Hijos amantísimos de mi paterno Corazón, Yo, su protector, San José, deseo invitarles a que vivan la santidad con mucho amor.
Pequeños, ser santos es tener alegría en el corazón, pureza en la intención, caridad en el testimonio.
Hijitos muy amados:
Vivan la santidad, vívanla con amor. Los apóstoles de los Sagrados Corazones de Jesús y de María deben vivir en santidad, en alegría, con amor, viviendo y practicando el Evangelio de Jesús.
Hijos Míos:
Mediten en mis Siete Dolores y Gozos, y contemplen en mi vida terrenal mi unión profunda con Jesús y con María. Hijos, vean en Mí el primer apóstol de los Sagrados Corazones de Jesús y de María, apóstol que vivió la alegría, la santidad y el silencio con amor, no con esfuerzos humanos, sino con el amor santo que viene de Dios. Y con el amor santo lograrán vivir las virtudes y la santidad, para mayor gloria de Jesucristo y honra de la Mama Celestial, como sus apóstoles vivan en la santidad, vivan en la alegría del Evangelio, y con su testimonio declaren que Jesús ha resucitado y está vivo y verdaderamente presente en el Santísimo Sacramento del Altar.
Les amo y les bendigo.
En el Nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.