Fechas Importante – Septiembre

Los Dolores Corredentores de María

La Celebración de Nuestra Señora de los Dolores es el 15 de septiembre, al día siguiente de la Exaltación de la Santa Cruz.

Al pie de la Cruz, donde una espada de dolor atravesó el corazón de María, Jesús nos entregó a su Madre como Madre nuestra, poco antes de morir.

En respuesta a esta demostración suprema de su amor por nosotros, digamos cada día de nuestras vidas:

“Sí, Ella es mi Madre. Jesús, yo la recibo y te pido que me prestes tu Corazón para amar a María como Tú la amas.”

Los cristianos hemos de aprender a amar a Jesucristo con la asistencia de su Madre

La Devoción a los Siete Dolores de la Virgen María

Esta devoción se originó en el siglo XIII. Recuerda los dolores que la Virgen Madre de Dios soportó en compasión por el sufrimiento y muerte de su Divino Hijo.

La devoción a los Siete Dolores de la Virgen María se desarrolló por diversas revelaciones privadas, sus orígenes están perdidos a través de los siglos, y su formato ha ido evolucionando. Se conoce que fue iniciada en la Edad Media. Los datos más concretos son las revelaciones a Sta. Brígida.

Santa Brígida de Suecia (1303-1373):

“Miro a todos los que viven en el mundo para ver si hay quien se compadezca de Mí y medite mi dolor, mas hallo poquísimos que piensen en mi tribulación y padecimientos. Por eso tú, hija mía, no te olvides de mí que soy olvidada y menospreciada por muchos. Mira mi dolor e imítame en lo que pudieres. Considera mis angustias y mis lágrimas y duélete de que sean tan pocos los amigos de Dios.”

Nuestra Señora prometió, en revelación a Santa Brígida, que concedería siete gracias a aquellas almas que la honren y acompañen diariamente, rezando siete Ave Marías mientras meditan en sus lágrimas y dolores:

1º. Pondré paz en sus familias.
2º. Serán iluminados en los Divinos Misterios.
3º. Los consolaré en sus penas y acompañaré en sus trabajos.
4º. Les daré cuanto me pidan con tal que no se oponga a la voluntad de mi Divino Hijo y a la santificación de sus almas.
5º. Los defenderé en los combates espirituales con el enemigo infernal, y los protegeré en todos los instantes de sus vidas.
6º. Los asistiré visiblemente en el momento de su muerte: verán el rostro de su Madre.
7º. He conseguido de mi Divino Hijo que los que propaguen esta devoción (a mis lágrimas y dolores) sean trasladados de esta vida terrenal a la felicidad eterna directamente, pues serán borrados todos sus pecados, y mi Hijo y Yo seremos “su eterna consolación y alegría”.
La fiesta de Nuestra Señora de los Dolores fue instituida por un sínodo provincial de Colonia en 1413 como respuesta a los husitas protestantes (por cierto, fueron los husitas quienes hicieron los cortes de espada en el rostro de la polaca Nuestra Señora de Czestochowa)

El Papa San Pío X colocó la fiesta el 15 de septiembre para que cerrara con la fiesta de la Santa Cruz el 14 de septiembre.

Benedicto XIII. El 26 de septiembre de 1724, concedió una indulgencia de doscientos días por cada Padre Nuestro y cada Avemaría a aquellos que, con sincera contrición y habiendo confesado o con la firme intención de confesar sus pecados, reciten esta Coronilla, (Corona o Rosario como también se conoce) en cualquier momento. Viernes, o en cualquier día de Cuaresma, en el Festival de los Siete Dolores, o dentro de la Octava; y cien días cualquier otro día del año.

Clemente XII. El 12 de diciembre de 1734, confirmó estas indulgencias y, además, concedió:

1. Una indulgencia plenaria para aquellos que hayan rezado esta Coronilla durante un mes todos los días: Confesión, Comunión y Oraciones por la Iglesia, como de costumbre.

2. Una indulgencia de cien años a todos los que lo reciten en cualquier día, habiendo confesado sus pecados, con sincero dolor, o al menos con el firme propósito de hacerlo.

3. Ciento cincuenta años a quienes lo reciten los lunes, miércoles y viernes, y festivos de precepto, con confesión y comunión.

4. Indulgencia plenaria una vez al año, en cualquier día, a quienes estén acostumbrados a recitarlo cuatro veces a la semana, a condición de la Confesión, Comunión y Recitación de la Coronilla el día de la Comunión.

5. Doscientos años de indulgencia para todos los que la reciten devotamente después de la Confesión; y a todos los que lo lleven consigo, y lo reciten con frecuencia, diez años de indulgencia cada vez que escuchen Misa, escuchen un sermón o reciten el Padre Nuestro, y siete Avemarías, realizarán cualquier obra de misericordia espiritual o corporal, en honor de nuestro Santísimo Salvador, la Santísima Virgen María, o cualquier Santo, su abogado.

Todas estas indulgencias fueron confirmadas por decreto del 17 de enero de 1747 y aplicadas a las almas del Purgatorio.

Celebración de los Dolores Corredentores de la Virgen María

El Apostolado de los Sagrados Corazones Unidos tiene marcado en su calendario del mes de septiembre la Hora Cero del 14-15, como la Hora del Triunfo de la Cruz Gloriosa y de los Dolores Corredentores de María. Luego de exaltar la Cruz Gloriosa oramos a continuación la Corona de los Siete Dolores de la Virgen María como le ha sido dictado al instrumento.

EL PEDIDO DEL CIELO (a través del instrumento)

A través de varios Llamados de Amor y Conversión los apóstoles de los Últimos Tiempos han sido llamados a propagar y a extender la Devoción de los Dolores Corredentores. Esta petición consiste en realizar, con todo el corazón, la oración del Rosario de los Siete Dolores, tal como ha sido entregado al Apostolado, cada 15 de mes.

Será un acto de acción de gracias honrando, de esta manera, al Corazón Doloroso e Inmaculado de María el día de su primera aparición (15 de julio de 2014) con la cual se da cumplimiento a la profecía del Libro del Apocalipsis 12, recordando que la Mujer Vestida del Sol ya se ha manifestado en el cielo como la Gran Señal: el Corazón Doloroso e Inmaculado de María. Así mismo, agradeciendo por cada una de sus apariciones en el Jardín y Santuario de los Sagrados Corazones Unidos.

De esta manera se da inicio a la:

CONMEMORACIÓN MENSUAL DE LAS APARICIONES DEL CORAZÓN DOLOROSO E INMACULADO DE MARÍA

Cada 15 de mes
Oramos la Corona de los Siete Dolores Corredentores de María.
Llamados de Amor y Conversión relacionados a la revelación de esta gran devoción:

15 septiembre 2021 - LLAMADO DE AMOR Y CONVERSIÓN DEL CORAZÓN DOLOROSO E INMACULADO DE MARÍA

Hijos:

En la Alianza de nuestros Sagrados Corazones el Padre Misericordioso, a través del dolor, ha redimido a la humanidad.

El primer pecado causó en los primeros padres dolor y, el dolor, Dios lo quiso elevar a la Redención, por eso, mi Hijo Jesús y Yo, unidos en un mismo dolor, reparamos el pecado de la humanidad.

Hijitos, por eso, Yo soy Dolorosa, porque a través del dolor me uno a mis hijos en la tierra.

Que el 15 de cada mes mediten y oren el Rosario de mis Siete Dolores, como está entregado en el Apostolado, meditando mis Dolores Corredentores a la luz de los Llamados de Amor y de Conversión.

Oren con el corazón el 15 de mes el Rosario de mis Siete Dolores, como mi Apostolado lo enseña y lo ora.

Con mi Doloroso Corazón y con amor maternal los bendigo.

En el Nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

16 septiembre de 2021 - LLAMADO DE AMOR Y CONVERSIÓN DEL SAGRADO CORAZÓN EUCARÍSTICO DE JESÚS

Mi querido hijo:

Es un deseo de mi Sagrado Corazón Eucarístico que, los quinces de cada mes honren el Corazón Doloroso e Inmaculado de mi santa Mamá, orando y meditando en el Rosario de los Siete Dolores del Corazón de mi Madre, del Apostolado.

Es importante, querido hijo, que, con esta dedicación mensual al Corazón Doloroso e Inmaculado de mi Madre, la están honrando en el día de su primera aparición como el Corazón Doloroso e Inmaculado el 15 de julio. Por eso, cada quince realicen el Rosario de los Siete Dolores con todo el corazón, recordando que la Mujer Vestida del Sol ya se ha manifestado en el cielo como la Gran Señal: el Corazón Doloroso e Inmaculado de María.

Esta manifestación de mi Madre es el cumplimiento del Libro de Apocalipsis.

Honren a mi Madre el quince de cada mes en acción de gracias por sus dolores corredentores y su presencia a través de sus apariciones en nuestro Jardín y Santuario de Nuestros Sagrados Corazones Unidos.

Con mi Sagrado Corazón Eucarístico los bendigo.

En el Nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

19 septiembre 2021 - LLAMADO DE AMOR Y CONVERSIÓN DE DIOS PADRE TIERNO Y MISERICORDIOSO

Mi querido hijo, deseo explicarte la importancia de los quince de cada mes.

Un día quince del mes de Julio apareció la Gran Señal de la Mujer Vestida del Sol en el cielo. Ese día se cumplió la profecía de Apocalipsis 12.

También, está unido al misterio de los Dolores de María Corredentora.

Por esa razón, Yo, el Padre Tierno y Misericordioso deseo que el quince de cada mes se haga un acto de acción de gracias en honor al Corazón Doloroso e Inmaculado de María por sus apariciones.

Que el quince de mes se conmemore su primera aparición como el Corazón Doloroso e Inmaculado, pero siempre teniendo como fiesta principal el 15 de julio de cada año.

El quince de mes conmemoraran su aparición orando el Rosario de los Siete Dolores del Corazón de María, pues los Dolores de María los han dado a luz a ustedes para la salvación.

Hijos míos, comprendan que el Apostolado es un gran plan de salvación para toda la tierra y de santidad para toda mi Iglesia.

Yo, el Padre Tierno y Misericordioso por intercesión del Corazón Doloroso e Inmaculado de María, la Gran Señal aparecida en el cielo, los amo y los bendigo.
El Apostolado de los Sagrados Corazones Unidos de Jesus y de María presenta:

La Corona de los Siete Dolores de la Virgen María

Primer Dolor: La Profecía de Simeón

Segundo Dolor: La Huida a Egipto

Tercer Dolor: La Pérdida del Niño Jesús

Cuarto Dolor: El Encuentro con Jesús Camino del Calvario

Quinto Dolor: Jesús Muere en la Cruz

Sexto Dolor: Jesús es bajado de la Cruz

Séptimo Dolor: Jesús es colocado en el Sepulcro
Luego de las oraciones introductorias se recitan los Siete Misterios Dolorosos de la Virgen María, se lee el pasaje bíblico referente a ese dolor y un fragmento de un Llamado de Amor y de Conversión para meditar.

Un Padre Nuestro y seguido Siete Ave María de los Últimos Tiempos. Gloria y las Jaculatorias.