Reconstruyan mi casa.
Mi Sagrado Corazón se abre para derramar gracias infinitas sobre mi Iglesia, sobre el Sínodo, sobre los ministros de mi casa.
Hijos míos, el mundo sucumbe a causa de tantas ideas, opiniones, corrientes y contaminación de muchas almas. El Corazón Doloroso e Inmaculado de mi Santa Madre intercede por el mundo. Poco a poco falsas doctrinas desmoronarán mi Casa, poco a poco el humo de Satanás, es decir, su influencia, atentan en el espíritu y en la mente de muchos.
Pero, he aquí, un Resto Fiel, son los que mi Padre me ha concedido para reconstruir mi Iglesia. Porque Yo advertí que ni el infierno prevalecerá contra Ella. Os pido perseverancia, oración, obediencia a mi Sagrado Corazón.
Reconstruyan mi Iglesia, unan a mi Pueblo, salven sus almas.
Vuestro Jesús que les ama.
En el Nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Ave María Purísima, sin pecado original concebida.