Queridos hijos: Hablo a sus corazones con amor de madre y los invito a comprender el gran misterio en la obra de nuestros Sagrados Corazones Unidos: el Apostolado es la multitud que llevaban escrito, en las frentes, el nombre del Cordero y el Cordero es Jesucristo. El Cordero del Apocalipsis encierra el misterio del Sagrado Corazón Eucarístico de Jesús. El Cordero es la Eucaristía. La Eucaristía es el Cordero.
La Mujer Vestida del Sol que aparece en el cielo, dando al Hijo, es mi Doloroso e Inmaculado Corazón. Así, como me aparecí, la primera vez, en este santo lugar, di cumplimiento a esta hermosa profecía.
Queridos hijos, Yo soy la Mujer Vestida del Sol, soy la que viene a presidir el triunfo del Cordero de Dios.
Queridos hijos, los exhorto, nuevamente, a comprender la urgencia de escuchar y atender estos Últimos Llamados de Amor y Conversión. Y, por medio de la oración, y de la meditación de los Llamados, comprender que, la Mujer Vestida del Sol está entre ustedes y con ustedes y se ha dado a conocer como el Corazón Doloroso e Inmaculado de María.
Con amor maternal los bendigo.
En el Nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.