Alabado sea el Sagrado Corazón Eucarístico de Jesús.
Queridos hijos:
Yo, su Madre he sido enviada por el Padre Tierno y Misericordioso. Mis apariciones y mis Llamados de Amor y de Conversión en este Santuario de nuestros Dos Corazones han sido queridos por el Padre, de modo que la manifestación de mi Doloroso e Inmaculado Corazón, es Divino Querer.
Vengo, hijitos míos, a darles a conocer, a través de los Llamados de Amor y de Conversión, lo que el Padre Tierno y Misericordioso les desea revelar.
Esta manifestación de nuestros Corazones Unidos es fruto de Voluntad Divina. Por eso, abran el corazón y ¡Escuchen! estos Últimos Llamados de Amor y de Conversión.
Les doy mi Bendición Maternal.
En el Nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.