Apóstoles de mi Sagrado Corazón Eucarístico:
Celebrar la Solemnidad del Sagrado Corazón es celebrar al Divino Cordero que redimió el mundo. San Juan Bautista proclamó: “Este es el Cordero de Dios”. El evangelista San Juan proclamó que aquel Cordero Degollado por los pecados estaba, ahora, reinando con el Padre.
La Iglesia proclamó la fiesta del Cuerpo y la Sangre bajo las especies eucarísticas. En la Octava de esta Solemnidad pedí a la Iglesia celebrara mi Sagrado Corazón.
Oh, mis apóstoles, todo este recorrido espiritual ha sido una preparación para la revelación del más grande don, del más grande título. El título que el evangelista san Juan no puede leer en aquel pasaje del libro de Apocalipsis. Ese título lo vengo a revelar, a entregar, a proclamar: el Sagrado Corazón Eucarístico de Jesús.
He aquí que Yo, el Cordero Eucarístico del Apocalipsis vengo a reinar. Está solemnidad es la fiesta, en el Cielo y en la tierra, del Sagrado Corazón Eucarístico del Cordero de Dios.
El Cordero Eucarístico los bendice.
En el Nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Ave María Purísima, sin pecado original concebida.