Amados hijos, de manera especial hoy los llamo a abrir el corazón para que el Amor Trinitario pueda transformar sus vidas y sanar sus corazones.
Amados hijos, con la Obra Magna de Nuestros Dos Corazones, la providencia del Padre quiere sanar el corazón del mundo a través del amor de Nuestros Dos Corazones.
Hoy, ábranse a mis gracias para que con mi amor de Madre los sane y venga el Reino del Cordero Jesucristo al mundo.
Los conduzco, hijos míos, a la plenitud.
Escuchen mis Llamados y vívanlos.
En el Nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Ave María purísima, sin pecado original concebida.
