONVERSIÓN DEL CASTO Y AMANTE CORAZÓN DE SAN JOSÉ

 Querido hijo, pequeña víctima de amor que se ofrece al Padre Misericordioso para que el Reinado de Jesús y de María venga a todos los corazones.

Yo soy San José, descendiente del linaje del santo Rey David, desde antes de mi desposorio con Nuestra Señora realice un voto de virginidad ante el Padre. El Padre, todo misericordioso, me escogió para ser custodio, esposo virgen y esclavo por amor del Corazón Doloroso e Inmaculado de Nuestra Señora.

La Santísima Trinidad es quien me envía a manifestarme, en este tiempo, como el Casto y Amante Corazón de San José, como el modelo y perfecto ejemplo de un apóstol de los Sagrados Corazones Unidos de la Madre y del Hijo.

Dichosos, dichosos sean los que acojan estos Últimos Llamados de Amor y de Conversión.

En el Nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Ave María Purísima, sin pecado original concebida.

LAC Desposorio de San Jose y la Virgen Maria

11 de enero de 2021 – LLAMADO DE AMOR Y CONVERSIÓN DEL CORAZÓN DOLOROSO E INMACULADO DE MARÍA

 Octava Hora de Meditación Reparadora

 DESPOSORIOS DE NUESTRA SEÑORA CON SAN JOSÉ

 Querido hijo: En esta Hora de Reparación deseo que medites en el Misterio del Desposorio con mi Castísimo Esposo José.

A la edad de 12 años, salí del Templo, en el cual viví desde los tres años. Todos esos años de mi Infancia Inmaculada las viví, sirviendo al Señor en su Santuario orando por la Venida del Mesías Prometido.

Al salir del Templo fui recibida por mis santos padres que me esperaban cerca de la Puerta la Hermosa (Hechos 3, 2), ya muy ancianos, supe en mi Corazón por el Espíritu Santo, que el Padre pronto los llevaría a su presencia, serví a mis santos papás y estuve a su lado cuando llegó el día de su pascua al seno de Abraham.

Mi padre Joaquín, antes de su Pascua, había ya considerado mi matrimonio con José, varón Justo y Santo, apenas unos pocos años mayor que yo. José al igual que yo, esperaba y oraba por el Mesías, había deseado consagrar su virginidad también a Yahvé por la pronta llegada del Mesías.

Fui desposada con José a la edad de 15 años, en el Templo, frente al Sumo Sacerdote, el báculo de José, que representaba proféticamente su misión de Patriarca, floreció con 3 hermosos lirios frente a todos durante el Rito de la Bendición; ante el Sacerdote nos desposábamos y ante Dios en el secreto nos ofrecimos en castidad perpetua por su Gloria, por eso San José, como Yo, sabíamos de nuestros votos de virginidad.

Mis Ancianos Padres, después de mi Desposorio de Cielo, fueron llamados al seno de Abraham. De Jerusalén fui a vivir a Nazaret, el pueblo de mis santos Papás, donde en el silencio y la vida oculta me ofrecía al Señor Misericordioso junto a José, quien aún no me había recibido en su casa, ninguno de los dos vivíamos de gracias extraordinarias, sino que, éramos en lo cotidiano fieles a nuestros votos al Padre Tierno y Misericordioso.

Hijito, imita a José y María, imita el silencio que escucha, el ofrecimiento de lo cotidiano y sellando todos los actos, con un Fiat diario, constante y fiel.