Queridos hijos, les invito a orar por toda la Iglesia de Mi Hijo para que el Espíritu Santo la siga guiando, iluminando y mostrándoles la Verdad del Evangelio de Mi Hijo.
Oren por el Santo Padre porque la responsabilidad es mucha sobre sus hombros y el sufrimiento es grande. Oren por los obispos y sacerdotes, especialmente por aquellos que creen en Mis Palabras y viven con amor y fe las manifestaciones del Espíritu Santo, porque estas almas consagradas a Mi Corazón Inmaculado son las más perseguidas, humilladas, rechazadas, sufridas, porque el enemigo está haciendo la guerra a los hijos de Mi Amor Maternal. Oren, pequeños, oren siempre por toda la Iglesia, y oren por todo el Pequeño Resto Fiel de Nuestros Sagrados Corazones.
Queridos hijos, oren por la Iglesia en el mundo entero. A través de la oración, el amor aumentará y vivirán en paz; pero es necesaria la oración constante, la lectura de la Palabra de Dios, el ayuno, y los sacramentos.
Yo estoy con vosotros y Mi Hijo Jesús les ama. Les entrego Mi Bendición Maternal; en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén.