
CORAZÓN DOLOROSO E INMACULADO DE MARÍA
REINA DE TODAS LAS ADVOCACIONES
Una meditación en Advocaciones Marianas manifestadas a través de la historia y confirmadas en los Llamados de Amor y Conversión; y un pequeño destello de lo que, en ellas, la Reina del Cielo trajo a la humanidad y que constituye una enseñanza compilada para los apóstoles de los Últimos Tiempos. Para que, con el mejor entendimiento del plan de Redención y de la Obra MAGNA y de los siglos de gracia y misericordia que Ella ha derramado sobre sus hijos nos permita captar lo que significa ser apóstol de los Últimos Tiempos.
Madre del Corazón Doloroso e Inmaculado de María,
Señora Vestida del Sol,
Reina de todas las advocaciones,
que nos das las reliquias y los Llamados
que el Padre Eterno nos envía
con misericordia y amor.
Corazón Doloroso e Inmaculado,
Corredentora del Redentor, Madre de toda la humanidad,
eres la Mujer Vestida de Sol.
(estribillo)
Como Virgen del Pilar nos trajiste el don de la fe.
Animaste a Santiago y prometiste que
con la columna gallarda los apóstoles no perecerán.
(estribillo)
Como Virgen de Guadalupe a la América pagana
nos trajiste el don de la evangelización,
plantaste la Cruz de tu Hijo y en cristianos nos transformarte.
(estribillo)
Como Virgen del Buen Suceso, nos trajiste
el don de la Santidad de vida.
San Francisco y tus Arcángeles plasmaron tu majestad.
(estribillo)
Como Virgen de La Salette nos trajiste
el don de reconciliación con Dios.
Oración perseverante,
amor a la Eucaristía, para que con conversión
nuestra dignidad recobremos.
(estribillo)
Como Virgen de la Medalla Milagrosa nos trajiste
el don de los Dos Corazones al pie de la Cruz.
Oh, María sin pecado concebida.
¡Ruega por nosotros que recurrimos a ti!
(estribillo)
Como Virgen de Lourdes nos trajiste
el don de la penitencia para que
del pecado no nos dejemos dominar.
(estribillo)
Como Virgen de todos los pueblos
nos trajiste el don del Espíritu Santo.
Reuniendo a los consagrados en tu ejército amado.
(estribillo)
Como Virgen de Fátima nos trajiste
el don del Sacrificio,
para preparar nuestras almas,
y que el Reinado del Sagrado Corazón de Jesús
descienda al mundo.
(estribillo)
Como Virgen de Garabandal nos trajiste
el don del Amor y nos pides que seamos buenos,
santos, perfectos en el amor a Dios,
al prójimo y en el amor a nuestra salvación.
(estribillo)
Como Virgen de Medjugorje nos traes
el don de la Paz para obtener sabiduría,
y poder sobrellevar con paz y paciencia
nuestra vida terrenal.
(estribillo)
Tu Corazón es la señal
que en Apocalipsis precede el triunfo
del Cordero de Dios. Vienes al desierto de este mundo
a reunir a tus hijos, tu resto fiel, y trasmitir
los Últimos Avisos de Amor para la conversión.
(estribillo)
Al final vendrá un Nuevo Pentecostés.
Será la Llama de tu Amor en cada alma
y el triunfo de tu Doloroso e Inmaculado Corazón.
Seremos un solo pueblo, una sola Iglesia,
un solo rebaño para la Gloria de Dios.
(estribillo)
Manuel De Jesús Bermúdez