Disciernan las señales de estos últimos tiempos
Querido hijo de Mi sagrado corazón, recibe Mi Amor en tu pequeño corazón, Amor Santo y Divino que fluyen de Mis Rayos Misericordiosos, que son el signo vivo de Mi Amor y entrega por todo el género humano. Corazón que sangra desde la Cruz porque les amo, Corazón que sufre la tibieza, la inconstancia, la frialdad, la indiferencia de mis almas redimidas. Este rechazo a Mi Sagrado Corazón ha hecho que los hombres encuentren, aunque no encuentran realmente nada, semidioses.
El materialismo, la comodidad, el egoísmo que ha destruido el mundo, a muchos de mis escogidos. Toda esa cadena de pecados y de vicios espirituales han llevado al corazón humano a la desolación. Mis templos vacíos, pocos acuden a la Santa Misa con la debida devoción, pocos desean escuchar a mis profetas y a los sacerdotes, rechazando mi amor.
La apostasía es ahora el segundo ciclo de pecado que ha empezado a desencadenarse. Muchos confunden, se dejan confundir, muy pocos aceptan y reconocen la Voz de Mi Santo Espíritu. Hijo, ahora el mundo no reconoce las señales, no las reconoce porque no las conoce. Han dejado Mis Palabras y las de Mi Amantísima Madre de lado, ignorando Mis Llamados de Amor a la conversión. Ahora, Manuel, Elías de Mi Sagrado Corazón, discierne tú y todas las almas que con buena voluntad quieran seguirme estas señales: la apostasía en su apogeo, la desolación llegando a ser universal, unos hombres quieren poner en duda Mi Mensaje ¿hasta cúando creerán Mis Palabras. Creen lo que pueden ver y sentir, a Mí no me pueden ver y sentir porque han alejado al Espíritu Santo de sus corazones. Estás, hijito, en las señales proféticas e introductorias de los últimos tiempos. Mi Palabra nunca pasará, vive de Mi Sagrado Corazón que te ama. En el Nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo. Ave María Purísima, sin pecado concebida.