Hora 05

21 de junio de 2018

Oración preparatoria para la Meditación de la Hora de Reparación

Jesús, amor mío, soy tu pobre nada. Mi Jesús, soy nada y además pobre, por eso necesito de tu Santo Espíritu que, unido al Doloroso e Inmaculado Corazón de la Mamá Celestial, llenen mi pequeño corazón de Amor Santo y Fuego Divino para enfervorizar mi ser tan frío e indiferente al Amor de Dios.

Jesús, mi Esposo Celestial, al comenzar mi meditación reparadora, prepara mi espíritu para recibir la Luz Divina que me conceda conocer y grabar en mi corazón los Misterios de tu Amor Infinito, Amor que entregaste a una Cruz para que yo te amara, Amor que expiró su último aliento para que yo tuviera vida.

Jesús, Mamá Celestial, tomo los méritos de cada Hora de Meditación Reparadora y los hago vida, que multiplicándose en mí den luz a todos los corazones, y haciendose vida en mi pobre vida me preparen a mí y a todos para el Triunfo del Doloroso e Inmaculado Corazón de María y del Reinado del Espíritu Santo. Amén.

21 de junio de 2018

Al terminar la Meditación Reparadora, se realiza La Dulce Cadena del Amor Divino

21 de junio de 2018 Oración preparatoria para la Meditación de la Hora de Reparación

4 de enero de 2021 - LLAMADO DE AMOR Y CONVERSIÓN DE DIOS PADRE TIERNO Y MISERICORDIOSO

Quinta Hora de Meditación Reparadora
“Los Patriarcas”
Hijo mío, mi Paternidad Espiritual se extendió́ sobre mi pueblo al consagrar al primero de los Patriarcas: Abraham y, a partir de mi siervo Abraham, todos los patriarcas que guiaron a mi primitivo Resto Fiel en el camino de la Sabiduría.

En esta Paternidad Espiritual se reflejaba mi Amor de Padre a mi pueblo, que experimentaba también mi Presencia, ayuda y cercanía. A pesar de que estos Patriarcas eran humanos con defectos y pasados, mi Espíritu los consagró para gobernar a mi Resto Fiel, y prefigurar el Reinado del Corazón Eucarístico de mi Hijo, Reinado en que mi Resto Fiel jamás tendrá hambre y jamás tendrá sed.

Abraham fue el primero de mis Patriarcas, Isaac, Jacob, Noé, José de Nazaret (Romanos 9, 5) y así, continuó ese Espíritu de la Ley que, en Moíses, fue presentado plenamente en los Mandamientos.

Los Patriarcas preparaban el camino para que se revelará mi Ley. Mi Ley preparaba el corazón humano para la venida de mi Hijo, el Mesías, la Ley Divina hecha Hombre. El Espíritu Patriarcal, ha quedado enteramente manifestado en el Casto y Amante Corazón de mi Siervo San José, y en José ha sido modelo para mis pastores los sacerdotes, obispos y el Santo Padre.

Ofrece esta Hora por la santidad de los sacerdotes.
Elevación del alma
Amado Padre Tierno y Misericordioso, en tu Espíritu recorro la vida de tus Santos Patriarcas; uniendo mi corazón, en la Divina Voluntad, al corazón de tus Santos Patriarcas, te amo con ellos, te adoro con ellos, reparo con ellos, te consuelo con ellos. Que, en esta elevación de mi alma, cada Santo Patriarca te alabe en la Divina Voluntad, y el deseo Tuyo y de ellos de santificar al pueblo, sea un cumplimiento para tu mayor Gloria, para el Triunfo del Corazón Doloroso e Inmaculado de María y el Reinado Eucarístico del Sagrado Corazón de Jesús. Amén. Fiat.