16 Febrero 2017 – Llamado de Amor y Conversión del Sagrado Corazón de Jesús

16 Febrero 2017 – Llamado de Amor y Conversión del Sagrado Corazón de Jesús
Consagra a la Iglesia, al mundo y a Rusia
El instrumento: Jesús aquí estoy, ayúdame a servirte y hacer lo que pides.

Jesús: Pequeño, la disposición de tu pequeño corazón me agrada. Siempre te ves pequeño, frágil, débil, impotente. Siempre tu corazón late y ansía Mi Presencia.

Tu corazón siempre está necesitado de Mi Sagrado Corazón, y esto consuela Mi Corazón. Eres pequeño, frágil, sufrido y perseguido, para que el mundo vea que esta Obra, que a través tuyo he impulsado, es Mía y proviene de Mi Sagrado Corazón. Contigo, pequeño, confundo al sabio de este mundo.

El instrumento: Jesús, gracias. Soy pequeño, te agradezco por esto. Soy pequeño, y siempre quiero ser sólo esclavo de amor de Tu Sagrado Corazón.

Jesús: Hijo, y como esclavo de amor, te pido que te ofrezcas por tres cosas importantes para la realización de Mi Reinado de Paz: ofrécete como una ofrenda de amor.

El instrumento: Jesús, me ofrezco para servirte y que hagas de mi lo que gustes.

Jesús: Hijo, ofrécete entonces porque el tiempo es urgente. Ofrécete para que la Iglesia pregone el Reinado de Mi Sagrado Corazón, anunciando y proclamando el quinto dogma mariano del Corazón Corredentor de Mi Madre. Ofrécete por la consagración de Rusia, ahora, a Nuestros Sagrados Corazones Unidos, y la conversión de muchos hombres. Y para que venga Mi Reinado Eucarístico por medio del Triunfo del Corazón Doloroso e Inmaculado de María.

Ahora, hijito, el tiempo es urgido y el Cielo llama, convoca y prepara a los apóstoles de los últimos tiempos para que, con el Apostolado, apresuren el cumplimiento de la Divina Voluntad sobre la tierra.

Pequeño, hagamos esta oración para consagrar la Iglesia, el mundo y Rusia:

Eterno Padre, Tu Misericordia es eterna. Esperas pacientemente que la humanidad se arrepienta y se salve. Te pedimos, en nombre de Tu Hijo Jesús, que tu Espíritu Santo se derrame sobre la tierra para que los corazones sean tocados y movidos a la conversión.

Padre, en estos últimos tiempos donde el peligro de la condenación eterna predomina, te pedimos que se manifieste la Divina Misericordia del Sagrado Corazón de Jesús para alcanzar a la tierra, paz, consuelo y salvación.

Adorable Santísima Trinidad que has dispuesto ahora que la humanidad se restablezca en el orden y en santidad a través de los Sagrados Corazones Unidos de Jesús y de María, queremos como esclavos de Tu Amor Trinitario; hijos de la Mujer vestida del Sol y miembros de Tu Cuerpo Místico, la Iglesia; unidos al Santo Padre, y a los obispos y sacerdotes en comunión con él;  como reyes, sacerdotes y profetas desde nuestro bautismo; entregar y consagrar, según el pedido de Nuestra Señora en Fátima, a la Iglesia, para que sea limpiada y rociada con la Preciosa Sangre de Tu Hijo Jesús y las Lágrimas Maternales de María, y aumente en santidad y espíritu de conversión a todos sus miembros.

Te consagramos a Rusia, a través de los Sagrados Corazones de Jesús y de María, para que el Rocío de Tu Espíritu reavive, sane y convierta esta nación y no sea instrumento de maldad del enemigo y sus agentes. Que esta tierra crezca y florezca en santidad, piedad y conversión.

Te entregamos el mundo entero, para que en cada rincón de la tierra se proclame el Reino Eucarístico del Sagrado Corazón de Jesús a través del Corazón Triunfante de María Inmaculada. Y que en el mundo entero se susciten apóstoles de los Sagrados Corazones Unidos de Jesús y de María que pregonen por doquier la semilla de la Palabra de Dios y las almas se salven, para consolar Vuestro Amor Trinitario tan ultrajado por los hombres.

Recibe nuestra consagración por las Manos de la Madre Corredentora, y escucha y responde a nuestra plegaria según Tu Divina Voluntad.
Dios mío, creo, adoro, espero y te amo, y te pide perdón por los que no creen, no adoran, no esperan y no te aman. Amén

Ora siempre así Mi esclavo de amor, la caridad de la Santísima Trinidad urge. Te amo y te bendigo. En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén.

Ave María Purísima, sin pecado concebida.