14 de junio del 2015 – LLAMADO DE AMOR Y CONVERSIÓN DEL SAGRADO CORAZÓN EUCARÍSTICO DE JESÚS

14 de junio del 2015 – LLAMADO DE AMOR Y CONVERSIÓN DEL SAGRADO CORAZÓN EUCARÍSTICO DE JESÚS

Nuestros Dos Corazones Unidos en el principio del mundo.

Querido hijo, receptor de las Palabras amorosas de mi Sagrado Corazón, deseo enseñarte nuevamente, así que no te canses de escucharme y atenderme. El amor al Amor Divino te moverá a trabajar y entregar todo tu ser al servicio. 

Mi querido hijo, cuando Adán y Eva fueron tentados y cayeron en la tentación[1] movidos por el no-amor a Dios y a sus órdenes, cayeron en la desgracia de perder la comunión con Dios. Cuando un alma peca, y cede a la tentación, pierde su comunión con mi Padre. 

El Padre Eterno, entonces, anunció a la Madre y al Hijo[2], desde el principio de la Obra de mi Redención el Corazón Inmaculado de mi Madre tenía un especial trabajo. El Eterno Padre dijo a la serpiente antigua: pondré enemistad entre tú y la Mujer. Ella te aplastará la cabeza y tú le morderás el talón. 

Hijo, mi Madre es la que ha aplastado y seguirá aplastando a satanás, pero con la fuerza que ha bajado de lo Alto, y que ha hecho que la Madre sea un Santuario para Mí, Hijo Unigénito de Dios, encarnado, nacido, resucitado.  

El Padre, desde el principio de la creación, ha anunciado el Triunfo de Nuestros Dos Corazones Unidos en el Amor Santo. Mi Madre y Yo, hemos sido el auxilio de la humanidad pecadora. Mi Madre por dignificar nuevamente al hombre con su apertura[3] al proyecto del Padre, y Yo por redimir al mundo entero en mi Sacrificio de la Cruz. Por eso, hijo, la Nueva

Eva y Nuevo Adán, Nuestros Dos Corazones Unidos, iniciaron el Proyecto de la Salvación. La Madre y el Hijo aplastando el mal. La Madre y el Hijo que reinarán y triunfarán. 

Esperen e invoquen nuestro pronto Triunfo. Con vuestras oraciones, sacrificios y penitencias, preparen a las almas para el Reino de Dios y de Nuestro Sagrados Corazones Unidos. 

Mi pequeño, te amo y te bendigo. 

En el Nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Ave María Purísima, sin pecado original concebida. 


[1] Gn 3,6

[2] Gn 3, 15

[3] Lc 1, 27-35

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