RITO DEL APOSTOLADO DE LOS SAGRADOS CORAZONES UNIDOS DE JESÚS Y DE MARÍA PARA LA ENTRONIZACIÓN DE LA PALABRA DE DIOS

RITO DEL APOSTOLADO DE LOS SAGRADOS CORAZONES UNIDOS DE JESÚS Y DE MARÍA PARA LA ENTRONIZACIÓN DE LA PALABRA DE DIOS

Tercer Domingo Ordinario

Queridos hermanos, con anticipación nos prepararnos para hacer vivo el Triunfo del Evangelio.

El Domingo de la Palabra es fijado por el Santo Padre Francisco, en el III Domingo del Tiempo Ordinario de cada año e instituido con la Carta Apostólica «Aperuit Illis» en forma de «Motu proprio» (30 de septiembre de 2019).

Nos recuerda la importancia y el valor de la Sagrada Escritura para la vida cristiana, dedicada a la «celebración, reflexión y divulgación de la Palabra de Dios» (Aperuit Illis 3).

El Apostolado de los Sagrados Corazones Unidos de Jesús y de María, Coordinaciones Mundiales, Nacionales, Regionales, Ramas, Fraternidades, Cruzadas y Cenáculos de Oración, celebrará este Tercer Domingo del Tiempo Ordinario “El Domingo de la Palabra y del Triunfo del Evangelio”

En este Domingo todo el Apostolado realizará:1 La Entronización de la Palabra de Dios en los Centros Espirituales del Apostolado, Parroquias, Templos, Cenáculos de Oración, comunidades y Familias, Ramas, Fraternidades y Cruzadas del Apostolado, viviendo el Santo Sacrificio de la Misa y realizando La Lectio Divina del Apostolado.

Entronizar significa “poner en el trono”, colocar en un lugar preferente. La Entronización de la Santa Biblia se trata de una celebración que consiste en colocar la Santa Biblia en un lugar preferente y visible. “Es necesario, pues, redescubrir cada vez más la urgencia y la belleza de anunciar la Palabra para que llegue el Reino de Dios, predicado por Cristo mismo” (VD 93).

Todo el Apostolado se presta a honrar al Verbo, la palabra de Dios, participando en organizar el Rito de Entronización de la Santa Biblia en nuestras parroquias, refugios, hogares, etc…

V Domingo de la Palabra de Dios

El Domingo de la Palabra de Dios es una iniciativa profundamente pastoral con la que el Papa Francisco quiere hacer comprender cuán importante es en la vida cotidiana de la Iglesia y de nuestras comunidades la referencia a la Palabra de Dios, una Palabra no encerrada en un libro, sino que permanece siempre viva y se hace signo concreto y tangible. Cada realidad local podrá buscar las formas más adecuadas y eficaces para vivir de la mejor manera este Domingo, haciendo «crecer en el pueblo de Dios la familiaridad religiosa y asidua con la Sagrada Escritura» (Aperuit illis, 15). Este Subsidio pastoral se propone como una ayuda que se ofrece a las comunidades parroquiales y a cuantos se reúnen para la celebración de la santa Eucaristía dominical, para que este Domingo sea vivido intensamente.

S.E.R. Mons. Rino Fisichella

Domingo de la Palabra de Dios 2024

Para la próxima edición del Domingo de la Palabra de Dios, que se celebrará en la Basílica de San Pedro con la presencia del Papa Francisco el domingo 21 de enero de 2024, el lema escogido está tomado del Evangelio según san Juan: «Permaneced en mi Palabra» (cf. Jn 8,31).

RITO DEL APOSTOLADO DE LOS SAGRADOS CORAZONES UNIDOS DE JESÚS Y DE MARÍA PARA LA ENTRONIZACIÓN DE LA PALABRA DE DIOS

¡Ave María Purísima, sin pecado original concebida!

Por la señal de la Santa Cruz

de nuestros enemigos

líbranos, Señor, Dios nuestro.

† En el Nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Abre Señor mis labios y mi boca proclamará tus alabanzas.

Ven ¡Oh, Dios! en mi ayuda. Señor, date prisa en socorrerme.

Acto de Contrición

Señor mío, Jesucristo, Dios y hombre verdadero, Creador, Padre y Redentor mío; por ser Tú quién eres y porque te amo sobre todas las cosas, me arrepiento de todo corazón de todo lo malo que he hecho y de todo lo bueno que he dejado de hacer, porque pecando te he ofendido a Ti, que eres el Sumo Bien y digno de ser amado sobre todas las cosas.

Ofrezco mi vida, obras y trabajos en satisfacción de mis pecados. Propongo firmemente, con la ayuda de tu gracia, hacer penitencia, no volver a pecar y huir de las ocasiones de pecado. Señor, por los méritos de tu Pasión y Muerte, con los cuales Tú expiaste por mis pecados, ofreciendo un dolor tan grande e intenso que te hizo sudar Sangre, apiádate de mí. 

Madre mía del Cielo, alcánzame de Jesús este suspirado perdón. Amén.

Oración de Invocación al Espíritu Santo (dictada el 28 de octubre de 2014)

Ven, mi Dios Espíritu Santo, a través de la poderosa intercesión del Corazón Doloroso e Inmaculado de María, tu amadísima Esposa.

Ven, mi Dios Espíritu Santo, a través de la poderosa intercesión del Corazón Doloroso e Inmaculado de María, tu amadísima Esposa. 

Ven, mi Dios Espíritu Santo, a través de la poderosa intercesión del Corazón Doloroso e Inmaculado de María, tu amadísima Esposa. 

Oración

Ven, Espíritu Santo, llena los corazones de tus fieles y enciende en ellos el Fuego de tu Amor.    

V/. Envía tu Espíritu y todo será creado. R/. Y renovarás la faz de la tierra. 

Oración

¡Oh, Dios! que iluminaste los corazones de tus hijos con la Luz del Espíritu Santo, haznos dóciles a sus inspiraciones para gustar siempre el bien y gozar de su consuelo, por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.

Oración al Divino Espíritu Santo (dictada el 15 de agosto de 2014)

Divino Esposo de María Santísima, mi Dios y Señor Espíritu Santo, enciende en cada alma el Fuego de un Nuevo Pentecostés, para que nos consagres como apóstoles del Corazón Doloroso e Inmaculado de María y apóstoles de los Últimos Tiempos, protege con tu sombra a la Iglesia católica, salva a las almas del mundo y realiza el reino Inflamado de amor de los Corazones Unidos de Jesús y María. Amén.

Oración que prepara nuestras almas para escuchar la Sagrada Escritura (dictada el 18 de octubre de 2014)

¡Oh, Sagrado Corazón de Jesús! enciende mi corazón con el Fuego de la Caridad Perfecta. Que tu Espíritu Divino, dado a los hombres en Pentecostés, more en mí; haga en mi interior un espacio preparado con fervor, una tierra buena y fértil que reciba la Sagrada Semilla de tu Palabra, y dé su fruto a tiempo.

Querida Santa Madre de Dios y Madre nuestra, ayúdame a guardar las Palabras de tu Divino Hijo Jesucristo en mi mente, alma y corazón, y no suba al Reino Celestial sin haber producido una abundante cosecha de amor, redención y paz que tanto necesita el mundo. En vuestros Dos Corazones Unidos me refugio eternamente. Amén.

Jaculatoria (dictada por Dios Padre el 21 de julio de 2016)

Amado Padre, que el Reino de la Palabra de Dios venga pronto a nuestros corazones. 

María, Reina del Reino de la Palabra de Dios, ruega por nosotros. Amén.

Se Lee el Santo Evangelio propio del Tercer Domingo del tiempo ordinario

Lectura del Santo Evangelio según Sn. Juan 8, 28-42

28. Les dijo, pues, Jesús: «Cuando hayáis levantado al Hijo del hombre, entonces sabréis que Yo Soy, y que no hago nada por mi propia cuenta; sino que, lo que el Padre me ha enseñado, eso es lo que hablo.

29. Y el que me ha enviado está conmigo: no me ha dejado solo, porque yo hago siempre lo que le agrada a él.»

30. Al hablar así, muchos creyeron en él.

31. Decía, pues, Jesús a los judíos que habían creído en él: «Si os mantenéis en mi Palabra, seréis verdaderamente mis discípulos,

32. y conoceréis la verdad y la verdad os hará libres.»

33. Ellos le respondieron: «Nosotros somos descendencia de Abraham y nunca hemos sido esclavos de nadie. ¿Cómo dices tú: Os haréis libres?»

34. Jesús les respondió: «En verdad, en verdad os digo: todo el que comete pecado es un esclavo.

35. Y el esclavo no se queda en casa para siempre; mientras el hijo se queda para siempre.

36. Si, pues, el Hijo os da la libertad, seréis realmente libres.

37. Ya sé que sois descendencia de Abraham; pero tratáis de matarme, porque mi Palabra no prende en vosotros.

38. Yo hablo lo que he visto donde mi Padre; y vosotros hacéis lo que habéis oído donde vuestro padre.»

39. Ellos le respondieron: «Nuestro padre es Abraham.» Jesús les dice: «Si sois hijos de Abraham, haced las obras de Abraham.

40. Pero tratáis de matarme, a mí que os he dicho la verdad que oí de Dios. Eso no lo hizo Abraham.

41. Vosotros hacéis las obras de vuestro padre.» Ellos le dijeron: «Nosotros no hemos nacido de la prostitución; no tenemos más padre que a Dios.»

42. Jesús les respondió: «Si Dios fuera vuestro Padre, me amaríais a mí, porque yo he salido y vengo de Dios; no he venido por mi cuenta, sino que él me ha enviado.

Terminada la Lectura del Santo Evangelio, se colocan dos personas con cirios encendidos, a ambos lados de quien dirige el Rito, Sacerdote o Laico (Puede ser un Coordinador del Apostolado), este dará a besar la Santa Biblia a todos los participantes, quienes haciendo un acto de reverencia besarán las Sagradas Escrituras.

Al terminar la reverencia de las Sagradas Escrituras, el dirigente, eleva la Santa Biblia y proclama:

Dirigente:

«Dichosos los que lean y los que escuchen las palabras de esta profecía, y guarden lo escrito en ella» (Ap 1, 3).

La comunidad responde:

Señor, ¿a quién iremos? Tus palabras dan vida eterna. Nosotros creemos y sabemos que tú eres el Santo de Dios» (Jn 6, 68-69).

Seguidamente se coloca la Palabra de Dios, en el Altar, donde permanecerá expuesta a los fieles.

Juntos en voz alta proclaman: 

Credo de los Apóstoles

Creo en Dios, Padre Todopoderoso, Creador del Cielo y de la tierra. Creo en Jesucristo, su único Hijo, nuestro Señor, que fue concebido por obra y gracia del Espíritu Santo, nació de Santa María Virgen, padeció bajo el poder de Poncio Pilato, fue crucificado, muerto y sepultado, descendió a los infiernos, al tercer día resucitó de entre los muertos, subió a los cielos y está sentado a la derecha de Dios, Padre Todopoderoso. Desde allí ha de venir a juzgar a vivos y muertos.

Creo en el Espíritu Santo, la santa Iglesia católica, la comunión de los santos, el perdón de los pecados, la resurrección de la carne y la vida eterna. Amén .

Preces

Demos gracias a Dios Padre Tierno y Misericordioso, que, por medio del Sagrado Corazón Eucarístico de Jesucristo, su Palabra Eterna, ha creado el mundo y por su Encarnación en el Inmaculado Vientre del Corazón Doloroso e Inmaculado de María, la Reina del Reino de la Palabra de Dios, nos creó de nuevo, redimiéndonos. Pidámosle por el mundo entero, para que llegue a todos la salvación. 

Oremos juntos diciendo:

Sagrado Corazón Eucarístico de Jesús, Verbo Encarnado, óyenos.

  1. Para que el Evangelio penetre en los pueblos, se encarne en las culturas y hermane a todos los hombres sin distinción de condición social, raza, lengua o religión. Roguemos al Padre Tierno y Misericordioso, Sagrado Corazón Eucarístico de Jesús, Verbo Encarnado, óyenos.
  2. Para que la Palabra de Dios, viva y eficaz, llegue al corazón de nuestros gobernantes, los transforme y los haga comprometerse en la búsqueda sincera de la paz, la justicia y el bienestar. Roguemos al Padre Tierno y Misericordioso, Sagrado Corazón Eucarístico de Jesús, Verbo Encarnado, óyenos.
  3. Para que todos nosotros, llamados a través del Bautismo al seguimiento de Jesucristo, abramos nuestros corazones a la Palabra y obtengamos de Dios la fuerza, la valentía y el amor suficientes para responder a nuestra vocación de ser apóstoles de los Sagrados Corazones Unidos de Jesús y de María. Roguemos al Padre Tierno y Misericordioso, Sagrado Corazón Eucarístico de Jesús, Verbo Encarnado, óyenos.
  4. Para que, unidos al Sagrado Corazón Eucarístico de Jesús, aprendamos a amar como Él amó, viviendo su Divino Querer y proclamemos Su Reinado Eucarístico en el mundo, y los hombres seamos santos y fraternos. Roguemos al Padre Tierno y Misericordioso, Sagrado Corazón Eucarístico de Jesús, Verbo Encarnado, óyenos.
  5. Por nosotros, la Santa Iglesia, que unidos al Santo Padre, obispos y sacerdotes, reunidos alrededor de la Palabra y de la Eucaristía, que, escuchando su Palabra, comiendo su Pan y bebiendo su Cáliz formemos con todos los cristianos un solo Cuerpo movido por un mismo Espíritu. Roguemos al Padre Tierno y Misericordioso, Sagrado Corazón Eucarístico de Jesús, Verbo Encarnado, óyenos.

Oración

Señor y Dios nuestro, Padre Tierno y Misericordioso, que nos llamas al seguimiento de tu único Hijo, Jesucristo, y nos invitas a trabajar por el Reino Eucarístico; atiende nuestras súplicas y haznos auténticos apóstoles del Sagrado Corazón Eucarístico de Jesús, para que podamos responder con amor al amor que nos has dado, imitando la obediencia amorosa del Corazón Doloroso e Inmaculado de María, la Reina del Reino de la Palabra de Dios y ofrezcamos los frutos abundantes de Apostolado que hacemos en nombre de Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad Espíritu Santo, por los siglos de los siglos. Amén.

Oración al Corazón Doloroso e Inmaculado de María

Doloroso e Inmaculado Corazón de María, habitación pura y santa, cobijad mi alma con vuestra maternal protección. Por este medio, permaneceré fiel a la voz de Jesús, y mi alma podrá corresponder a su amor, y obedecer su Divina Voluntad.

¡Oh, Madre mía! mi deseo es mantener ante mi vista, sin cesar, vuestra participación de Corredentora. Con este recuerdo viviré íntimamente unido a vuestro Corazón Doloroso e Inmaculado, que siempre permanece totalmente unido al Sagrado Corazón Eucarístico de vuestro Divino Hijo.

Por los méritos de vuestras virtudes y angustias, clavadme a este Divino Corazón, protegedme ahora y siempre. Amén.

Jaculatoria Final:

Sagrado Corazón Eucarístico de Jesús

Doloroso e Inmaculado Corazón de María

Casto y Amante Corazón de San José Triunfen y Reinen Amén

En el Nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

23 DE ENERO DE 2023 – LLAMADO DE AMOR Y CONVERSIÓN DE DIOS PADRE TIERNO Y MISERICORDIOSO

Pequeño esposo Trinitario:

El origen de este desposorio místico es la unión total del alma con su Creador, pero este Don del desposorio Trinitario solamente lo había otorgado a la Inmaculada Virgen y, después, fue reservado para estos Últimos Tiempos. Está Gracia de la alianza esponsal con la Santísima Trinidad te ha sido concedida en Misericordia y como primicia.

Pequeño Jesús-María, alma esposa nuestra, deseo hablar sobre el cumplimiento de la profecía ––dada también a ti en el secreto, como el Triunfo de la Palabra de Dios. El Santo Padre instituyendo el Domingo de la Palabra confirma mis Llamados de Amor, pues el Evangelio triunfará, el triunfo de Jesús y de María también es el triunfo definitivo del Evangelio. 

Todos los apóstoles de los Sagrados Corazones Unidos deben meditar y amar la Palabra. Mi Apostolado será un instrumento esencial para el gran triunfo del Evangelio en toda la Iglesia y en toda la tierra.

Te bendigo y te amo, pequeño Jesús-María, alma esposa y ofrenda víctima de los Sagrados Corazones Unidos y de la Santísima Trinidad.

En el Nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Ave María Purísima, sin pecado original concebida.

Anuncio de dos Fechas Importantes que Dios Padre Tierno y Misericordioso ha pedido añadir en nuestro calendario del Apostolado de los Sagrados Corazones Unidos de Jesús y de María:

––TERCER DOMINGO ORDINARIO, DOMINGO DE LA PALABRA Y DEL TRIUNFO DEL EVANGELIO

––23 DE ENERO, DÍA DEL SANTO DESPOSORIO DE MARÍA Y SAN JOSÉ

25 DE ENERO DE 2023 – LLAMADO DE AMOR Y CONVERSIÓN DEL APOSTOL SAN PABLO

Alabado sea el Sagrado Corazón del Cordero Eucarístico.

Pequeño Jesús-María, pequeña alma esposa de la Santísima Trinidad:

El Reino de la Palabra de Dios son los tiempos actuales que la Iglesia y la humanidad están viviendo. Desde el día de la Ascensión de Nuestro Señor Jesucristo al Cielo, hasta estos Últimos Tiempos, se ha vivido el tiempo del Reinado de la Palabra. Pero vendrá un triunfo, el Evangelio triunfará. El Verbo se encarnará en los corazones en el segundo y gran Pentecostés. 

Con está Solemnidad del Apostolado, que es el Domingo del Triunfo del Evangelio, Domingo de la Palabra, ––establecida por el Santo Padre––, se realizarán uno de los grandes anhelos del Corazón Eucarístico de Jesús: La unión de todos los creyentes en la Santa Iglesia. Por medio de está Solemnidad todos los cristianos que estaban divididos de la Iglesia volverán y Jesús será consolado.

Yo, San Pablo, ruego por esta Obra, porque la Santísima Trinidad tiene puestas sus complacencias en esta Obra Magna de Jesús, de María y del Divino Espíritu.

Los exhorto, ¡Decídanse! por la Obra Magna del Corazón de Jesús.

En el Nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Ave María Purísima, sin pecado original concebida.