17 Octubre 2016 – Llamado de Amor y Conversión del Niño Jesús

17 Octubre 2016 – Llamado de Amor y Conversión del Niño Jesús
El Instrumento: El Niño Jesús está aquí; tiene sus dos bracitos abiertos, como para recibirnos, y su Pequeño Corazón de Niño sobre su pecho. 

El Niño Jesús nos dice: Pequeños, miren Mi Pequeño Corazón y háganse pequeños como Yo. Mi Pequeño y Sagrado Corazón fue como un pequeño grano de trigo que se dejo triturar hasta morir, para ser fecundo y para dar vida.

Hijitos, vean Mi Pequeño Corazón y sumérjanse en la inmensidad de su Amor Infante y en el mar insondable de su Divina Misericordia.

Pequeños, dejen que Yo pueda tocar sus corazones, para hacerlos agradables a nuestro Padre Abba y juntos, pequeños, como un gran rebaño de corazones humildes y sencillos hagamos una gran cruzada de Amor Santo, conquistando almas para Mi Padre.

Pequeños, cuando se reúnen para orar en los Cenáculos de Oración son atendidos por Mi Madre, y, así, como cuando los hijos visitan a su mamá en la tierra y esta mamá les atiende, les llena de su amor, y les da toda su protección maternal, así, los pequeños Apóstoles de los Últimos Tiempos, cuando se reúnen en los Cenáculos de Oración reciben todo el Amor de la Mama Celestial: Son nutridos y alimentados por Ella misma, abrigados por sus Manos Maternas, acariciados y besados en su Corazón Inmaculado.

Por eso, es importante que los Cenáculos de Oración se extiendan en el mundo entero, para que las caricias de Mi Madre y su Amor Maternal sanen a la humanidad, y sus Gracias, como la Corredentora, liberen al mundo del no-amor y del egoísmo. Mi Mama como buena samaritana se acerca a través de su Ejército Mariano y Eucarístico a las almas enfermas, heridas, y asaltadas por el mundo, el pecado, y el demonio.

Pequeños, sean también humildes y pequeños como la Esclava de Mi Padre, que fue  pequeña como Yo me hice pequeño y niño en la cruz por Amor a ustedes. Les amo y les bendigo. El Niño Jesús derrama su Amor Divino sobre la humanidad: En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén.