1 de marzo de 2022 – LLAMADO DE AMOR Y CONVERSIÓN DEL SAGRADO CORAZÓN EUCARÍSTICO DE JESÚS

1 de marzo de 2022 – LLAMADO DE AMOR Y CONVERSIÓN DEL SAGRADO CORAZÓN EUCARÍSTICO DE JESÚS

Pequeña nada, crucificada conmigo por amor:

El Apostolado es el compendio de gracias. Pues la Mujer Vestida del Sol, el Corazón Doloroso e Inmaculado de María; y el Cordero Sacrificado, que es mi Sagrado Corazón Eucarístico reúnen en esta Obra Magna todas las gracias de Nuestros Sagrados Corazones.

Mi Apostolado, también es una legión de almas reparadoras de mi Divino Rostro, pues mi Rostro Sufriente es la expresión de amor de mi Sagrado Corazón. Adorar mi Divino Rostro es adorar a mi Sagrado Corazón. Reparar mi Rostro sufriente es reparar el dolor de mi Sagrado Corazón. Mi Divino Rostro y mi Sagrado Corazón son un solo misterio, un misterio de sacrificio eucarístico.

Por eso, hijo, todas las Devociones a mi Divino Rostro las quiero reunir en mi Apostolado y les quiero entregar un tesoro de amor eucarístico:

La Corona de Reparación a mi Divino Rostro.

Esta Corona será un paño espiritual que enjugará mi Rostro. Quien ore esta Corona, con el paño de su corazón reparador, consolará y enjugará mi Divino Rostro.

Las almas que oren esta Corona ofrecerán a mi Padre Tierno y Misericordioso mi Divino Rostro Sufriente en la Pasión.

Y, por las almas de los pecadores que ofrezcan esta Corona, mi Padre no mirará al pecador, sino mi Divino Rostro.

Cuando oren esta Corona, mi Padre Tierno y Misericordioso no mirará el pecado del mundo, sino mi Divino Rostro y mi Sagrado Corazón Eucarístico ofreciéndose en expiación, y el Padre Tierno dará Gracias de Misericordia.

Esta Corona de Reparación a mi Divino Rostro debe estar compuesta por 33 cuentas, que representa toda mi vida de obediencia, de amor y de dolor en la tierra; es decir, mis 33 años de vida.

Y el modo y forma de orarla es así:

Iniciarán con la Señal de la Cruz, el Acto de Contrición del Apostolado, las Oraciones de Invocación al Espíritu Santo que te hemos ya dictado, el Credo de los Apóstoles. Un Padre Nuestro, un Ave María de los Últimos Tiempos y un Gloria y los tres Misterios.

En las cuentas grandes dirás a mi Padre:

Dios Padre Tierno y Misericordioso, te ofrezco este Santísimo y Adorable Rostro de nuestro Señor Jesucristo para expiar los pecados de todo el mundo, las blasfemias, sacrilegios e irreverencias; para la iluminación de tus sacerdotes y religiosos y por la conversión de todos los pecadores, en especial de los más obstinados; como también para la liberación o alivio de las Almas del Purgatorio. Amén.

Diez veces dirás:

Dios Padre, mira el Rostro Sufriente y el Corazón Traspasado de tu Hijo Jesucristo, y convierte en elegidos a los pobres pecadores.
Amén.

Y como Jaculatoria:
Corazón Doloroso e Inmaculado de María, ruega por nosotros que nos refugiamos en ti.

Al finalizar los tres misterios, tres veces rezarás:

Sagrado Corazón Eucarístico de Jesús imprime en mi corazón la imagen de tu Divinidad y dame un amor ardiente hacia Ti, para que un día pueda ver tu Faz glorificada. Amén.

Y terminarás esta Corona de Reparación a mi Divino Rostro con la Oración de Reparación al Divino Rostro Sufriente de Jesús, que también ya te he dictado para las Horas de Getsemaní.

Hijito mío, también, esta Corona de Reparación a mi Divino Rostro preparará a las almas para la iluminación de las conciencias.

Con mi Divino Rostro Sufriente, el Rostro de mi Sagrado Corazón Eucarístico te bendigo:

En el Nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

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