Pequeño Jesús-María:
La Sacratísima Trinidad está en ti, ha tomado tu alma liberándola de la esclavitud del pecado y elevándola –por medio del amor– a esposa del Dios
Trinitario.
Mi pequeño, ese es el Triunfo del Corazón Doloroso e Inmaculado de la Santísima Virgen en las almas, el Triunfo de María elevará las almas a la dignidad de esposas Trinitarias.
Pero para esto deben, primero, escuchar estos Últimos Llamados de Amor y de Conversión. Pequeño esposo de la Trinidad comunica al mundo que, los gritos de parto del Corazón Doloroso e Inmaculado, de la Mujer Vestida del Sol, son estos Últimos Llamados de Amor y de Conversión. ¡Escuchen los últimos gritos de parto, de amor y de conversión de la Inmaculada Virgen!
Su Padre Tierno y Misericordioso los bendice.
En el Nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Ave María Purísima, sin pecado original concebida.