10 Marzo 2018 – Llamado de Amor y Conversión del Corazón Doloroso e Inmaculado de María

10 Marzo 2018 – Llamado de Amor y Conversión del Corazón Doloroso e Inmaculado de María

Mi Corazón los acoge a todos. Como Madre Mis Brazos se extienden para todos. Como Madre insisto, aconsejo y advierto, pero también como Madre sufro porque aún no han correspondido al Amor de Dios. Porque ustedes corresponden al Amor de Dios según su entendimiento y también a su manera, y Dios no lo quiere así. Para responder al Amor de Dios hay que arrepentirse de verdad. Para responder al Amor de Dios hay que pedir perdón y aprender a perdonar. Para recibir el Amor de Dios deben tener una disposición muy seria para cambiar de vida. Para responder el Amor de Dios se necesita tener el corazón abierto, ser humilde y renunciar a ustedes mismos.

El Amor de Dios no puede residir donde hay impureza de mente, de palabra, de corazón. El Amor de Dios no puede residir donde hay odio y rencor. El Amor de Dios no puede residir donde hay rebelión. El Amor de Dios no puede estar en un corazón que continuamente se desespera de su cruz y no la carga con paciencia. El Amor de Dios, que también es Gracia, no puede convivir con el pecado.

Queridos hijos ¡abran sus corazones y entiendan que, como Madre, estoy preocupada por la salvación eterna de sus almas! ¡sólo una alma tienen y no quiero que la pierdan eternamente!

Queridos hijos, han olvidado que lo importante es cuidar el alma, lo importante es atender al espíritu, lo importante es la vida cristiana.

Mi Hijo Jesús les dijo ¿de qué sirve ganar el mundo si tu alma la estás perdiendo? Hijos de Mi Corazón ¡cuiden el alma! ¡cambien de vida! ¡obedezcan al Señor! ¡Penitencia, penitencia, penitencia! Regresen al Corazón de Mi Hijo, regresen porque se han alejado de Mi Hijo. Que el Corazón Eucarístico de Jesús sea el Centro de toda vuestra vida. Que el enemigo de sus almas ¡no robe las Palabras que están recibiendo!

Hijos Míos, oren y reflexionen con el Salmo 33.

Como Madre de Amor y de los Dolores les doy Mi Bendición Maternal. Queridos hijos, lo importante son sus almas y es Mi Intención que cuiden y velen para estar atentos al Espíritu Santo de Dios. En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén.