Queridos hijos míos:
He puesto delante de toda la humanidad a mis Dos Testigos, los he enviado con la fuerza de mi Espíritu Santo a predicar a las naciones y a reunirlas en mi nombre.
Mis Dos Testigos, la Señora Vestida del Sol y el Cordero Sacrificado, a través de los Últimos Llamados de Amor y de Conversión, están predicando al mundo la Palabra del santo Evangelio y el Magisterio de la Iglesia, Esposa del Cordero.
El Corazón Doloroso e Inmaculado de María es la Gran Señal Vestida del Sol, y el Sagrado Corazón Eucarístico de Jesús es el Cordero de Dios adorado por los ancianos y los apóstoles.
¡Escuchen a mis Dos Testigos y vuelvan su corazón a su Padre Tierno y Misericordioso!
En el Nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.