La Madre vino como Nuestra Señora del Carmen pero sin el Niño Jesús. Ella vino con el profeta San Elías que estaba detrás y a su lado derecho.
Mis queridos hijos, les invito a que oren para que, a través de la oración, pidan el Don de la Fe, y la Fe llegará a sus corazones cuando oren con confianza.
Queridos hijos, cuando oren, conversen con Jesús como vuestro mejor amigo, hablen con Jesús de la manera más sencilla, más sincera, y háganse pequeños en su presencia y así, queridos hijos, el Espíritu Santo, y por intercesión de Mi Inmaculado Corazón, os dará el don de la fe.
El profeta San Elías intercede por todo Mi pequeño Rebaño. Les amo y les entrego Mi Bendición Maternal, en el nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.