20 DE FEBRERO: MEMORIA LITÚRGICA A SAN FRANCISCO MARTO
Santo Patrón del Apostolado de los Sagrados Corazones Unidos de
Jesús y de María
Fiesta: 20 de febrero
Beatificado: 13 de mayo de 2000
Venerado: 13 de mayo de 1989
Canonizado (con Jacinta): 13 de mayo de 2017
Fecha de su Pascua: 4 de abril 1919
Beatificado: 13 de mayo de 2000
Venerado: 13 de mayo de 1989
Canonizado (con Jacinta): 13 de mayo de 2017
Fecha de su Pascua: 4 de abril 1919
Francisco tenía solo 10 años cuando se le apareció nuestra Santísima Madre, junto con su hermana Jacinta y su prima Lucía, en su pequeño pueblo de Fátima, Portugal. Las visiones, que llamamos «apariciones», ocurrieron en 1917, entre mayo y octubre. María Santísima se apareció a los niños cinco veces.
Solo Lucía escuchó las palabras de María, pero Francisco les dijo a sus padres, a su párroco, al alcalde de su pueblo y a cualquiera que lo interrogara que realmente veía a María en cada una de sus visitas y que sentía su presencia. Al igual que su hermana y su prima, Francisco informó que María les dijo a los niños que rezaran el Rosario todos los días y que rezaran por los pecadores.
Francisco era un chico gentil y amable. La gente dice que una vez un amigo le compró un pájaro por un centavo. Esto fue mucho dinero para un niño pobre en la época de Francisco. Cuando el amigo le dio a Francisco el pájaro, él, inmediatamente, lo soltó.
Algunas de las personas que interrogaron a Francisco y a los otros niños sobre las apariciones actuaron como matones. Intentaron que los niños dijeran que mintieron acerca de haber visto a la Virgen María. Pero los niños sabían que habían sido bendecidos por las visitas de María Santísima. Con el tiempo se creyó a los niños y se construyó una iglesia en el lugar donde apareció la Virgen María. Millones de peregrinos visitan el santuario de Fátima cada año para rezar el Rosario.
Francisco se acercó más a María y Jesús debido a las visitas de María. Le encantaba especialmente ir a la iglesia solo y arrodillarse ante el tabernáculo. Rezaba a Jesús en el Santísimo Sacramento.
Cuando una epidemia de gripe se extendió por Portugal, Francisco se enfermó y murió. En el año 2000, él y Jacinta fueron declarados «Bienaventurados». Junto con su prima, Lucía, que se convirtió en monja carmelita y quien murió en 2005 a la edad de 97 años, están enterrados en la Basílica de Nuestra Señora de Fátima.
Solo Lucía escuchó las palabras de María, pero Francisco les dijo a sus padres, a su párroco, al alcalde de su pueblo y a cualquiera que lo interrogara que realmente veía a María en cada una de sus visitas y que sentía su presencia. Al igual que su hermana y su prima, Francisco informó que María les dijo a los niños que rezaran el Rosario todos los días y que rezaran por los pecadores.
Francisco era un chico gentil y amable. La gente dice que una vez un amigo le compró un pájaro por un centavo. Esto fue mucho dinero para un niño pobre en la época de Francisco. Cuando el amigo le dio a Francisco el pájaro, él, inmediatamente, lo soltó.
Algunas de las personas que interrogaron a Francisco y a los otros niños sobre las apariciones actuaron como matones. Intentaron que los niños dijeran que mintieron acerca de haber visto a la Virgen María. Pero los niños sabían que habían sido bendecidos por las visitas de María Santísima. Con el tiempo se creyó a los niños y se construyó una iglesia en el lugar donde apareció la Virgen María. Millones de peregrinos visitan el santuario de Fátima cada año para rezar el Rosario.
Francisco se acercó más a María y Jesús debido a las visitas de María. Le encantaba especialmente ir a la iglesia solo y arrodillarse ante el tabernáculo. Rezaba a Jesús en el Santísimo Sacramento.
Cuando una epidemia de gripe se extendió por Portugal, Francisco se enfermó y murió. En el año 2000, él y Jacinta fueron declarados «Bienaventurados». Junto con su prima, Lucía, que se convirtió en monja carmelita y quien murió en 2005 a la edad de 97 años, están enterrados en la Basílica de Nuestra Señora de Fátima.
LLAMADOS DE AMOR Y CONVERSIÓN A SAN FRANCISCO MARTO
14 de mayo de 2017 - LLAMADO DE AMOR Y CONVERSIÓN DEL CORAZÓN DOLOROSO E INMACULADO DE MARÍA
La Madre ha venido como Nuestra Señora del Rosario de Fátima, acompañada de San Francisco y Santa Jacinta Marto. Los dos niños traen, cada uno, el Santo Rosario muy luminoso. Y Nuestra Señora dice:
Queridos Hijos, les invito a comprender el Mensaje de mi Corazón, es un Mensaje para la Salvación.
Pequeños, soy Madre evangelizadora, porque Yo no vengo a agregar, ni a modificar el Evangelio de mi Hijo, sino que quiero, con amor maternal, con paciencia de madre, enseñarles, con mis Llamados de Amor y Conversión, que vivan el Evangelio de Jesús.
Necesito, queridos hijos, que vivan mis mensajes. Vengo a evangelizar sus corazones: quiero que reciban, con el corazón abierto, la Buena Nueva del Cielo.
Pequeños, son ya cien años de mi Mensaje en Fátima, pero han sido, hijos míos, cien años de desobediencia, cien años de ignorancia, cien años de persecución y de rechazo. El vicio pecaminoso de destruir al profeta y sus mensajes en muchos corazones, dentro de la Casa de mi Hijo, no ha cesado.
Hijos Míos, reparen con sus oraciones, reparen con sus vidas santas, y consuelen mi Corazón, como Francisco y Jacinta, que se entregaron hasta el final, para consolar nuestros Corazones ofendidos por los pecados y el rechazo de Dios.
Hijitos Míos, pidan perdón, ofrezcan oraciones, y sus sufrimientos de cada día, por los que no han aceptado y ni han vivido mis mensajes.
Hijos, ábranse totalmente, ámenme de verdad, porque, con mi Corazón Inmaculado quiero conducirlos al Cielo. Escúchenme y cambien, porque Jesús quiere la salvación eterna de cada una de sus almas. Sean santos, en el amor, y en la fe, y en la misericordia.
Les doy mi bendición. Francisco y Jacinta ruegan por todos mis apóstoles. En el Nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Queridos Hijos, les invito a comprender el Mensaje de mi Corazón, es un Mensaje para la Salvación.
Pequeños, soy Madre evangelizadora, porque Yo no vengo a agregar, ni a modificar el Evangelio de mi Hijo, sino que quiero, con amor maternal, con paciencia de madre, enseñarles, con mis Llamados de Amor y Conversión, que vivan el Evangelio de Jesús.
Necesito, queridos hijos, que vivan mis mensajes. Vengo a evangelizar sus corazones: quiero que reciban, con el corazón abierto, la Buena Nueva del Cielo.
Pequeños, son ya cien años de mi Mensaje en Fátima, pero han sido, hijos míos, cien años de desobediencia, cien años de ignorancia, cien años de persecución y de rechazo. El vicio pecaminoso de destruir al profeta y sus mensajes en muchos corazones, dentro de la Casa de mi Hijo, no ha cesado.
Hijos Míos, reparen con sus oraciones, reparen con sus vidas santas, y consuelen mi Corazón, como Francisco y Jacinta, que se entregaron hasta el final, para consolar nuestros Corazones ofendidos por los pecados y el rechazo de Dios.
Hijitos Míos, pidan perdón, ofrezcan oraciones, y sus sufrimientos de cada día, por los que no han aceptado y ni han vivido mis mensajes.
Hijos, ábranse totalmente, ámenme de verdad, porque, con mi Corazón Inmaculado quiero conducirlos al Cielo. Escúchenme y cambien, porque Jesús quiere la salvación eterna de cada una de sus almas. Sean santos, en el amor, y en la fe, y en la misericordia.
Les doy mi bendición. Francisco y Jacinta ruegan por todos mis apóstoles. En el Nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
4 de abril de 2019 - LLAMADO DE AMOR Y CONVERSIÓN DEL SAGRADO CORAZÓN EUCARÍSTICO DE JESÚS
Mi Sagrado Corazón Eucarístico y el Doloroso e Inmaculado Corazón de nuestra Mamá Celestial, están atentos a la voz de las súplicas de los hombres. Esto se ha concretizado en el Apostolado de nuestros Sagrados Corazones Unidos.
Nuestros Sagrados Corazones están hablando a la tierra, dando nuestros últimos Llamados de Amor y de Conversión para que los hombres escuchen la Voz de Dios y la Voz de la Madre, y conviertan sus corazones.
Nuestros Sagrados Corazones se manifiestan con amor y misericordia y, con paciencia y ternura, están reuniendo a los hijos de la Mujer Vestida del Sol y también convirtiendo pecadores a grandes apóstoles de nuestros Corazones.
Queridos hijos, es muy importante que se reúnan en Cenáculos de Oración, iniciando en las familias. Así, mi Corazón Redentor y el Corazón de mi Madre Corredentora podremos rescatar muchas almas y disminuir la purificación.
Reúnanse y oren en todo el mundo el Cenáculo de Oración de nuestros Sagrados Corazones Unidos, dado para estos Últimos Tiempos.
Con mi Sagrado Corazón Eucarístico y con la intercesión de San Francisco Marto que hoy me acompaña, bendigo al mundo desde este santo lugar.
En el Nombre del Padre y del Hijo y Espíritu Santo. Amén.
Nuestros Sagrados Corazones están hablando a la tierra, dando nuestros últimos Llamados de Amor y de Conversión para que los hombres escuchen la Voz de Dios y la Voz de la Madre, y conviertan sus corazones.
Nuestros Sagrados Corazones se manifiestan con amor y misericordia y, con paciencia y ternura, están reuniendo a los hijos de la Mujer Vestida del Sol y también convirtiendo pecadores a grandes apóstoles de nuestros Corazones.
Queridos hijos, es muy importante que se reúnan en Cenáculos de Oración, iniciando en las familias. Así, mi Corazón Redentor y el Corazón de mi Madre Corredentora podremos rescatar muchas almas y disminuir la purificación.
Reúnanse y oren en todo el mundo el Cenáculo de Oración de nuestros Sagrados Corazones Unidos, dado para estos Últimos Tiempos.
Con mi Sagrado Corazón Eucarístico y con la intercesión de San Francisco Marto que hoy me acompaña, bendigo al mundo desde este santo lugar.
En el Nombre del Padre y del Hijo y Espíritu Santo. Amén.
20 de febrero de 2022 - LLAMADO DE AMOR Y CONVERSIÓN DE SANTA JACINTA MARTO DE FÁTIMA
Alabado sea el Sagrado Corazón Eucarístico de Jesús.
Pequeña nada de los Sagrados Corazones:
Dios Padre Tierno y Misericordioso desea que dentro de esta obra del Apostolado se forme un ejército de niños. Niños que aprendan a orar el Cenáculo de Oración y las Devociones del Apostolado. Niños que se reúnan a escuchar a Nuestra Señora. Niños que vivan los Llamados de Amor y de Conversión.
Este Ejército de niños, Dios Padre y Nuestra Señora desean llamarlo:
Pequeña nada de los Sagrados Corazones:
Dios Padre Tierno y Misericordioso desea que dentro de esta obra del Apostolado se forme un ejército de niños. Niños que aprendan a orar el Cenáculo de Oración y las Devociones del Apostolado. Niños que se reúnan a escuchar a Nuestra Señora. Niños que vivan los Llamados de Amor y de Conversión.
Este Ejército de niños, Dios Padre y Nuestra Señora desean llamarlo:
El Ejército Blanco de los
Sagrados Corazones Unidos de Jesús y de María.
Que con el arma del Rosario de la Corredención ofrezcan sus plegarias: Por el Santo Padre y la Iglesia. Por la conversión de los pecadores, porque de esta conversión depende la paz del mundo. Y por el triunfo y reinado de los Sagrados Corazones de Jesús y de María.
El Apostolado es una obra para todos y al servicio de la Iglesia. Que este Ejercito Blanco de los Sagrados Corazones Unidos sea testimonio para el mundo, de amor y devoción al Sagrado Corazón Eucarístico de Jesús y al Doloroso e Inmaculado Corazón de María.
San Francisco y yo, santa Jacinta, seremos los Santos Patronos de este Ejercito Blanco.
Pequeña nada, el Padre te ha concedido un gran amor por el Santo Padre, el dulce Jesús en la tierra. Sigue ofreciéndote como victima por amor al Papa, a los sacerdotes y a los pobres pecadores.
Francisco y yo intercedemos por esta Obra Magna de Jesús y de María.
En el Nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
El Apostolado es una obra para todos y al servicio de la Iglesia. Que este Ejercito Blanco de los Sagrados Corazones Unidos sea testimonio para el mundo, de amor y devoción al Sagrado Corazón Eucarístico de Jesús y al Doloroso e Inmaculado Corazón de María.
San Francisco y yo, santa Jacinta, seremos los Santos Patronos de este Ejercito Blanco.
Pequeña nada, el Padre te ha concedido un gran amor por el Santo Padre, el dulce Jesús en la tierra. Sigue ofreciéndote como victima por amor al Papa, a los sacerdotes y a los pobres pecadores.
Francisco y yo intercedemos por esta Obra Magna de Jesús y de María.
En el Nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
