ABRIR EL CORAZÓN ES CONFIAR y como su buena Madre los exhorto: abrir el Corazón a Cristo, para que la presencia de mi Hijo los mueva al arrepentimiento y a un cambio real del corazón, abandonando toda falsedad interior para vivir en la verdad que mi hijo predicó en el evangelio: AMOR, CONFIANZA Y ESPERA.
Estas virtudes mantendrán sus corazones pequeños, sin engrandecerse, pero tampoco sin miedo.
Queridos hijos:
Lo que les hablo, es el Padre quien me pide decirlo a ustedes, entonces acojan estos Llamados de Amor con todo el corazón y crean.
El Señor y Yo, Madre de todos, estamos con ustedes y nuestros Sagrados Corazones bendicen al mundo entero.
En el Nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.