Queridos hijos: Mediten bien lo que a ustedes se les está entregando. No pasen con descuido, ni desapercibidos, las revelaciones que, a través del más pequeño de los esclavos de Jesús y de María, se les está entregando.
Comprendan bien la frase: ÚLTIMOS LLAMADOS DE AMOR Y CONVERSIÓN.
Queridos hijos, los primeros que son LLAMADOS para amar y convertirse no son los que viven en el mundo en el ateísmo practico, los primeros llamados para amar de verdad y convertirse con rectitud son ustedes los que escuchan y creen.
Tomen con el corazón abierto estos últimos avisos.
¡Amen a Dios! ¡Amen a su prójimo! para que, reconciliados, su ofrenda sea agradable a Dios.
Vivan los Llamados que nuestros Tres Sagrados Corazones les están confiando. Y vívanlos con seriedad y créanlos con el corazón.
Ven sus frutos: amor a la Iglesia, lectura del Evangelio, vida sacramental, crean por estos frutos y cambien su corazón diciéndole: SÍ, a Dios, y teniendo la voluntad abierta a la voluntad del Corazón de Jesús.
El Sagrado Corazón Eucarístico de Jesús, el Doloroso e Inmaculado Corazón de María y mi Casto y Amante Corazón oramos para que vivan, DESDE AHORA, la Era de los Tres Corazones. Los bendecimos.
En el Nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.