El Bautismo del Señor

EL BAUTISMO DEL SEÑOR

LLAMADOS DE AMOR Y CONVERSIÓN Y EL SACRAMENTO DEL BAUTISMO

2 de junio de 2016 - Llamado de Amor y Conversión del Sagrado Corazón Eucarístico de Jesús

El Sacramento del Bautismo un regalo de mi Sagrado Corazón

Jesús: Pequeño, escribe. No te canses de escribir porque a través de estos Llamados de Amor y Conversión les iré mostrando la belleza de mi Sagrado Corazón. Quiero enseñarte de mi Sabiduría, pequeño.

El instrumento: Mi amado Jesús, ¿qué puedo yo decirte, sino solamente “gracias” y ofrecerte toda mi vida en adoración continua por tu inmenso Amor?

Jesús: Permanece pequeño, se siempre pequeño. ¿Recuerdas la jaculatoria que te había entregado para que se la dirigieras a nuestro “ABBA PADRE”?

El instrumento: Si, lo recuerdo: Padre, destrúyeme y en mis ruinas levanta tu Santuario.

Jesús: Si, (…) esa jaculatoria.

Hijito, hoy aprenderás sobre el Sacramento del Bautismo. Hijo, como te dije anteriormente, cada sacramento es un regalo de mi Sagrado Corazón y este, en especial, fue una gracia de amor que mi Sagrado Corazón deseó y realizó cuando le pedí al Bautista san Juan que me administrara el bautismo de penitencia, y cómo el Espíritu en el Eterno se manifestaron confirmando este deseo de mi Sagrado Corazón.

Hijo, en otro pasaje del Evangelio le digo a Nicodemo que deben nacer del Agua y el Espíritu; otra vez mi Sagrado Corazón entregando las primicias de este Sacramento. Luego en la Cruz, hijo de mi Sagrado Corazón, valiéndose por mi Santa Herida del Costado, fluyeron Sangre y Agua con los cuales bauticé la humanidad desde el Calvario para quitar la ceguera y contemplaran al que traspasaron.

Hijo, nacer del Agua y del Espíritu es el Sacramento del Bautismo unido a un Pentecostés, porque cuando una creatura es bautizada se convierte en hija, por misericordia y en mis méritos. Recibiendo en ese mismo instante al Espíritu Santo entonces se convierte en Templo del Espíritu Santo, sacerdote, rey y profeta.

El Bautismo es el primer paso para la vida en Dios y es un requisito para la salvación porque, aquel que crea y se bautice, alcanzará la Vida Eterna. 

El Agua Santa del Bautismo los hace, por mis méritos, hijos del Padre. 

El Bautismo entierra y esfuma, por pura misericordia, el pecado en sus almas, dando así muerte al hombre de pecado para que, dando su “Fiat” en ese momento de consagración, resucite al hombre de la gracia. 

Cómo anhela mi Sagrado Corazón que los niños sean educados para que los niños cuiden y valoren su gracia bautismal.

Hijos, no permitan que Satanás los distraiga con las cosas de este mundo, vivan su Santo Bautismo viviendo la vida espiritual de la Gracia. Hijito, el Sacramento del Bautismo es un Sacramento de Salvación.

¡Pidan al Inmaculado Corazón de mi Madre que ayude a sus corazones a vivir esa consagración bautismal! a ser fieles a este santo propósito y a vivir como verdaderos hijos de Dios por el Bautismo que han recibido.

Te amo y te bendigo.

El instrumento: Gracias, Jesús, ayúdame a valorar este Sacramento que he recibido y a dar testimonio de ser un verdadero hijo de Dios.

Jesús: La Paz. En el Nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén. 

Ave María Purísima, sin pecado concebida.

8 de junio de 2019 - LLAMADO DE AMOR Y CONVERSIÓN DEL CORAZÓN DOLOROSO E INMACULADO DE MARÍA

Mis apóstoles, los invito a ser adoradores de la Tercera Persona de la Santísima Trinidad: el Espíritu Santo.

Desde el día de su Bautismo lo recibieron y en el sacramento de la Confirmación recibieron el Don del Espíritu Santo en plenitud.

Entonces, hijos míos, permanezcan fieles a este Don que han recibido. Adoren, clamen y lleven al Espíritu Santo, sean ustedes portadores de la Presencia del Espíritu de Dios.

En este gran Apostolado de los Últimos Tiempos, Dios ha dado un gran carisma, al Espíritu Santo unido a mi Doloroso e Inmaculado Corazón, este carisma es ser María a través del Espíritu Santo para el Corazón de Jesús.

Hijos míos, mi apostolado también es una obra del Espíritu Santo y todos ustedes, mis apóstoles, también deben ser apóstoles del Reino del Espíritu Santo, el gran Pentecostés que, por medio de los Cenáculos de Oración de nuestros Sagrados Corazones Unidos vendrá́ a la tierra.

Con mi Corazón Maternal y con Dios Espíritu Santo los bendigo.

En el Nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amen