13 de abril de 2015 – LLAMADO DE AMOR Y CONVERSIÓN DEL CORAZÓN DOLOROSO E INMACULADO DE MARÍA

13 de abril de 2015 – LLAMADO DE AMOR Y CONVERSIÓN DEL CORAZÓN DOLOROSO E INMACULADO DE MARÍA

Queridos hijos, que de su boca salgan palabras para edificar, para dar vida. Cuando abran sus bocas, ábranlas para orar, no para hablar, porque hablando no se gana el Cielo, se gana orando, se gana amando, crucificándose.

Queridos hijos, hagan caso, obedezcan. Por mi venida aquí, por la venida a este siervo mío, les suplico cambien, conviértanse.

Más tarde en el Cenáculo de Oración: 

Quiero guiarlos con mi Amor Materno a vivir el Evangelio. 

Queridos hijos, a todos los tengo en mi Doloroso e Inmaculado Corazón Materno. Hoy les invito a la oración, el sacrificio y la penitencia. Deseo sembrar mis tres rosas: blanca, roja y amarilla, en ustedes, para que vivan el Evangelio de mi Hijo Jesucristo. 

Yo no les vengo a enseñar nada diferente, nada fuera del Evangelio de mi Hijo Jesucristo, sólo quiero guiarlos con mi amor materno para cumplir este Evangelio, y mejor.

Yo soy la Madre que escucha la Palabra de su Hijo y la pone en práctica. 

Queridos hijos, ustedes vivan mis enseñanzas, que es la explicación que les doy del Evangelio de mi Hijo con mis palabras maternas. Yo sólo deseo recordarles el Evangelio de mi Hijo Jesús.

En este lugar, y por mi venida hasta aquí, les invito a la unidad en la fe, la oración. Y para que sean agradables al Padre Eterno, les invito a orar, como siempre, por este pequeñísimo instrumento de Nuestros Dos Corazones Unidos que, con su pequeño esfuerzo, trata de hacer llegar mi Llamado de Madre a ustedes. No desprecien mi presencia materna. 

Queridos hijos, el mundo en este tiempo me necesita mucho porque Yo soy la que intercede para que la cólera del Padre no caiga sobre esta generación. Queridos hijos, es un Dios de Amor y de Misericordia; pero también, como Padre, es un Dios de Justicia. Él desea corregir a sus hijos porque les ama y no quiere la perdición de nadie, sino su salvación. Y tanto les ama, que ha enviado a su único Hijo, Jesucristo, a padecer por ustedes, por su salvación. 

Queridos hijos, abran sus corazones y no desobedezcan mis pedidos de Madre. Yo les amo y les prometo que Yo estaré con ustedes siempre.

Mi pequeño rebaño, Yo, vuestra Mamita del Cielo, les amo inmensamente. Yo soy vuestra verdadera Madre, la Madre que murió junto a su Hijo en la Cruz del Calvario por amor a sus hijos. Queridos hijos les amo inmensamente, pero les invito a cargar su cruz diariamente por la salvación de las almas, por la conversión de los pecadores y por la paz del mundo. 

Ayunen, queridos hijos, les invito a que ayunen para que, vaciándose de lo material, se llenen de lo espiritual, y el demonio no tenga cabida en sus pequeños corazones.

Confíen en mi Hijo Jesús que les ama mucho y, a éste, último y pequeño Apostolado que lo conformarán ustedes y se extenderá.

Oren, oren, oren para que mis planes sean cumplidos. La falta de oración de estos tiempos retrasa el proyecto de Dios en este mundo. Por eso, sacrifíquense para que estos planes se realicen y ustedes, pequeños hijos de María, sean siempre predilectos para Mí, su Madre.

Yo les amo y les bendigo. Gracias, queridos hijos, por unirse conmigo en oración.

En el Nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Ave María Purísima, sin pecado original concebida. 

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