El instrumento: El Patriarca San José está acompañado con los tres pastorcitos de Fátima, y dice:
San José: Hijos de mi Casto Corazón, los Sagrados Corazones de Jesús y de María tienen gracias y dones de Misericordia para todos los que se consagran y entregan a sus Sagrados Corazones.
Los designios de Misericordia de estos Dos Corazones están puestos sobre todos los apóstoles en estos Últimos Tiempos; porque, también, queridos hijos, deben comprender que las gracias de los Sagrados Corazones solamente las reciben los corazones que están abiertos y dispuestos a recibirlas. Jesús y María quieren dar gracias de Misericordia a todos los hombres; pero, como en Belén sucedió, muchos corazones responden con un ‘no’, y las gracias entonces las reciben los corazones que han dicho un humilde ‘sí’ al Mensaje de Dios.
Pequeños, así como el Padre me miró con Misericordia, y a través de los dos corazones de Jesús y de María, me regaló gracias para servirles porque mi Corazón estaba abierto y dispuesto. Así ahora, Jesús y María quieren que sean receptores de estas gracias para que su Resto Fiel les sirva con mayor empeño, esfuerzo y entrega, sin mezquinar toda vuestra vida a su servicio.
Pequeños, pidan el Don de la total entrega a Jesús y a María, por mediación de mi Casto y Amante Corazón que se entregó plenamente a amarles y servirles.
Les doy mi bendición como el Patriarca y Protector de la Sagrada Familia.
En el Nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén. Ave María Purísima, sin pecado original concebida.