Queridos apóstoles de Mi Sagrado Corazón, Mi Corazón está atento a sus oraciones. Es la Voluntad del Padre Celestial que no se desesperen ni se impacienten porque todas las oraciones son escuchadas. Pero las oraciones deben configurarse según la Divina Voluntad y serán respondidas todas pero según los designios de Mi Padre. Ustedes oren, porque la oración da fortaleza, da paz, amor y unión con la Santísima Trinidad.
Pequeños, deseo invitarlos a que abran sus corazones y escuchen el Llamado que Mi Madre hizo en Lourdes; penitencia, penitencia, penitencia. El Llamado de Lourdes es una invitación a la penitencia para que los hombres cambien su corazón y vuelvan a Dios. La Madre de la penitencia llegó a Lourdes para invitarlos a que vuelvan sus corazones sinceros y dispuestos a servir a Mi Padre. El Espíritu Santo purifica los corazones de los que amamos. Perseveren, que la penitencia sea parte de sus vidas.
Les doy Mi Bendición Misericordiosa. En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén.