Hora 26

21 de junio de 2018

Oración preparatoria para la Meditación de la Hora de Reparación

Jesús, amor mío, soy tu pobre nada. Mi Jesús, soy nada y además pobre, por eso necesito de tu Santo Espíritu que, unido al Doloroso e Inmaculado Corazón de la Mamá Celestial, llenen mi pequeño corazón de Amor Santo y Fuego Divino para enfervorizar mi ser tan frío e indiferente al Amor de Dios.

Jesús, mi Esposo Celestial, al comenzar mi meditación reparadora, prepara mi espíritu para recibir la Luz Divina que me conceda conocer y grabar en mi corazón los Misterios de tu Amor Infinito, Amor que entregaste a una Cruz para que yo te amara, Amor que expiró su último aliento para que yo tuviera vida.

Jesús, Mamá Celestial, tomo los méritos de cada Hora de Meditación Reparadora y los hago vida, que multiplicándose en mí den luz a todos los corazones, y haciendose vida en mi pobre vida me preparen a mí y a todos para el Triunfo del Doloroso e Inmaculado Corazón de María y del Reinado del Espíritu Santo. Amén.

21 de junio de 2018

Al terminar la Meditación Reparadora, se realiza La Dulce Cadena del Amor Divino

21 de junio de 2018 Oración preparatoria para la Meditación de la Hora de Reparación

23 de febrero de 2021- LLAMADO DE AMOR Y CONVERSIÓN DEL SAGRADO CORAZÓN EUCARÍSTICO DE JESÚS

Vigésima Sexta Hora de Meditación Reparadora
¨Jesús es Crucificado¨
Querido hijo, subí al Monte Gólgota con la Cruz a cuestas, y subiendo el Monte, a mitad de camino que lleva a la explanada del mismo caí nuevamente, esta caída fue aliviada por la ayuda del Cirineo, quien sostuvo la Cruz y esta no cayó sobre Mí.

Mi Rostro fue golpeado en las rocas del camino, y mi Corona de espinas nuevamente rasgó profundamente, mi Frente ya lacerada. Esta Caída la ofrecí al Padre Tierno y Misericordioso por los hombres que, pudiendo abrir su corazón a mi Misericordia, no quieren reconciliarse Conmigo; y la ofrecí por todas las almas que rechazarían el Sacramento de la Penitencia.

Llegando a la cumbre del monte, miré a mi Santa Mamá subiendo por otro costado del monte, acompañada de san Juan Evangelista y santa María Magdalena y algunos discípulos y mujeres piadosas. Mis Apóstoles los otros 10, estaban dispersos y con miedo.

Cuando llegué con mi Cruz, a la cumbre del monte, fui arrojado a la tierra, Simón el Cirineo piadoso, fue expulsado de allí con enojos e insultos de parte de los centuriones, pues, pudieron ver en él, el amor que comenzó a profesarme en el poco trecho de camino de Cruz que me acompañó.

Me quitaron mi Túnica, dividiéndola en dos partes y me acostaron sobre la Cruz, me ataron mis Manos y Pies, y me traspasaron con grandes clavos. Mi Brazo fue dislocado al estirarlo para que mi Mano quedara exactamente en el punto sobre la madera, donde sería traspasada por el clavo.

Traspasaron mis Manos y mis Pies, me levantaron sobre aquella Cruz de tres metros y medio de alto, y pusieron sobre mi Cabeza el letrero que me declaraba Rey, profetizando que, desde la Cruz Gloriosa, Yo Reinaría por el amor (San Marcos 15, 24).

Mi Santa Mamá al ver la Exaltación de la Cruz y mi Cuerpo Sacrificado en ella, solo pudo pronuncia: ¨Hágase Tu Voluntad¨.
Elevación del alma
Mi amado Jesús Crucificado, te amo, te adoro, te reparo, te alabo, te bendigo, te consuelo, por todos.

Corazón Sacratísimo de Jesús, clavado por nuestro amor en la Cruz, danos tu libertad, tu fuerza y la gracia que transforma todos nuestros actos en obras de Divina Voluntad; que hacen resplandecer tu Amor Misericordioso a cuantos buscan tu Rostro.

Por el Doloroso e Inmaculado Corazón de María, ayúdanos a participar de tus Sufrimientos, tu Pasión y tu Dolor por las almas.

Que, los apóstoles de tu Sagrado Corazón Eucarístico, te demos adoración perenne, reparación perpetua y agradecida alabanza. Amén. Fiat.