Amado hijo de mi Casto y Amante Corazón:
La Divina Providencia ha preparado para estos Últimos Tiempos una gran era, un gran tiempo de misericordia: el tiempo de la Mujer Vestida del Sol y del Cordero de Dios que está sobre el Trono.
Querido hijo, el Corazón Doloroso e Inmaculado de María es el templo, trono y sagrario del Cordero Divino.
Es a través de Nuestra Señora del Apocalipsis, el Corazón Doloroso e Inmaculado, que viene el Reino de Dios y su Cordero. El Corazón Doloroso e Inmaculado de María, triunfando en el corazón de sus hijos, trae el Reino del Corazón de Jesús.
Yo intercedo por ustedes para que puedan comprender que la Mujer
Vestida del Sol y el Cordero de Dios, que aparecen en el Libro del Apocalipsis, son las dos grandes Devociones que reúnen todas las manifestaciones del Hijo de Dios en su Sagrado Corazón Eucarístico, y todas las manifestaciones de Nuestra Señora en su Doloroso e Inmaculado Corazón. Por eso son los Dos Testigos y quien acoge esta Devoción acoge la predica de los Dos Testigos.
Con mi Casto y Amante Corazón los exhorto a meditar en el Capítulo 25 del Libro del Génesis y los bendigo.
En el Nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.