
Novena a la Divina Misericordia
TERCER DÍA
Hoy, tráeme a todas las almas devotas y fieles, y sumérgelas en el mar de mi misericordia. Estas almas me consolaron a lo largo del vía crucis. Fueron una gota de consuelo en medio de un mar de amargura.
Jesús misericordiosísimo, que desde el tesoro de tu misericordia les concedas a todos tus gracias en gran abundancia, acógenos en la morada de tu compasivísimo Corazón y nunca nos dejes escapar de él. Te lo suplicamos por el inconcebible amor tuyo con que tu Corazón arde por el Padre celestial.
Padre Eterno, mira con misericordia a las almas fieles como herencia de tu Hijo y por su dolorosa pasión, concédeles tu bendición y rodéalas con tu protección constante para que no pierdan el amor y el tesoro de la santa fe, sino que, con toda la legión de los ángeles y los santos, glorifiquen tu infinita misericordia por los siglos de los siglos. Amén.
Corona a la Divina Misericordia
Un Padrenuestro…
Un Ave María de los Últimos Tiempos.
y el Credo.
En las cuentas grandes:
“Padre Eterno, te ofrezco el Cuerpo y Sangre, el Alma y la Divinidad de Tu Amadísimo Hijo y Nuestro Señor, Jesucristo, en propiciación de nuestros pecados y los del mundo entero.”
En las cuentas pequeñas: (diez veces)
“Por Su Dolorosa Pasión, ten misericordia de nosotros y del mundo entero.”
Al terminar las cinco décadas, se procede a decir tres veces:
“Santo Dios, Santo Fuerte, Santo Inmortal, Ten misericordia de nosotros y del mundo entero”.
JACULATORIA FINAL:
“Oh, Sangre y Agua que brotaste del Sagrado Corazón Eucarístico de Jesús como una fuente de misericordia para nosotros, en Ti confío”.