Sexto Mandamiento

14 de mayo de 2014 - LLAMADO DE AMOR Y CONVERSIÓN DEL CORAZÓN DOLOROSO E INMACULADO DE MARÍA

La criatura que se deja formar en mi Vientre Purísimo ama y cumple la Santísima Voluntad manifestada en las Sagradas Escrituras y la Enseñanza Apostólica. 

Queridos hijos, Yo, vuestra Madre, os inculco en vuestros seres amor a la obediencia de la Divina Voluntad. Es así, hijos míos, que cada alma se va transformando en una esencia pura y cristalina, pues cumple y ama lo que cumple; la Santísima Voluntad de la Santísima Trinidad. 

La Voluntad del Eterno Padre para todos sus hijos es que sean fieles, fieles en el amor, felices en la comunidad y vida en paz en vuestras conciencias, paz en vuestras acciones, paz para con los hermanos. La paz hijos míos debe reinar en cada corazón y en la conciencia, así mis hijos tendrán paz pero si cumplen con la Santísima Voluntad. 

La Santísima Voluntad del Padre esta manifestada en las Sagradas Escrituras. Los profetas alzaron su voz en el desierto y yo hoy alzo mi voz en cada hijo mío: ¡Volved pequeños a la práctica de los Santos Mandamientos, a la práctica de la Santa Doctrina, al amor; amor que debe unirlos para seguir juntos y alcanzar misericordia para el mundo! 

El alma de cada hijo mío se sumerge en mi Vientre cuando se anonada en la buena práctica de la Santísima Voluntad: los diez mandamientos, las bienaventuranzas, el mandamiento mayor (amor a Dios y al prójimo).

Así el alma se va limpiando y sanando, conforme vaya creciendo y profundizando en la experiencia del Amor de Dios, manifestado en mi Hijo Jesús.

Mi Vientre os llama a todos a una profunda oración, sincera conversión y llama a las almas a cumplir la Santísima Voluntad manifestada en las Sagradas Escrituras y la Enseñanza Apostólica.