Octavo Mandamiento

22 de mayo de 2014 - LLAMADO DE AMOR Y CONVERSIÓN DEL CORAZÓN DOLOROSO E INMACULADO DE MARÍA

Los verdaderos hijos que nacen en el Espíritu de mi Santo Vientre no negocian la verdad.

 Queridos hijos, os he ido guiando poco a poco en mi pequeña escuela, escuela del amor, escuela eucarística, escuela de oración, escuela de contemplación, escuela de acción y entrega. 

Poco a poco los voy formando a una nueva vida, vida en vida escondida en Cristo: Porque “habéis muerto, y vuestra vida está escondida con Cristo en Dios” (Col 3, 3), donde mi “yo”, ha muerto para dar vida al Fiat, Fiat de entrega, Fiat de la verdad, FIAT MIHI SECUMDUN VERBUM TUUM:

HÁGASE EN MI SEGÚN TU PALABRA. 

Es Verdad, la Palabra de mi Hijo, es Verdad y ¿a quién irán a buscar si sólo Jesús tiene Palabras de Vida Eterna? 

Cambien sus vidas y no negocien la Verdad. ¿Qué es esto, mi niño? ¿Qué es negociar la verdad? 

Hijo, hay una sola Verdad es Cristo y su Palabra, así que, hijos, no cambien la Verdad, por la mentira. 

En estos tiempos, mis niños, se cambia la Verdad, como la libertad es cambiada por el libertinaje, el amor por lujuria, la bondad por el rechazo al otro que no tiene nada, –que no vale nada ante el mundo–, porque ante mí, su Madre, vale la Santísima Sangre de Cristo. 

Hijos, cambian la gracia de la Verdad por la mentira del pecado, transgrediendo las leyes divinas, los Diez Mandamientos. Todos quieren vivir su verdad. Todo, para muchas pobres almas, es relativo. Si se dieran cuenta de la Verdad –que mi hijo les trae– se salvarían muchísimas almas que tienen sed de la Verdad. 

¿Quién es la Verdad? Os lo vuelvo repetir: Cristo Jesús. Y su Verdad es su enseñanza. 

Esto es el amor a Dios y al prójimo, obediencia y humildad. Yo, por consecuencia entonces, soy la Madre de la Verdad Encarnada, la Verdad Eucarística. Guíense con mis Llamados… Verdad, caridad, sencillez y transparencia son cualidades que os daré en mi Santo Vientre, si se dejan moldear por Mí. 

Solo la Verdad, vivan la Verdad. No cambien la Verdad por la mentira, la Gracia por el pecado, el Cielo por el infierno. 

Os ama vuestra Madre, la Madre de Jesús, el Maestro de Verdad. Amén.