10 de agosto de 2014 – LLAMADO DE AMOR Y CONVERSIÓN DEL CORAZÓN DOLOROSO E INMACULADO DE MARÍA

10 de agosto de 2014 – LLAMADO DE AMOR Y CONVERSIÓN DEL CORAZÓN DOLOROSO E INMACULADO DE MARÍA

Madre Corredentora.

Querido hijo, alma pura y estigmatizada de mi Corazón, que gracias recibes en tu vida mística. Vives escondido en Nuestros Corazones.

Hijo, cada uno de mis maternales encargos a tu pequeña alma te anuncian que Yo soy la Madre Corredentora y que ninguna gracia llega a ustedes sino por mediación mía. 

En estos tiempos de caos es necesario que me proclaméis como Corredentora, la Theotokos, la Madre que entrega su vida junto a sus hijos fieles, como la madre de los santos Macabeos.

Yo, la Auxiliadora, invito a que me invoquéis con el Santo Rosario que se les ha confiado, y pongáis a la humanidad en mi Corazón. Yo soy puerto seguro para ustedes, pero les digo, hijitos, que aún hace falta mucho que naufragar. Seguid en mi esperanza y perseverad en mi amor. 

Yo prometo que quien me honrase con el Santo Rosario de mi Corredención: 

  • Sentirá el efecto de mi Llama de Amor.
  • Verán mis bendiciones que caerán como escarchas y lágrimas.
  • Yo aliviaré a los hogares y familias.
  • Traeré la paz al mundo.
  • Protegeré de guerras y calamidades.
  • Disminuirá el aborto.
  • Serán aliviadas las Almas Benditas del Purgatorio.
  • Salvaré con mi Amor Maternal a muchos sacerdotes, religiosos y religiosas de las garras de mi adversario.
  • Mi Gracia se extenderá en el mundo.
  • Habrá salud de alma y cuerpo en mis hijos.
  • Guiaré fielmente a mis hijos al Refugio Seguro en mi Doloroso e Inmaculado Corazón.
  • Las almas que lo recen sentirán el efecto de mi Corredención.

Letanía:

Señor, ten piedad de nosotros. R. se repite

Jesucristo, ten piedad de nosotros.

Señor, ten piedad de nosotros.

Jesucristo, óyenos. R. se repite

Jesucristo, escúchanos,

Dios Padre celestial, ten piedad de nosotros.

Dios Hijo, Redentor del mundo, ten piedad de nosotros.

Dios Espíritu Santo, ten piedad de nosotros.

Trinidad Santísima un solo Dios, ten piedad de nosotros.

Santa María, ruega por nosotros. 

Madre Corredentora, 

Madre Medianera, 

Madre Abogada, 

Nuestra Paz, 

Ayuda segura, 

Madre Auxiliadora, 

Madre Socorredora, 

Madre de Salvación, 

Madre Conquistadora, 

Madre, Virgen y Reina, 

Madre de la oración, 

Madre del sacrificio, 

Madre de la penitencia, 

Madre de la reparación, 

Madre de la expiación, 

Víctima Pura en la Cruz, 

Madre Crucificada, 

Madre Dolorosa, 

Madre Inmaculada, 

Madre de Fortaleza, 

Madre del Amor, 

Madre de la unidad, 

Madre Corredentora de las almas, 

Madre Gloriosa de la tierra, 

Madre Luminosa de Nuestra Caridad, 

Madre Portadora de Jesús, 

Madre de la Eucaristía, 

Madre de la Paz, 

Madre de la plegaria.

Haced esta consagración, hijos míos, diariamente, junto con el Ave María de la Corredención:

Consagración a los Corazones Unidos de Jesús y María

Sacratísimos Corazones Unidos de Jesús y María, yo os amo y reparo, consuelo y alivio vuestros Corazones Unidos y Dolorosos, que sufren místicamente por la maldad del mundo que aun los tiene en un eterno calvario e ininterrumpidamente los encamina al sufrimiento del Gólgota.

He aquí vuestro hijo, quiero ser vuestro siervo, alejad de mí a satanás, porque hoy, en vuestro nombre renuncio a él, desterrad de mi toda falta de amor a Dios y a mi prójimo. Hacedme vuestro siervo y templo viviente. Os quiero con toda mi alma y solo os pido, ayudadme a buscar el Reino del Eterno Padre y su Divina Justicia, y todo se me dará por añadidura. Soy todo suyo, desde ahora, hasta la eternidad. Amén.

¡Oh, Jesús! ¡Oh, María! salvad mi alma y aumenten mi amor por vuestros Corazones Unidos.

¡Rezad, hijos míos, y venceremos!

En el Nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Ave María Purísima, sin pecado original concebida. 

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