DÍA 6
La Iglesia: comunidad de fieles
Lecturas de las Escrituras
- Isaías 2,2-4
- Salmo 133
- Efesios 4,1-6
Lectura Patrística
De la tradición latina
La iglesia es una, aunque se extiende ampliamente en una multitud por el crecimiento de su fecundidad, como también son muchos los rayos del sol, pero una sola es la luz, y son muchas las ramas del árbol, pero uno solo es el tronco enraizado fuertemente en la tierra; … de la misma forma la Iglesia, llena de la luz del Señor, esparce sus rayos por todo el mundo y, sin embargo, la luz que se difunde por todas partes es una sola, y no se divide la unidad del cuerpo; extiende sus ramas con gran fogosidad por toda la tierra.
– Cipriano de Cartago [c. 210-258], La unidad de la Iglesia Católica, 5
Para reflexionar
1. La Iglesia está llamada a derramar la luz de Cristo sobre el mundo. ¿Dónde percibes esta realidad en tu propio contexto?
1 Aunque en Cristo la Iglesia es un solo cuerpo, históricamente las Iglesias están divididas. ¿Cómo vives el dolor de esta división?
1. La Iglesia, como comunidad del Espíritu Santo, el dador de paz, es enviada a vivir y difundir el mensaje de la paz en el mundo. ¿De qué manera podrían las Iglesias capacitar a sus miembros para cumplir con esta vocación?
Oración
℟ ¡Oh Señor, escucha nuestra oración!
En el sepulcro vacío, confiaste la noticia de tu resurrección a las mujeres:
libra del temor a todos los mensajeros del Evangelio. ℟
En el camino de Emaús, explicaste la ley y los profetas a los discípulos:
abre nuestro entendimiento para comprender las Escrituras. ℟
En el cenáculo, diste a tus amigos el don de tu paz: ayúdanos a mantener esta paz con nuestro amor mutuo. ℟
A orillas del lago, designaste a Pedro como pastor de tu rebaño: sostén con tu Espíritu a los pastores de nuestras comunidades. ℟
En la montaña, reuniste a los discípulos dispersos antes de volver al Padre: da unidad en la fe y en la caridad a los que creen en ti. ℟
Oremos:
Dios del cielo y de la tierra,
tu Hijo Jesucristo te ha revelado como nuestro Padre y nos ha prometido el don del Espíritu Santo:
concede a tu Iglesia superar el escándalo de nuestras divisiones, para que podamos dar testimonio de tu vida de comunión, en la unidad de nuestra profesión de fe y en el amor del servicio mutuo. Por Cristo nuestro Señor. AMÉN.
Lecturas patrísticas alternativas
De la tradición armenia
¡Santos padres y maestros de la verdad! ¡Líderes y pastores del rebaño de Cristo! ¡Tú que presides y administras la casa de Dios! Hoy os veo reunidos en un solo espíritu y en un solo cuerpo, en adhesión a aquel que es la cabeza de todos. ¿Quién os ha traído a este tranquilo puerto de paz, oh pacificadores del mundo, sino el Espíritu Santo que nos ha sido dado desde el cielo como nuestra paz? ¿Y para qué, si no para comenzar la edificación del templo de Dios demolido y destruido, que el autor del mal derribó?
– Nerses de Lambron [1152-1198], Discurso sinodal
De la tradición latina
Siendo muchos e incontables, los hombres, las mujeres, los niños, todos diversos y profundamente diferentes en origen y apariencia, nación y lengua, forma de vida y edad, conocimiento y artes, modo de vida, costumbres y propensiones, ciencias y honores, destino, temperamentos y hábitos, todos están en la [Iglesia], a través de la cual todos son regenerados y recreados en el Espíritu. A todos por igual da y confiere la misma forma y denominación divina, estar en Cristo y llevar su nombre y tener la misma relación, sencilla, indivisa e indivisible, en la fe, que ya no permite reconocer la existencia de las muchas e inefables diferencias presentes entre ellos, porque todos están universalmente en relacón y se encuentran en la [Iglesia].
– Máximo el Confesor [c. 580-662], Mistagogia, 1
Lecturas de las Escrituras del Día 6
- Isaías 2,2-4
- Salmo 133
- Efesios 4,1-6
Isaías 2,2-4
2.Al fin de los tiempos, el cerro de la Casa de Yavéserá puesto sobre los altos montesy dominará los lugares más elevados.
3.Irán a verlo todas las nacionesy subirán hacia él muchos pueblos, diciendo: «Vengan, subamos al cerro de Yavé, a la Casa del Dios de Jacob,para que nos enseñe sus caminosy caminemos por sus sendas. Porque la enseñanza irradia de Sión,de Jerusalén sale la palabra de Yavé.»
4.Hará de arbitro entre las nacionesy a los pueblos dará lecciones.Harán arados de sus espadas y sacarán hoces de sus lanzas.Una nación no levantará la espada contra otray no se adiestrarán para la guerra.
Salmo 133
1.Buenos, festejen al Señor, pues los justos le deben alabar.
2.Denle gracias, tocando la guitarra, y al son del arpa entónenle canciones.
3.Entonen para él un canto nuevo, acompañen la ovación con bella música.
4.Pues recta es la palabra del Señor, y verdad toda obra de sus manos.
5.El ama la justicia y el derecho, y la tierra está llena de su gracia.
6.Por su palabra surgieron los cielos, y por su aliento todas las estrellas.
7.Junta el agua del mar como en un frasco, y almacena las aguas del océano.
8.Tema al Señor la tierra entera, y tiemblen ante él sus habitantes,
9.pues él habló y todo fue creado, lo ordenó y las cosas existieron.
10.Malogra los proyectos de los pueblos y deshace los planes de las naciones.
11.Pero el proyecto del Señor subsiste siempre, sus planes prosiguen a lo largo de los siglos.
12.Es feliz la nación cuyo Dios es el Señor, el pueblo que él escoge como herencia.
13.Mira el Señor de lo alto de los cielos, y contempla a los hijos de los hombres.
14.Del lugar en que vive está observando a todos los que habitan en la tierra;
15.él, que solo formó sus corazones, él, que escudriña todas sus acciones.
16.No salva al rey lo inmenso de sus tropas, ni su gran fuerza libra al que combate.
17.No es verdad que un caballo sirva para triunfar, no salvará al jinete ni con todo su brío.
18.Está el ojo del Señor sobre los que le temen, y sobre los que esperan en su amor,
19.para arrancar sus vidas de la muerte y darles vida en momentos de hambruna.
20.En el Señor nosotros esperamos, él es nuestra defensa y nuestro escudo;
21.en él se alegra nuestro corazón, en su santo nombre tenemos confianza.
22.Venga, Señor, tu amor sobre nosotros, como en ti pusimos nuestra confianza.
Efesios 4,1-6
1.Yo, «el prisionero de Cristo», les exhorto, pues, a que se muestren dignos de la vocación que han recibido.
2.Sean humildes, amables, comprensivos, y sopórtense unos a otros con amor.
3.Mantengan entre ustedes lazos de paz y permanezcan unidos en el mismo espíritu.
4.Un solo cuerpo y un mismo espíritu, pues ustedes han sido llamados a una misma vocación y una misma esperanza.
5.Un solo Señor, una sola fe, un solo bautismo,
6.un solo Dios y Padre de todos, que está por encima de todos, que actúa por todos y está en todos.