CORONA POR EL REINADO DEL ESPÍRITU SANTO
Para cada último domingo de mes
5 de junio de 2022 - LLAMADO DE AMOR Y CONVERSIÓN DE DIOS PADRE TIERNO Y MISERICORDIOSO
Pequeña nada y víctima de mi amor misericordioso:
En la solemnidad de Pentecostés, cuando la primera comunidad, los Apóstoles y María Inmaculada estaban reunidos en el Cenáculo de Jerusalén, recibieron la gran promesa del Sagrado Corazón Eucarístico de Jesús: al Espíritu Santo Paráclito.
Mis hijos apóstoles de los Sagrados Corazones Unidos deben conmemorar, en esta Solemnidad, una gracia sin precedente y revelada a ti para todo el Apostolado, la Iglesia y el mundo:
El Día Solemne de Pentecostés, el Día del Gran Reinado de mi Espíritu.
Solo Él, gobernando con amor misericordioso, iluminará las almas para que reciban el amor del Padre Tierno y Misericordioso y el amor del Sagrado Corazón Eucarístico de mi Hijo Jesucristo.
Hijos míos, apóstoles míos, yo necesito de ustedes para que el Divino Espíritu reine.
Reciban con decisión nuestros Últimos Llamados, nuevamente les exhorto: ¡Decídanse por el Apostolado! para que los planes de amor y misericordia de mi Divina Voluntad se cumplan.
Hijito, hoy en este día del Gran Reinado del Espíritu Santo te revelo una plegaria pidiendo este Reinado en el mundo y en la Iglesia:
La Corona por el Reinado del Espíritu Santo
Oren esta Corona hijo mío, denla a conocer, los necesito.
Hijo mío, el último domingo de cada mes, dedícalo de manera especial para honrar a Dios Espíritu Santo y orar esta Corona suplicando que el Divino Espíritu reine.
Yo prometo a quien esta Corona ore:
- Un cambio de vida hacia la santidad.
- Una unión íntima con los Sagrados Corazones de Jesús y de María.
- Grande amor por la Iglesia y celo por la salvación de las almas.
La Corona por el Reinado del Espíritu Santo
¡Ave María Purísima, sin pecado original concebida!
† de nuestros enemigos
† líbranos, Señor, Dios nuestro.
Ven ¡Oh, Dios! en mi ayuda. Señor, date prisa en socorrerme.
Acto de Contrición
Ofrezco mi vida, obras y trabajos en satisfacción de mis pecados. Propongo firmemente, con la ayuda de tu gracia, hacer penitencia, no volver a pecar y huir de las ocasiones de pecado. Señor, por los méritos de tu Pasión y Muerte, con los cuales Tú expiaste por mis pecados, ofreciendo un dolor tan grande e intenso que te hizo sudar Sangre, apiádate de mí. Madre mía del Cielo, alcánzame de Jesús este suspirado perdón. Amén
Oración de Invocación al Espíritu Santo (dictada el 28 de octubre de 2014)
Ven, mi Dios Espíritu Santo, a través de la poderosa intercesión del Corazón Doloroso e Inmaculado de María, tu amadísima Esposa.
Ven, mi Dios Espíritu Santo, a través de la Poderosa intercesión del Corazón Doloroso e Inmaculado de María, tu amadísima Esposa.
Oración
V/. Envía tu Espíritu y todo será creado. R/. Y renovarás la faz de la tierra.
Oración
Oración al Divino Espíritu Santo (dictada el 15 de agosto de 2014)
Oración al Corazón Doloroso e Inmaculado de María
¡Oh, Madre mía! mi deseo es mantener ante mi vista, sin cesar, vuestra participación de Corredentora. Con este recuerdo viviré íntimamente unido a vuestro Corazón Doloroso e Inmaculado, que siempre permanece totalmente unido al Sagrado Corazón Eucarístico de vuestro Divino Hijo.
Por los méritos de vuestras virtudes y angustias, clavadme a este Divino Corazón, protegedme ahora y siempre. Amén.
Credo de los Apóstoles
Ofrecimiento
Ofrecemos un Padre Nuestro, un Ave María de los Últimos Tiempos y un Gloria, suplicando el Reinado del Espíritu Santo.
Padre Nuestro
Padre nuestro que estás en el cielo, santificado sea tu Nombre; venga a nosotros tu Reino; hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo. Danos hoy nuestro pan de cada día; perdona nuestras deudas, como nosotros perdonamos a nuestros deudores; no nos dejes caer en la tentación, y líbranos del maligno. Amén.
Ave María de los Últimos Tiempos:
Dios te salve, María, llena eres de Gracia, el Señor está contigo. Bendita Tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el Fruto de tu Vientre, Jesús.
Santa María, Madre de Dios y Madre nuestra, Corredentora de las almas, ruega por nosotros pecadores, y derrama el efecto de Gracia de tu Llama de Amor, de tu Doloroso e Inmaculado Corazón, sobre toda la humanidad, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.
Gloria
Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Siete Misterios:
Después de cada Misterio:
Siete veces:
Ven, mi Dios Espíritu Santo, a reinar en todas las almas, por medio del Corazón Doloroso e Inmaculado de María tu amadísima Esposa. Amén.
Jaculatoria:
Ven, Espíritu Creador, visita las almas de tus fíeles, llena de la Divina Gracia los corazones que Tú mismo creaste, y reina en todas las almas. Amén.
Al finalizar los Siete Misterios tres veces:
LETANIAS AL ESPÍRITU SANTO DE SAN LUIS MARÍA DE MONTFORT
Cristo, ten piedad.
Señor, ten piedad.
Cristo, óyenos. R. se repite
Cristo, escúchanos.
Dios Padre Celestial, ten misericordia de nosotros.
Dios, Hijo, Redentor del mundo, ten misericordia de nosotros.
Dios, Espíritu Santo, ten misericordia de nosotros.
Trinidad Santa, un solo Dios, ten misericordia de nosotros.
Espíritu que procede del Padre y del Hijo, ilumínanos y santifícanos. R. se repite
Espíritu del Señor, que al comienzo de la creación planeando sobre las aguas las fecundaste,
Espíritu por inspiración del cual han hablado los profetas,
Espíritu cuya unción nos enseña todas las cosas.
Espíritu que das testimonio de Cristo,
Espíritu de verdad que nos instruyes sobre todas las cosas,
Espíritu que sobreviene a María,
Espíritu del Señor que llena todo el orbe,
Espíritu de Dios que habita en nosotros,
Espíritu de sabiduría y de entendimiento,
Espíritu de consejo y de fortaleza,
Espíritu de ciencia y de piedad,
Espíritu de temor del Señor, Espíritu de gracia y de misericordia,
Espíritu de fuerza, de dilección y de sobriedad,
Espíritu de fe, de esperanza, de amor y de paz,
Espíritu de humildad y de castidad,
Espíritu de benignidad y de mansedumbre,
Espíritu de multiforme gracia
Espíritu que escrutas los secretos de Dios,
Espíritu que ruegas por nosotros con gemidos inenarrables,
Espíritu que descendiste sobre Cristo en forma de paloma,
Espíritu en el cual renacemos, ilumínanos y santifícanos.
Espíritu por el cual se difunde la caridad en nuestros corazones,
Espíritu de adopción de los hijos de Dios,
Espíritu que en lenguas de fuego sobre los apóstoles apareciste
Espíritu con el cual fueron los apóstoles henchidos,
Espíritu que distribuyes tus dones a cada uno como quieres,
Sednos propicio, perdónanos, Señor.
Sednos propicio, escúchanos, Señor.
De todo mal, líbranos, Señor . R. se repite
De todo pecado
De tentaciones e insidias del demonio,
De la presunción y desesperación,
De la resistencia a la verdad conocida,
De la obstinación y de la impenitencia,
De la impureza de la mente y del cuerpo,
Del espíritu de fornicación,
De todo espíritu del mal,
Por tu eterna procesión del Padre y del Hijo, te rogamos óyenos . R. se repite
Por Tu descenso sobre Cristo en el Jordán,
Por Tu advenimiento sobre los discípulos,
En el día del juicio, nosotros pecadores,
Para que, así como vivimos del Espíritu, obremos también por Él,
Para que, recordando que somos templo del Espíritu Santo, no lo profanemos,
Para que, viviendo según el Espíritu, no cumplamos los deseos de la carne,
A fin de que por el Espíritu mortifiquemos las obras de la carne,
Para que no te contristemos a Ti, Espíritu Santo de Dios,
Para que seamos solícitos en guardar la unidad del Espíritu en el vínculo de la paz,
Para que no creamos a todo espíritu,
Para que probemos a los espíritus si son de Dios,
Para que te dignes renovar en nosotros el espíritu de rectitud,
Para que nos confirmes por tu Espíritu Soberano, te rogamos óyenos.
Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo, perdónanos, Señor.
Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo, escúchanos, Señor
Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo, ten piedad de nosotros.
Oración:
Asístanos, te pedimos Señor, la virtud del Espíritu Santo, que purifique clemente nuestros corazones y nos preserve de todo mal. Te lo pedimos por el mismo Jesucristo, Nuestro Señor. Amén.
CONSAGRACIÓN DEL APOSTOLADO A DIOS ESPÍRITU SANTO
Que mi entendimiento esté siempre sumiso a tus divinas inspiraciones y enseñanzas de la Doctrina de la Iglesia católica, que Tú guías infaliblemente. Me abandono sin reservas a tus divinas operaciones, y quiero ser siempre dócil a tus santas luces. Que mi corazón se inflame siempre en la Llama de Amor Santo y Divino de Dios Trino y Uno, para ser un fiel servidor de Jesucristo y de María Santísima y del prójimo, especialmente de los que más sufren en el alma y en el cuerpo.
Que mi voluntad este siempre conforme a tu Divina Voluntad.
Dios Espíritu Santo, infinito amor del Padre y del Hijo, por las manos purísimas de María, tu Esposa Inmaculada, me pongo hoy y todos los días de mi vida sobre tu altar escogido, el Sagrado Corazón Eucarístico de Jesús, unido profundamente al Corazón Doloroso e Inmaculado de María, como un sacrificio en tu honor, ¡oh fuego consumidor!, con firme resolución, ahora más que nunca, de oír tu voz y cumplir en todas las cosas tu santísima y adorable Voluntad.
Que toda mi vida sea fiel imitación de la vida y virtudes de nuestro Señor Jesucristo y de nuestra Santísima Madre María, tu Castísima Esposa. ¡Oh, Santo Espíritu!, dígnate formarme, con María y en María, según el modelo de mi amado Jesús.
A Jesucristo, verdaderamente presente en la Sagrada Eucaristía, contigo y el Padre Eterno, sea dado todo honor y adoración por siempre.
¡Gloria al Padre Creador! ¡Gloria al Hijo Redentor! ¡Gloria al Espíritu Santo Santificador! Amén.
Doloroso e Inmaculado Corazón de María
Casto y Amante Corazón de San José
Triunfen y Reinen
Amén
† En el Nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.