Renueven sus corazones.
Queridos hijos, mi Corazón Doloroso e Inmaculado viene a renovar sus corazones, porque mi Corazón es la Fuente de donde brota Dios Espíritu Santo. Acordaos que soy la ‘Llena de Gracia’[1], la toda ‘Llena del Espíritu de Dios’.
Hago un Llamado al Amor, escuchen mis mensajes que les entrego con amor, fe y devoción.
Silencien su interior para que sólo escuchen la Voz de Dios. Aquieten los pensamientos para que puedan atender mis Llamados a la conversión. Controlen sus voluntades, para que sean al Sagrado Querer de mi Hijo Jesús para con cada alma[2].
Hoy les llamo a la paz, paz que debe reinar del hombre hacia Dios, paz que debe existir entre el hombre y la creación misma.
Necesitamos almas que se ofrendan por sus hermanos, almas consagradas que lleven a cabo la gran cruzada de los Sagrados Corazones Unidos. Esa conquista llevada a cabo con la oración, sacrificio y penitencia.
Mi querido niño, mi último profeta, grita al mundo la conversión, y el Hijo del Hombre vendrá cuando menos lo esperen.
En el Nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Ave María Purísima, sin pecado original concebida.
[1] Lc 1, 28
[2] Jn. 2, 5